UNIR Revista
Con tal de poder actuar de forma preventiva, los equipos de Atención Temprana en Educación Infantil deben estar preparados con profesionales para dar apoyo a los centros educativos.
En los años 70 comenzaron los primeros servicios de estimulación temprana, que ponían su interés en el desarrollo infantil de niños y niñas que presentaban dificultades en el desarrollo. Supuso una idea innovadora, ya que hasta entonces no se concebía la primera infancia como una etapa importante en el desarrollo. Su concepción rehabilitadora y asistencialista fue evolucionando hasta dar paso durante los años 90 al concepto actual, donde la Atención Temprana en Educación Infantil adquiere especial importancia.
La Atención Temprana es el conjunto de intervenciones que tienen por objeto a la población infantil comprendida desde el nacimiento hasta los seis años, incluyendo también a la familia y al entorno del menor. El objetivo es atender las alteraciones y necesidades especiales que estos menores presentan en su desarrollo, así como valorar el riesgo de padecerlas en un futuro, permanentes o no.
La etapa infantil es la idónea para identificar si el menor presenta algún tipo de necesidad educativa especial (NEE), ya que es donde comienza su desarrollo a nivel cognitivo, psicomotor y social. Tanto la familia (o su entorno más cercano) como desde los profesionales de la atención primaria sociosanitaria y del ámbito de la educación pueden detectar cualquier alteración en el desarrollo, lo que contribuiría a actuar de forma preventiva.
Desde el ámbito educativo, se realiza un seguimiento a los alumnos para así detectar las necesidades, mediante las evaluaciones, la tutorización y las actividades del día a día. En esta etapa pueden presentarse problemas que afectan directamente al aprendizaje, como dificultades perceptivas, en la comunicación o en la socialización.
En caso de sospechar de algún tipo de alteración el transcurso normal del desarrollo, el docente debe informar para analizarlo con un equipo especializado, como lo son los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP), especialmente si se trata de los EOEP especializados en AT que existen en varias Comunidades Autónomas. Estos equipos están compuestos por profesionales de diferentes disciplinas para colaborar con todos los centros educativos desde la etapa infantil. Entre sus funciones figuran las de asesorar al equipo educativo y a las familias, así como realizar una atención directa a los menores y a sus familias.
Los equipos de Atención Temprana
A través del Real Decreto de 1985 se contempló por primera vez atender a los menores con NEE por parte del Ministerio de Educación y Ciencia. El objeto de este era ayudar a aquella parte del alumnado que presentaba discapacidades específicas y conseguir su integración en los centros de Educación Infantil. De esta manera, se buscaba favorecer la intervención y atención educativa temprana, así como su posterior desarrollo en las sucesivas etapas.
Posteriormente, la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de España (LOGSE) contempló los equipos de AT en todas las Comunidades Autónomas como apoyo en los centros educativos. Entre sus funciones como equipo se encuentran:
- Identificar y valorar la problemática especial del alumnado.
- Apoyar al tutor a elaborar medidas de apoyo educativo que faciliten al alumnado con NEE su participación y aprendizaje en la actividad cotidiana del centro y del aula.
- Llevar a cabo acciones de apoyo a la labor del tutor, preferiblemente dentro del aula.
- Asesorar al equipo educativo en la elaboración de los documentos de centro que establecen el marco de actuación ante este alumnado y sus familias (Plan de Acción Tutorial, Plan de Atención a la Diversidad, Proyecto Educativo, Proyecto Curricular o Propuesta Pedagógica, Adaptaciones Curriculares…)
- Orientar y formar a la familia, para que los padres adquieran herramientas que les permitan mejorar el apoyo que ofrecen a sus hijos e hijas en su desarrollo.
Los equipos de AT están compuestos por orientadores, profesores técnicos de servicios a la Comunidad, maestros de Audición y Lenguaje y de Pedagogía Terapéutica. En concreto cada trabajador se ocupa de:
- Orientador. Es el profesional encargado de realizar:
- El diagnóstico y la evaluación, la lectura de informes previos, pruebas psicométricas, observación en sala de exploración, entrevista y orientación a la familia durante el proceso.
- El asesoramiento al equipo directivo del centro y a la comisión de coordinación pedagógica para el desarrollo de los documentos de centro en los que se enmarcan las medidas de apoyo educativo.
- Profesor Técnico de Servicios a la Comunidad (PTSC). Realiza una entrevista en la primera toma de contacto. Da apoyo y proporciona intervención socio-familiar, información, orientación y derivación sobre los recursos existentes a los que la familia puede acceder.
- Maestro de Audición y Lenguaje. Se ocupa de asesorar al tutor para mejorar el desarrollo del lenguaje comprensivo y expresivo, así como de realizar intervenciones especializadas si es necesario y, preferiblemente, dentro del aula.
- Maestra/o de Pedagogía Terapéutica. Ofrece apoyo al tutor para elaborar medidas de apoyo educativo individuales que faciliten a este alumnado su participación y aprendizaje en las actividades cotidianas del aula. Podrán también desarrollar una intervención especializada, preferiblemente dentro del aula.
Hoy en día, la Atención Temprana ha dejado atrás su antiguo carácter asistencial, ambulatorio y rehabilitador, donde no se tenía en consideración el entorno del menor. Actualmente, la AT analiza el entorno de vida del menor, donde se produce su desarrollo a través de experiencias repetidas y cotidianas, para ofrecer estrategias de apoyo que mejoren su desarrollo en todas las áreas.
Por ello, es fundamental trabajar en la formación de los profesionales desde una perspectiva transdisciplinar y con un enfoque innovador como el del Máster en Atención Temprana online de UNIR, en el que los servicios de AT intervienen desde el modelo centrado en la familia y en los entornos naturales. ¿El fin último? Ofrecer a los menores de 6 años aquellos apoyos para su desarrollo recogidos en la Declaración de Derechos de las Personas con Discapacidad, ya desde la escuela infantil.
