Bartolomé Borrrego Zabala
El autor analiza cómo impactan las nuevas tecnologías en la operativa de los ciudadanos con las administraciones, como el control del IVA, la seguridad de las transacciones y las gestiones electrónicas, y también en la adopción de los medios de pago digitales.
La seguridad en las transacciones y gestiones electrónicas con la Administración es un aspecto fundamental y preocupante, especialmente al ver los incidentes de suplantación de identidades, hackeos y ciberataques que ocurren en diversos sectores, incluso en aquellos altamente desarrollados tecnológicamente como el bancario. Mi opinión al respecto es la siguiente:
En primer lugar, es importante reconocer que ningún sistema es 100% seguro y que siempre existirá un riesgo inherente al operar en el entorno digital. Sin embargo, las administraciones públicas tienen la obligación de implementar las medidas de seguridad más estrictas y actualizadas para proteger la información y las transacciones de los ciudadanos.
Algunas de las medidas de seguridad comúnmente utilizadas por las administraciones incluyen:
- Encriptación de datos: El uso de técnicas de encriptación robustas para proteger la información en tránsito y en reposo, evitando que sea accesible por terceros no autorizados.
- Autenticación de múltiples factores: Implementar sistemas de autenticación que requieran múltiples factores, como contraseñas, tokens de seguridad, biometría o códigos de un solo uso, para acceder a los servicios en línea.
- Firmas electrónicas avanzadas: El uso de firmas electrónicas avanzadas y certificados digitales emitidos por entidades de confianza para garantizar la autenticidad e integridad de los documentos electrónicos.
- Monitoreo y auditoría constante: Realizar un monitoreo continuo de los sistemas y las transacciones, así como auditorías periódicas de seguridad para detectar y mitigar cualquier amenaza o vulnerabilidad.
- Cumplimiento de estándares y regulaciones: Asegurar el cumplimiento de estándares y regulaciones de seguridad reconocidos a nivel nacional e internacional, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en la Unión Europea.
- Capacitación y concientización: Brindar capacitación constante al personal de la Administración y campañas de concientización a los ciudadanos sobre las mejores prácticas de seguridad cibernética.
Si bien estas medidas son fundamentales, también es importante tener en cuenta que la seguridad es un proceso continuo y que las amenazas evolucionan constantemente. Por lo tanto, las administraciones deben mantener una actitud proactiva y estar preparadas para adaptarse rápidamente a los nuevos desafíos en materia de seguridad.
Es crucial fomentar la colaboración y el intercambio de información entre las administraciones, las empresas de tecnología y los organismos de seguridad para mantenerse al día con las últimas amenazas y soluciones de ciberseguridad.
Adicionalmente, es crucial fomentar la colaboración y el intercambio de información entre las administraciones, las empresas de tecnología y los organismos de seguridad para mantenerse al día con las últimas amenazas y soluciones de ciberseguridad.
En resumen, si bien los riesgos de suplantación de identidades, hackeos y ciberataques son reales y preocupantes, las administraciones públicas tienen la responsabilidad de implementar las medidas de seguridad más robustas y actualizadas, mantener una actitud proactiva y fomentar la colaboración y el intercambio de información para proteger adecuadamente las transacciones y gestiones electrónicas de los ciudadanos.
IVA: control y transparencia
Los avances tecnológicos y la digitalización han facilitado en gran medida el control del IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) y han mejorado su transparencia. Sin embargo, también han abierto la puerta a nuevos desafíos y oportunidades para el futuro. A continuación, analizaré cómo la tecnología está impactando en el control del IVA y las posibilidades que se vislumbran.
En la actualidad, el control del IVA se ha vuelto más fácil y transparente gracias a la adopción de tecnologías como:
- Facturación electrónica: La implementación de la factura electrónica ha permitido un seguimiento más preciso de las transacciones y ha reducido el riesgo de fraude o evasión fiscal.
- Sistemas de información integrados: Las administraciones tributarias han desarrollado sistemas de información que integran datos de diversas fuentes, como declaraciones de impuestos, transacciones financieras y registros comerciales. Esto facilita la detección de inconsistencias y el cruce de información.
- Análisis de big data: El uso de técnicas de análisis de grandes volúmenes de datos (big data) y algoritmos de inteligencia artificial permite identificar patrones sospechosos y señales de riesgo de manera más eficiente.
- Intercambio automático de información: Los acuerdos internacionales para el intercambio automático de información fiscal entre países han mejorado la transparencia y dificultado la evasión fiscal transfronteriza.
En cuanto a la posibilidad de liberar a los autónomos y pequeñas empresas de la recaudación del IVA en el futuro, existen algunas iniciativas y propuestas interesantes:
- Sistemas de recaudación en tiempo real: Se están explorando sistemas en los que el IVA se calcularía y recaudaría automáticamente en el momento de cada transacción, sin la necesidad de que los contribuyentes lo declaren o transfieran manualmente.
- Plataformas digitales integradas: Plataformas que integren los sistemas de facturación, contabilidad y declaración de impuestos de los autónomos y pequeñas empresas con las autoridades tributarias, simplificando y automatizando el proceso de recaudación del IVA.
- Tecnología blockchain: La tecnología blockchain podría utilizarse para registrar de manera segura e inmutable las transacciones sujetas al IVA, facilitando su trazabilidad y control por parte de las autoridades fiscales.
Otros casos similares que podrían verse en el futuro incluyen:
- Impuestos sobre transacciones digitales: A medida que crecen las transacciones en línea y las economías digitales, las administraciones tributarias podrían implementar sistemas automáticos para el control y recaudación de impuestos sobre estos flujos económicos.
- Impuestos ambientales: Con la creciente preocupación por el cambio climático, podrían surgir sistemas automatizados para el cálculo y recaudación de impuestos relacionados con las emisiones de carbono o el uso de recursos naturales.
- Impuestos sobre la propiedad intelectual: En un futuro donde la propiedad intelectual y los activos digitales cobren mayor relevancia, las autoridades fiscales podrían desarrollar mecanismos para controlar y gravar estas transacciones de manera automática.
Si bien la tecnología puede facilitar y hacer más transparente el control del IVA y otros impuestos, es crucial garantizar la privacidad y la protección de datos de los contribuyentes, así como mantener un equilibrio adecuado entre la eficiencia administrativa y los derechos de los ciudadanos.
La eclosión de los medios de pago digitales
Los cambios que vienen afecctan también a la misma base del sistema económico y financiero: el dinero. El declive del dinero físico (billetes y monedas) es una posibilidad cada vez más plausible debido a los avances tecnológicos y la creciente adopción de medios de pago digitales. Sin embargo, el fin completo del dinero físico sigue siendo un proceso gradual y no exento de desafíos. A mi modo de ver, existen una serie de aspectos clave en esta cuestión.
¿Sería algo bueno? Pienso que el fin del dinero físico podría traer tanto ventajas como desventajas:
Ventajas:
- Mayor eficiencia y reducción de costos de producción, distribución y manejo de efectivo.
- Reducción del riesgo de pérdida, robo o falsificación de dinero físico.
- Mayor transparencia y trazabilidad de las transacciones, lo que podría ayudar a combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero.
- Facilidad de uso y comodidad para los consumidores, especialmente en transacciones en línea y a distancia.
Desventajas:
- Preocupaciones sobre la privacidad y la vigilancia excesiva de las transacciones personales.
- Exclusión financiera para las personas sin acceso a tecnologías digitales o sin conocimientos tecnológicos adecuados.
- Riesgos de ciberseguridad, como hackeos, fraudes electrónicos y fallas en los sistemas de pago.
- Dependencia excesiva de la infraestructura tecnológica y la conectividad a internet.
Horizonte y cambios necesarios:
El horizonte para la desaparición completa del dinero físico es difícil de precisar, pero se estima que podría ocurrir en las próximas décadas, dependiendo de varios factores:
- Adopción generalizada de medios de pago digitales: Se necesita una mayor aceptación y uso de tarjetas de débito/crédito, billeteras digitales, criptomonedas y otros medios de pago electrónicos por parte de consumidores, empresas y gobiernos.
- Desarrollo de infraestructura tecnológica robusta: Es fundamental contar con una infraestructura de comunicaciones confiable, segura y de alta capacidad, así como sistemas de pago digitales sólidos y escalables.
- Educación y alfabetización digital: Es necesario abordar la brecha digital y brindar educación y capacitación a todos los sectores de la población para que puedan utilizar de manera efectiva los medios de pago digitales.
- Marco regulatorio y legal: Se deben establecer leyes y regulaciones claras que rijan los medios de pago digitales, abordando temas como la privacidad, la ciberseguridad, la protección al consumidor y la prevención del fraude.
- Aceptación cultural y social: Superar las barreras culturales y sociales que puedan existir hacia la adopción de medios de pago digitales, especialmente en comunidades o grupos que prefieren el efectivo por tradición o desconfianza.
Si bien el fin del dinero físico podría ofrecer beneficios en términos de eficiencia, seguridad y transparencia, también plantea desafíos importantes que deben abordarse cuidadosamente. Un enfoque equilibrado que combine la innovación tecnológica con la inclusión financiera, la protección de la privacidad y la educación pública podría ser la clave para una transición exitosa hacia un futuro predominantemente digital en materia de pagos.
(*) Bartolomé Borrego Zabala es economista, blogger, especialista en administración electrónica y tecnologías disruptivas aplicadas al mundo tributario, aduanero y contable. Apasionado por la formación e interesado en todo todo lo que gira en torno a internet y con una clara vocación de servicio público en la Agencia Estatal de Administración Tributaria, donde trabaja en la actualidad.
Artículos anteriores de la serie:
- Primer capítulo: La Administración electrónica en España: el estado de la cuestión.
- Segundo capítulo: La Administración tributaria, a la vanguardia de la transformación digital en la función pública.
- Tercer capítulo: Cómo afecta a empresas y profesionales el nuevo marco legal de la España digital.
- Cuarto capítulo: Qué hacer para impulsar la Administración digital en medio de los continuos cambios sociales y tecnológicos.
- Quinto capítulo: La inteligencia artificial desempeña un papel cada vez más importante en la Administración tributaria.