El coaching educativo es una metodología enfocada en potenciar el crecimiento integral de los alumnos, lo cual repercute en una mejora de su rendimiento académico y el desarrollo de habilidades sociales.
En el ámbito educativo, las metodologías que promueven el desarrollo integral de los estudiantes han cobrado especial relevancia en las últimas décadas. Uno de estos enfoques es el denominado coaching educativo, el cual se centra en acompañar y potencial el crecimiento personal y académico de los alumnos, demostrando ser particularmente efectivo.
El coaching es una herramienta de acompañamiento emocional que se puede emplear tanto al ámbito personal como profesional para, por ejemplo, reforzar la confianza de una persona y saber gestionar situaciones de estrés. Sus aplicaciones son diversas y dentro de ellas se encuentra también el espacio educativo.
¿Qué es el coaching educativo?
El coaching educativo es una metodología enfocada en proporcionar apoyo mental y emocional a los alumnos con el fin de ayudarles a superar de manera autónoma los obstáculos que les impiden alcanzar sus objetivos. Adapta los principios del coaching al contexto educativo para mejorar el rendimiento académico, la motivación y las habilidades socioemocionales.
El coaching educativo potencia el desarrollo integral del estudiante, con la ventaja de que puede aplicarse en diferentes etapas educativas y en una amplia variedad de entornos (desde colegios de Educación Infantil, Primaria y Secundaria hasta instituciones de educación superior o centros de Formación Profesional). También es válido en programas de tutoría, mentoría y educación especial.
Objetivos del coaching educativo
Tras esclarecer qué es el coaching educativo, a continuación se detallan los objetivos de esta metodología:
- Mejorar el rendimiento académico. Es la meta principal de este tipo de coaching, ya que ayuda a los alumnos a alcanzar sus objetivos a través de técnicas de estudio más efectivas y una correcta gestión del tiempo. De forma complementaria, esta mejora educativa va unida al ámbito personal, ya que el estudiante aumentará también su bienestar y, al mismo tiempo, se prepara para el futuro laboral.
- Promover el desarrollo de habilidades personales. El coach educativo fomenta habilidades básicas, como la motivación, el compromiso, la responsabilidad, la paciencia, la atención, la resiliencia, la capacidad de decidir y la autoconfianza.
- Aumentar las habilidades sociales. Esto se logra enseñando al alumnado a ser más empático, mejorar su comunicación, colaborar, escuchar de forma activa, gestionar y resolver conflictos, etc.
- Proporcionar orientación profesional. Brinda apoyo para saber identificar intereses, preferencias y aptitudes para decantarse por opciones formativas que les complementen y gusten.
- Gestión emocional. Para construir un ambiente de aprendizaje más positivo se promueve que el estudiante sea capaz de controlar y gestionar sus emociones y el estrés.
Principios del coaching educativo
Para lograr estos objetivos, el coaching educativo se basa en cinco objetivos clave:
- Tener en cuenta el potencial del alumno. El coach educativo se centra en identificar y desarrollar el potencial de cada estudiante; saber qué puede hacer y hasta dónde es capaz de llegar resulta crucial para lograr el desarrollo educativo.
- Trabajo con los alumnos para que sean conscientes de sus propias áreas de mejora y limitaciones. Para ello el coach adoptará una actitud flexible y abierta al cambio con el fin de generar un ambiente de reflexión y autoconciencia que permita eliminar sentimientos negativos como el estrés, la frustración o la ansiedad.
- En el coaching educativo es fundamental que los profesionales consigan dotar de más poder a los estudiantes, fomentando así su independencia. No consiste únicamente en enseñarles a ser más participativos, sino en ayudarles a que aprendan el sentido de la responsabilidad.
- Aumento de competencias. El coach trabaja para que se adquieran ciertas aptitudes muy útiles en el ámbito educativo, como la inteligencia emocional, la paciencia, la motivación, la escucha activa, el liderazgo o la atención.
- Feedback o retroalimentación. Este principio es esencial en el coaching educativo para que el alumnado aprenda y logre alcanzar su máximo potencial. Ver nuestro desempeño y aprender de los errores contribuye a mejorar el rendimiento académico y crecer a nivel personal.
¿Cómo ser coach educativo?
Para ser coach educativo se requiere una formación concreta con la que se obtenga una certificación en coaching, preferiblemente con una especialización en el ámbito educativo como el Máster en Coaching Educativo de UNIR. Esta titulación es esencial para aquellos que quieran dirigir su carrera profesional hacia este área y que se pregunten cómo ser coach, ya que su plan de estudios está diseñado para que los egresados sean unos expertos en la formación educativa integral.
Para acceder a este posgrado es necesario contar una carrera universitaria, preferiblemente del sector de la Educación, como el Grado en Educación Infantil, Grado en Educación Primaria o el Grado en Pedagogía. Tener una comprensión más sólida del sistema educativo y los métodos de enseñanza permitirá al futuro coach abordar de forma más eficaz el aprendizaje y necesidades de todos los estudiantes.
En cuanto al perfil del profesional, es conveniente que el futuro coach educativo cuente con habilidades como la escucha activa, la empatía, la capacidad de formular preguntas poderosas, que sea un comunicador eficaz o que sea carismático. También es de utilidad complementar el currículum con experiencia práctica en aulas para trabajar mano a mano con estudiantes y mantenerse actualizado sobre las últimas tendencias y técnicas en coaching educativo.
Beneficios en el alumnado del trabajo de un coach educativo
La labor del coach educativo aporta numerosos beneficios en el alumnado:
- Mejoran sus notas, aumentando la media en sus calificaciones y, en general, su rendimiento académico al haber recibido apoyo y estrategias personalizadas centradas en adquirir técnicas de estudio eficaces.
- Logran desarrollar una mayor autoconfianza y motivación para enfrentar con decisión y fortaleza los desafíos académicos y personales. Además, el coach educativo hace que los alumnos den lo mejor de sí mismos porque esta metodología les estimula para participar y superarse cada día.
- Adquieren habilidades para gestionar eficazmente el tiempo, lo que conduce a reducir el estrés, aumentar la productividad y ser más organizado.
- Cuentan con mayor habilidades interpersonales y sociales, tales como la colaboración, la escucha activa o la comunicación, algo esencial para relacionarse con los demás tanto fuera como dentro del aula.
- Tienen objetivos claros y realistas coherentes con sus intereses y preferencias. Los alumnos han recibido orientación y apoyo para decidir sobre su futuro académico y profesional.
En definitiva, el coaching educativo sirve para mejorar el bienestar general del estudiante, aumentando sus recursos y potencial tanto a nivel académico como personal.
