Ingrid Mosquera Gende
En medio de la controversia de la necesidad, o no, de adaptar los cuentos clásicos a los roles actuales de género, realizamos algunas propuestas para una lectura crítica de los cuentos tradicionales.
En la actualidad existen dos corrientes supuestamente antagónicas a la hora de usar los cuentos infantiles en su versión clásica dentro del aula.
Por un lado, tenemos a los docentes y expertos que prefieren usar adaptaciones actualizadas en relación a los roles de género e incluso en relación a otras cuestiones, como puede ser el papel de los animales o su maltrato.
Por otro lado, tenemos a los profesores que prefieren conservar las versiones originales, las que siempre nos han contado. Estos docentes consideran que el trabajo en torno a la igualdad se puede hacer posteriormente a la presentación del cuento, mediante actividades que promuevan la lectura crítica, el debate y la reflexión.
Creo que casi nadie pondría en duda la relevancia pedagógica de los cuentos y las magníficas cualidades que se esconden entre sus páginas: valentía, amistad, lealtad, empatía, esfuerzo, respeto o constancia, entre otros. Hoy en día se hace mucho hincapié en la necesidad de educar en valores. No debemos obviar que uno de esos valores debe ser la igualdad entre hombres y mujeres. Igualdad que, quizás por circunstancias históricas, no se puede decir que salga muy bien parada en estos cuentos clásicos de toda la vida, en los que estereotipos y roles se fosilizan de generación en generación.
Sin tener que decidirnos por ninguna de las opciones, ya que pueden ser complementarias, y sin entrar a valorar los pros y los contras de cada una de ellas, proponemos, a continuación, algunas ideas para que nuestros alumnos recapaciten sobre los textos leídos. Son propuestas para diferentes edades, adaptables y modificables. Muchas de ellas se pueden trabajar con estudiantes mayores para, posteriormente, compartir los resultados con los más pequeños:
1. Contar el cuento cambiando todos los hombres por mujeres y viceversa ¿Se pueden cambiar sin problema? ¿Surge algún inconveniente para hacerlo? En una versión para los más pequeños, cambiar en el cuento los femeninos por masculinos y, al contrario, y pensar si cambia la historia.
2. Inventar un final diferente para el cuento, respondiendo a algunas preguntas:
-¿Qué pasaría si no llega ningún príncipe a dar un beso a la Bella Durmiente o a Blancanieves?
-¿Qué pasaría si no llega un cazador a la cabaña de Caperucita?
-¿Qué pasaría si la Sirenita no quiere quedarse en tierra?
-¿Qué pasaría si Bella no se quiere quedar con Bestia?
-¿Qué pasaría si Cenicienta no se enamora del Príncipe la noche que pierde el zapato?
3. Imaginar, en la versión tradicional, cómo seguiría siendo la vida de los protagonistas, después de comer perdices. Y si acabasen separados, ¿cómo serían sus vidas?
4. Reflexionar acerca de los valores positivos que transmite cada uno de los cuentos y de los valores que han podido quedar desfasados.
5. Trasladar los cuentos a contextos actuales, responder a diferentes preguntas relacionadas, inventar otros posibles escenarios y reescribir las historias a partir de las ideas surgidas de la reflexión:
-¿Podría ser Cenicienta una chica que vuelve a casa después de una noche de fiesta?
-¿Puede ser Caperucita una chica que ha salido a hacer running?
-¿Quién sería el lobo?
-¿Podríamos hacer otro tipo de lectura en ese sentido?
-¿Puede ser Blancanieves una joven que se ha escapado de casa por algo?
-¿Por qué se habría escapado?
-¿Puede ser la Bella Durmiente una persona en coma?
-¿Por qué estaría en coma?
-¿Podrían ser los protagonistas de los cuentos dos chicos o dos chicas?
-¿Podrían ser amigos?
-¿Por qué las princesas suelen ser amigas de los animales, son princesas animalistas?
6. Imaginar el cuento tradicional si el estudiante fuese el protagonista y tuviese lugar en su barrio.
7. Representar los cuentos en clase en forma de obra de teatro cambiando alguna parte o actualizándolos. Actuar delante de otros cursos. Grabar en vídeo la actuación.
8. Disfrazarse del personaje del cuento que se elija y representar el papel como se desea que sea. Presentarse al resto de compañeros para que adivinen qué personaje es.
9. Responder a algunas preguntas para la reflexión: ¿Qué personaje de cuento te gustaría ser y por qué? Si tuvieses que situar el cuento en un país real de la actualidad ¿En qué país lo situarías y por qué?
10. Dibujar los cuentos y los personajes tal y como ellos se los imaginen: ¿Os los imagináis todos igual? ¿Siempre son jóvenes? ¿No puede haber algún protagonista con más edad? ¿Siempre son guapos y atractivos? ¿Cómo influye en la historia? Ilustrar una versión propia del cuento o presentarla en forma de cómic.
11. Buscar información sobre los autores, la época y los cuentos originales: ¿Por qué crees que siempre era el príncipe el que salvaba a la princesa? ¿Por qué es el lobo malo? ¿Por qué las brujas nunca son brujos? ¿Tendrá que ver la época en la que se habían escrito?
12. Crear un juego de mesa relacionado con los cuentos tradicionales.
13. Buscar información sobre diferentes adaptaciones de los cuentos clásicos. Leer alguno de ellos. Preparar una reseña y realizar una comparación entre la historia tradicional y su adaptación, tanto en relación a la trama como a los personajes. Estudiar los estereotipos físicos de los protagonistas.
14. Preparar un rap sobre el cuento clásico haciendo cambios en los papeles.
15. Usar las tecnologías para crear las nuevas historias: un paisaje de aprendizaje o un mapa conceptual. También se puede presentar la nueva historia mediante herramientas gratuitas como Storybird. Preparar un Google Forms en forma de Elige Tu Propia Aventura, en la que los alumnos puedan decidir qué camino seguir, una versión más clásica o diferentes propuestas innovadoras. En grupos, cada grupo puede organizar un cuento diferente.
16. Realizar un proyecto sobre cuentos tradicionales y roles de género. Un grupo puede investigar sobre las adaptaciones cinematográficas, otro sobre canciones y poemas, otros sobre adaptaciones literarias, etc. O cada grupo puede dedicarse a estudiar un cuento tradicional en concreto. El producto final puede ser una exposición audiovisual, una presentación o un póster.
17. Rincones o ambientes en el aula, cada uno dedicado a una versión diferente del mismo cuento, con actividades relacionadas.
18. Preparar un lapbook sobre un cuento clásico, incluyendo diferentes versiones y posibilidades.
19. Crear un cuento que incluya más cuentos: intertextualidad. ¿Serian Blancanieves y Cenicienta amigas? ¿Podrían ir a de paseo con Caperucita? ¿Son todos los príncipes de cuento diferentes o podría ser el mismo que fuese de flor en flor?
20. Preparar los WhatsApp que los personajes de cuentos tradicionales se escribirían hoy en día entre sí: ¿Qué frase pondrías en su perfil de WhatsApp o de Facebook? ¿Cómo sería la portada en una revista del corazón o en un periódico?
21. Grabar un podcast: ¿Cómo serían las conversaciones si los protagonistas llamasen a un programa de radio para contar sus problemas? ¿De qué se quejarían? ¿Cómo es la relación con sus padres? ¿Y si llamasen para dedicar una canción a alguien.
22. Dictados con diferentes versiones para distintos grupos en clase, luego unos tienen que corregir los de otros y comparar historias, sin saber que eran diferentes. Pueden ser ellos los que hagan los dictados, con sus propias versiones e historias.
23. Traducir un cuento a otro idioma, a lengua de signos, subtitular diferentes versiones que estén en YouTube. Reflexionar sobre los resultados.
24. Hacer un concurso. Dos columnas, una para hombres y otra para mujeres. Escribir el nombre de personas famosas: deportistas, científicos, escritores, cantantes, actores. Teniendo en cuenta la lista obtenida del juego, escoge a alguno de esos personajes y hazlos protagonistas de un cuento tradicional. ¿Cómo sería?
25. Abrir debates a partir de los cuentos para analizar el papel de la mujer en la letra de canciones actuales y reflexionar sobre los roles en anuncios de televisión, películas, series o revistas, además de en nuestra sociedad en su conjunto.
Pueden ser los alumnos o nosotros, dependiendo de las edades, los que realicemos sencillas preguntas para promover la reflexión o el debate, para lograr una lectura crítica de los cuentos clásicos y una actitud inquisitiva ante la vida en general. A través de sus respuestas, de sus propuestas, creaciones y actividades podremos conocer sus prejuicios y sus valores y trabajar sobre ello.
Y fueron felices y comieron perdices (o no, cuidado con comer animales).
Y fueron felices y comieron regalices (o no, cuidado con la comida basura).
Y fueron felices y comieron colines (o calabacines, o maíces).
O fueron felices un rato, porque la cosa les duró poco.
O fueron felices cada uno por su lado, que también se puede ser feliz sin pareja.
- Grado en Educación Infantil
- Grado en Educación Primaria
- Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria