UNIR Revista
El stalking es una conducta intrusiva y obsesiva que busca controlar, intimidar o acosar a una persona. Se trata de un tipo de acoso que cada vez preocupa a más personas, especialmente en el ámbito de las redes sociales.
El stalking es un tipo de acoso caracterizado por la observación y espionaje constante de una persona a través de diferentes métodos, como llamadas telefónicas, seguimiento por la calle, vigilancia a la salida del trabajo… Con la irrupción de internet, especialmente las redes sociales, esta conducta se ha incrementado.
El stalking es un fenómeno que cada vez preocupa a más personas, especialmente en el ámbito digital, y que requiere de especialistas formados en la materia con titulaciones como el Máster en Ciberdelincuencia online de UNIR. En este posgrado se profundiza en diferentes delitos digitales, como el spear phishing, el vishing telefónico o el smishing.
¿Qué es el stalking?
El stalking es una palabra que viene del inglés to stalk, que quiere decir acechar. Se trata de una conducta intrusiva y obsesiva que busca controlar, intimidar o acosar a una persona.
A diferencia de otras formas de acoso, este tipo destaca porque suele ser prolongado en el tiempo. El stalking tiene graves consecuencias para las víctimas, ya que afecta a su bienestar e, incluso, su seguridad física.
Para entender qué es el stalking se debe comprender que este tipo de conducta puede ser física a través de seguimientos y vigilancia constante a una persona —por ejemplo, seguir sus pasos al salir del trabajo o ver con quién se relaciona en su tiempo libre—, o darse a través de medios online.
Es lo que se conoce como stalking digital. En este caso, una persona monitorea a otra a través de las redes sociales viendo qué hace en su día a día y acosándola a través de mensajes o llamadas.
Tipos de stalking
Existen diferentes tipos de stalking que pueden clasificarse según el tipo de acosador y cómo es la relación que tiene con su víctima. Estos son los tres tipos más comunes:
- El rechazado. Suele ser una persona que persigue a su expareja para reconciliarse con ella o vengarse. Suele tener un historial delictivo y padecer algún trastorno de mentalidad.
- El solicitante de afecto. Se trata de un tipo de stalking en el que el acosador desea mantener una relación amorosa con su víctima sin que le importe su respuesta. La mayoría tiene delirios erotomaníacos (un trastorno delirante en el que el tema central es la idea delirante de que una persona está enamorada del sujeto).
- El depredador. Es un acosador al que le motiva el deseo de tener contacto sexual con su víctima; deseo que es directamente proporcional a la reacción de temor de esta. Se trata de un tipo de persona fría que estudia y observa a su víctima antes de perpetrar su ataque sexual.
El stalking en redes sociales
Las redes sociales y las plataformas de comunicación son factores muy importantes a la hora de comprender qué es la ciberdelincuencia, ya que multiplican exponencialmente la ejecución de diferentes delitos, como por ejemplo el acoso en línea.
Redes sociales como X, Instagram o Facebook permiten a los stalkers monitorizar constantemente la actividad de sus víctimas. Por eso, es importante ser consciente de la información que se comparte en línea y ajustar la configuración de privacidad para prevenir situaciones de acoso.
A través de las redes, el acosador puede acceder a información privada de la víctima, como saber dónde vive, quiénes son las personas cercanas a ella, dónde trabaja, etc. La información a veces es tan sensible que incluso aumenta el riesgo de robo de identidad. De hecho, mediante el stalking en redes sociales se recopila suficiente información personal para suplantar la identidad de la víctima y utilizarla de manera malintencionada.
¿Cómo prevenir el stalking en redes sociales?
El stalkeo es una práctica invasiva y dañina que afecta negativamente al bienestar emocional y físico de las personas. Para evitarlo es importante seguir las siguientes recomendaciones:
- Tener perfiles privados. Es importante revisar la configuración de privacidad de las redes sociales para limitar quién puede ver el contenido personal. Por ejemplo, Instagram y Twitter dan la opción de poner los perfiles privados, para que solo los seguidores puedan ver su contenido.
- No compartir información sensible. En las redes sociales la gente se relaciona con desconocidos, por eso siempre es muy importante no dar detalles personales como direcciones, números telefónicos o contraseñas.
- Saber identificar a un acosador. Es necesario prestar atención a los detalles para detectar comportamientos sospechosos, como seguimientos constantes, mensajes amenazantes o intrusiones no autorizadas.
- Denunciar ante cualquier forma de acoso. Una víctima de acoso puede estar corriendo un verdadero peligro, por eso se debe denunciar a las autoridades ante la más mínima duda.
¿Cuándo se considera delito el stalking?
El artículo 172 del Código Penal considera el stalking como un delito castigado con penas de prisión de entre seis meses a dos años. La ley recoge que entre las conductas penadas se encuentran la de vigilar, perseguir o buscar la cercanía física con una víctima, así como establecer contacto con ella a través de cualquier medio de comunicación o por medio de terceras personas.
Entre los ejemplos de stalking que recoge la ley está hacer uso indebido de los datos personales de la víctima, adquiriendo productos o contratando servicios en su nombre. La norma apunta que también se entiende como acoso cuando se atenta contra la libertad o el patrimonio de la víctima o una persona próxima a ella.
Además, el reglamento también recoge penas de multas de entre diez días y dos años. Las penas de multa imponibles a personas jurídicas tendrán una extensión máxima de cinco años. La cuota diaria a pagar puede ser de un mínimo de dos euros a un máximo de 400 euros. Si la sanción se impone a una persona jurídica, como una empresa, la cuota diaria irá desde los 30 a 5.000 euros.
En conclusión, el stalking es un problema serio que genera consecuencias muy graves a las personas que lo sufren, especialmente a los menores. Es por ello que se deben de seguir las recomendaciones de los expertos y denunciar siempre que se sufra este tipo de acoso.