UNIR Revista
Sandra Santiago y Manuel Pacheco, directora y coordinador del Máster en Atención Temprana y Desarrollo Infantil de UNIR, analizan las mejoras en las intervenciones con niños menores de 6 años que presentan trastornos en su desarrollo y a sus familias.
La atención temprana tiene como objetivo brindar apoyo y servicios a niños menores de 6 años y a sus familias mediante un enfoque multidisciplinar, sobre todo, a aquellos que presenten o tienen riesgo de desarrollar algún reto en su desarrollo. Como en el resto de las disciplinas, los avances tecnológicos han ofrecido nuevas oportunidades y, concretamente, en atención temprana han permitido mejorar los procesos de detección, evaluación e intervención de estos niños.
Uno de los avances más destacados se ha producido a la hora aplicar mejoras en la evaluación y diagnóstico en niños menores de 6 años. Cada vez hay más disponibilidad de aplicaciones y plataformas digitales para evaluar habilidades de todo tipo (cognitivas, motoras y socioemocionales).
Algunos ejemplos los tenemos en la Editorial de TEA, Giunti y Pearson, donde encontramos un catálogo de pruebas validadas y baremadas que se pueden aplicar de forma online. Por ejemplo, DP-3-Perfil de Desarrollo (de la Editorial TEA) que es una prueba de screening de problemas de desarrollo que se caracteriza por su brevedad y flexibilidad y que está disponible ahora mediante de aplicación online.
Otra novedad es la evaluación online de las funciones ejecutivas en la primera infancia mediante la prueba Atento (a partir de los 3 años y comercializada por la Editorial TEA), que permite recoger información en diferentes contextos (familiar y escolar), proporcionando una evaluación ecológica y comprensiva. Además, hay que contar con la disponibilidad de tecnologías avanzadas para recoger información cuantitativa y objetiva que ayude a tomar decisiones mediante datos cuantificables que pueden facilitar el diagnóstico temprano de posibles retos en el desarrollo, además de realizar también un seguimiento a largo plazo.
Estamos hablando de dispositivos wearables como, por ejemplo, los relojes inteligentes que permiten recopilar datos sobre la calidad del sueño, la actividad física, la tasa cardiaca y otros parámetros relevantes. Pero además, hay otros, como por ejemplo, las tecnologías de seguimiento ocular, que nos permiten evaluar la atención visual del niño, la utilización de cámaras junto con software de análisis para observar y evaluar los patrones de juego y movimiento del niño. Finalmente, tecnologías de imagenología cerebral como la resonancia magnética funcional (RMf) o la electroencefalografía (EEG), que nos permiten obtener información sobre la activación neuronal relacionada con ciertos comportamientos o estímulos.
Una de las novedades serían los dispositivos portátiles que nos permiten registrar la actividad cerebral en cualquier sitio, sin necesidad de grandes y costosos aparatos. Estamos hablando de la espectroscopia de infrarrojo cercano (fNIRS, near-infrared spectroscopy, por su siglas en inglés), una técnica no invasiva que mide los cambios en la concentración del oxígeno en sangre del córtex prefrontal. De esta forma, se podría registrar la actividad cerebral mientras el sujeto está realizando determinadas tareas y la respuesta a determinadas intervenciones terapéuticas sobre todo en condiciones más naturales.
En cuanto a otras áreas, podemos hablar sobre mejoras implementadas mediante la intervención con la realidad virtual, que nos permite incluir entornos virtuales para poder experimentar en contextos de aprendizaje inmersivos y personalizados, y la realidad aumentada, que nos brinda oportunidades de aumentar la interacción social y la comprensión del entorno.
Aunque esto parezca alejado en la práctica diaria, hace unos años se veía muy futurista la implantación dispositivos de asistencia tecnológica para apoyar a niños con necesidades complejas de comunicación. Hoy, ya es una realidad, teniendo a nuestro alcance comunicadores y una gran variedad de complementos de acceso (desde el manual hasta el visual).
Requisitos éticos
Cuando hablamos de avances tecnológicos debemos tener siempre en cuenta que se cumplan todos los requisitos éticos, siempre garantizando la privacidad y la seguridad de nuestros niños y de sus familias. Todos estos avances se pueden utilizar como herramientas complementarias a la evaluación tradicional y con el objetivo de fomentar la evaluación de la participación de los niños en sus contextos naturales.
(*) Sandra Santiago Ramajo y Manuel Pacheco Molero son los autores de este artículo.
Sandra Santiago Ramajo es directora académica del Máster Universitario de Atención Temprana y Desarrollo Infantil de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Doctora en Psicología Clínica y de la Salud. Acreditada como psicóloga experta en Neuropsicología Clínica por el Colegio Oficial de Psicólogos y como Profesora Titular por ANECA. Experiencia en proyectos de investigación nacionales.
Manuel Pacheco Molero es coordinador académico del Máster Universitario de Atención Temprana y Desarrollo Infantil de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Premio Extraordinario de Final de Estudios de Fisioterapia. Premio Extraordinario de Carrera en Máster en Atención Temprana y Desarrollo Infantil. Más de 14 años de experiencia en la práctica de la atención temprana.