UNIR Revista
Ante el uso generalizado de internet para cualquier ámbito de nuestra vida, el Código Penal extiende la protección frente a los delitos contra las personas, su patrimonio y la salud pública cuando se cometen utilizando medios tecnológicos online.
La revolución tecnológica y el aumento de conexiones disponibles a Internet en los últimos años ha supuesto un avance muy importante en muchas áreas, pero también un quebradero de cabeza para las autoridades ante las nuevas formas de cometer distintos tipos de delitos informáticos.
Un delito informático es un acto contrario al código penal que se comete utilizando medios electrónicos y a través de Internet, sea una red de conexión pública o privada, y cuyo objetivo es dañar o destruir activos, sistemas o equipos informáticos, o atentar contra la identidad, intimidad, propiedad y seguridad de personas físicas o jurídicas, entre otros comportamientos delictivos.
Según los datos de la Fiscalía General del Estado, el número de procedimientos judiciales por ciberdelincuencia aumentó en 2020 un 28,7 %, hasta los 16.900 procedimientos, comparado con el año anterior. La mayor parte de estos ciberdelitos se dirigen contra el patrimonio o contra la libertad, recoge Statista.
En España, el Código Penal es el cuerpo legal que recoge las acciones que se consideran delitos informáticos. Según esta ley, podemos clasificarlos en:
Acceso e interceptación ilícita
El Código Penal recoge dos ciberdelitos en este grupo: el de descubrimiento y revelación de secretos, y los delitos de espionaje industrial. Para cometerlos han de usarse medios informáticos o dispositivos tecnológicos (internet, teléfonos, intranet, páginas de streaming, correo electrónico…)
Interferencia en los datos y en el sistema
Son aquellas acciones que se sirven de medios informáticos y redes de conexión para causar daños y ataques informáticos contra sistemas o dispositivos de personas físicas o jurídicas. Es habitual oír términos como malware para referirse a este tipo de ciberdelitos.
Falsificación informática
Consisten en la utilización de medios informáticos para falsificar moneda, sellos y efectos timbrados, para fabricar herramientas que ayuden en la falsificación o para usurpar el estado civil de una persona.
Fraude informático
Puede consistir en estafa bancaria, estafa con tarjetas de crédito, débito y cheques de viaje o cualquier otra estafa que afecte a personas físicas o jurídicas y se cometa con medios informáticos. Uno de los ciberdelitos más habituales en esta área es el phishing: por ejemplo, el ciberdelincuente envía un correo haciéndose pasar por el banco de una persona para obtener el acceso a sus datos bancarios y robar su dinero.
Delitos sexuales
El Código Penal extiende la protección contra delitos como el acoso, el abuso, la corrupción de menores, la pornografía o el contacto con menores de 13 años con fines sexuales a los actos cometidos a través de aparatos informáticos e internet. Algunos de los términos para referirse a estos ciberdelitos son: ciberacoso, ciberbullying o grooming.
Delitos contra la propiedad industrial e intelectual
La propiedad industrial e intelectual está también protegida de los actos lesivos que puedan cometerse con medios informáticos y a través de Internet.
Delitos contra el honor
La legislación española protege también de las injurias y calumnias cometidas a través de la Red.
Delitos contra la salud pública
Asimismo, el legislador extiende la protección contra delitos como el tráfico de drogas y otros que atenten contra la salud pública, como la venta de medicamentos ilegales, cuando la acción se cometa utilizando herramientas informáticas de cualquier tipo.
Amenazas y coacciones
Al igual que los delitos anteriores, cuando las amenazas y coacciones tienen lugar a través de medios tecnológicos e Internet se consideran ciberdelito.
El Observatorio Español de Delitos Informáticos señala cuatro indicadores como los “facilitadores” en la comisión de estos cibercrímenes:
- La conectividad mundial hace que los incidentes pasen de ser locales a globales.
- La tecnología logra que la información viaje de forma veloz, instantánea.
- En muchos casos, la tecnología va por delante de la legislación, por lo que a veces los ciberdelincuentes se benefician de vacíos legales y falta de medidas.
- La brecha entre el avance tecnológico y la legislación se amplía además con la falta de medidas de seguridad para impedir actos lesivos, protecciones que solo se desarrollan una vez se ha producido un ataque.
Algunos ejemplos de ciberdelitos que han saltado a la primera página de los medios son las filtraciones masivas de datos personales que han afectado, por ejemplo, a Facebook o LinkedIn. La brecha de seguridad que afectó a Facebook en abril de 2021 se convirtió en uno de los casos de ciberdelito más preocupantes por el volumen y tipo de información robada y publicada en la red.
Abogados especialistas en ciberdelitos
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