El maltrato a profesores es un tipo de acoso que afecta a su salud mental, física y emocional. Repercute tanto en el desarrollo de las clases como en el conjunto de la institución educativa.
El bullying o el acoso escolar es la agresión ejercida durante un periodo de tiempo, la cual se caracteriza por el deseo de lastimar, degradar, humillar o aislar a otra persona. Este tipo de violencia no solo se puede producir entre alumnos, pues también existe el bullying a profesores con consecuencias tanto para los docentes como para el conjunto de la institución educativa.
Lo cierto es que tras la pandemia por COVID-19, las agresiones a docentes (empujones, insultos y tirones de pelo, entre las más comunes) han aumentado hasta en un 6 %, según el informe de ANPE, sindicato independiente de la enseñanza pública. Los casos más habituales se producen en Educación Secundaria y Bachillerato. Por ello, es importante trabajar en la prevención del acoso escolar y formar a todos los profesionales del centro para que se conviertan en expertos en la materia.
El bullying hacia los profesores está presente tanto en los centros educativos públicos como privados, y su presencia debe ser abordada de manera eficaz para solucionar el problema cuanto antes y evitar que aumenten las consecuencias negativas. Así pues, prevenir el bullying hacia los profesores es fundamental con tal de preservar el buen ambiente en un centro educativo y, sobre todo, la salud mental de los docentes.
Situaciones de bullying a profesores
La intimidación puede provenir de varias vías: agresiones verbales, físicas, humillaciones, acoso en la Red, etc. Las situaciones de maltrato más comunes a las que se enfrentan los docentes suelen ser:
- Interrupción continua al impartir clase. El o los acosadores no permiten impartir la clase e interrumpen constantemente imposibilitando que el docente enseñe al resto de alumnos.
- Faltas de respeto y agresiones. A través de insultos, agresiones verbales, reírse de él, tirarle objetos, humillarle o, incluso, agresiones físicas.
- Ciberacoso. En canales digitales de comunicación como WhatsApp o redes sociales se le insulta, se hacen parodias digitales con imágenes suyas, se le desprestigia, etc.
- Acoso familiar. El bullying a profesores también puede provenir del entorno familiar del acosador debido a una falta de comunicación entre las dos partes o que los progenitores consideren que el mal desempeño educativo de su hijo es responsabilidad del docente.
Frente a estas situaciones es sumamente importante que los observadores del maltrato notifiquen a los responsables del centro el acoso que sufre un profesor para que haya constancia y se pueda intervenir cuanto antes.
Consecuencias del bullying hacia profesores
Las consecuencias del acoso hacia profesores se traducen en:
- Adquieren actitudes pasivas.
- Sienten miedo y pueden paralizarse a la hora de relacionarse o dirigirse a su agresor.
- Disminuye su autoestima.
- Padecen trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad e, incluso, pensamientos suicidas.
- Tienen sentimiento de culpabilidad.
- Sufren síndrome de estrés postraumático.
- Acaban con desinterés por la enseñanza o sentimiento de hartazgo.
En definitiva, muchas de las consecuencias negativas afectan de manera directa a la salud mental, física y emocional de la víctima, llegando a perseguirle estos efectos el resto de su vida.
Además, no solo la víctima sufre las consecuencias del bullying, también el centro y los estudiantes se ven afectados por estas situaciones porque empeoran el ambiente en el aula, merman la imagen de la escuela, impiden que las clases se desarrollen con normalidad y se promueven valores contrarios a la tolerancia y el respeto.
Características de un acosador
El maltrato a profesores es ejercido por parte de un acosador o varios, que reúnen una serie de características personales que conforman su perfil:
- Son personas que tienen una percepción negativa de sí mismas y, como consecuencia, muestran comportamientos disruptivos y desafiantes.
- Los acosadores son impulsivos y tienen una baja capacidad de autocrítica y poca tolerancia a la frustración.
- Provienen de familias con falta de límites, poca implicación de los progenitores en la crianza, problemas graves en la misma, etc.
- El acosador puede ser poco o nada empático y tener una falta evidente de habilidades sociales. Es decir, actúan sin ningún tipo de remordimiento, agrediendo verbal o físicamente al profesor sin sentir culpa o compasión por el otro.
- Falta de empatía y ausencia de habilidades sociales. Son estudiantes que carecen de estas habilidades sociales y, por lo tanto, actúan sin sentir remordimiento.
Pasos a seguir en caso de bullying a profesores
Cuando la víctima del maltrato escolar es el profesor, quien tiene la responsabilidad de actuar de inmediato es el centro. Pero antes de implementar medidas es necesario que el equipo directivo sepa que existe un maltrato y proveerse de pruebas para así poder actuar legalmente contra el o los acosadores.
De este modo, el primer paso consiste en recabar información y pruebas del maltrato. Se trata de saber al detalle qué ha ocurrido. Para ello, se puede preguntar a los alumnos que conforman la clase donde está el profesor acosado y, si es posible, hablar con los responsables del acoso.
Tras recabar los datos pertinentes, se debe notificar lo sucedido a las familias de los alumnos acosadores y comunicarles las medidas que se tomarán (expulsión o correctivos, entre otras medidas).
El penúltimo paso se basa en implementar protocolos de actuación e intervención para evitar que se den situaciones similares en el futuro y, por último, hay que ayudar a la víctima a que se recupere y supere el trauma tras haber sido acosado.
Si los alumnos están educados en valores que promueven el respeto, la empatía y la tolerancia, el acoso a iguales y hacia profesores se reducirá, generando un clima sano en el aula y en la escuela.