David Muñoz Galindo
La legislación incorpora modificaciones en la estructura flexible ofertada, módulos profesionales transversales y novedades en la estancia de los alumnos en las empresas.
Este curso académico trae consigo la aplicación de la Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenación e integración de la Formación Profesional (FP), y su posterior desarrollo a través del Real Decreto 659/2023, de 18 de julio.
La ordenanza incorpora, como cambios más significativos, una nueva estructura flexible, módulos transversales y modificaciones en la estancia de los alumnos en las empresas.
De forma permanente, las titulaciones de UNIR son renovadas para mantener unos contenidos siempre actualizados y adaptados a las demandas del mercado laboral. Gracias a ello, los estudiantes del Máster Universitario en Formación del Profesorado y del Certificado Oficial en Formación Pedagógica y Didáctica ya estudian dentro de esta nueva ley.
La nueva estructura educativa de la FP
La nueva legislación establece un sistema de cinco grados de formación profesional (A, B, C, D y E) basado en la progresión formativa y en la obtención de una acreditación, certificación y titulación.
El sistema ofrece un itinerario de formación continua desde las microacreditaciones (grado A) hasta los títulos y cursos de especialización (grados D y E). En cada categoría existen ofertas vinculadas a los niveles 1, 2 y 3 del Catálogo Nacional de Estándares de Competencias Profesionales.
- Grado A: Acreditación parcial de competencia, similar a una “microformación“.
- Grado B: Certificación de competencia que incluye un módulo.
- Grado C: Certificación profesional con varios cursos y formación en empresa.
- Grado D: Ciclos Formativos de Grado Básico, Medio y Superior.
- Grado E: Cursos de especialización o “Másteres” de FP, facilitando la formación continua a lo largo de la vida laboral.
Modificaciones en los grados superiores
La estructura de los ciclos formativos de Grado Medio y Grado Superior sufre modificaciones con la entrada de la nueva ley. Ahora cuentan con una parte troncal y una optativa.
La fase troncal sufre importantes cambios y focaliza gran parte de las horas en materia de sostenibilidad y digitalización. De igual forma se incluye dos módulos de “Itinerario Personal para la Empleabilidad”. Por su parte, el inglés mantiene su peso y relevancia en los grados.
De forma añadida, las comunidades autónomas podrán incluir complementos formativos a los modelos educativos que ya existen, siempre con una limitación del 10% de las horas.
Novedades en los módulos transversales
Dentro de los módulos de Itinerario Personal para la Empleabilidad, los alumnos pasan a estudiar los modelos de emprendimiento en economía social y sus derechos laborales. Además, se profundiza en las estrategias para la creación de empresas sostenibles y se analizan casos de éxito en el ámbito del emprendimiento social. Los estudiantes también reciben formación sobre cómo proteger sus derechos laborales en diferentes contextos profesionales.
En cuanto al módulo de digitalización, será fundamental el proyecto que desarrollan los estudiantes para realizar la transformación al ámbito digital de una empresa del sector. Se le da una importancia clave a la prestación de servicios digitalizados por parte de las empresas.
En cuanto al módulo de sostenibilidad, se incluye la elaboración de un plan adaptado a cada sector productivo y el análisis del impacto ambiental de las compañías.
Experiencia profesional dual
Otra de las grandes novedades es la desaparición del módulo de Formación en Centros de Trabajo (FCT). Con la nueva legislación la formación en empresa se realizará durante los cursos profesionales a través de dos vías diferentes: régimen general y régimen intensivo.
En el régimen general, en torno al 20% del currículo de los módulos se desarrollarán en la empresa y entre un 25% y un 35% del tiempo del total del ciclo formativo.
Mientras, en el régimen intensivo, al menos el 30% se desarrollará en la empresa y entre un 35% y un 50% del tiempo del total del ciclo formativo. Además, esta modalidad debe incluir un contrato de formación para el alumno.
Todas estas claves y el desarrollo normativo de cada comunidad autónoma, marcará el comienzo un nuevo modelo de Formación Profesional que equipare nuestro sistema educativo con el del resto de países europeos.
(*) David Muñoz Galindo, docente del Máster de Formación del Profesorado de UNIR. Doctorando en Educación, Diseño y Desarrollo del Currículum con formación en economía y en la dirección de centros educativos. Además, ha participado en varias ocasiones como miembro del tribunal en los procedimientos selectivos en las oposiciones de Castilla y León.
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