Alfonso Pérez Muñoz
Hoy en día, es bastante conocido el fenómeno del Grooming: el acoso y abuso sexual infantil por internet realizado por adultos.
Pero no debemos olvidar que existe el acoso y abuso sexual infantil personal y directo, que se puede realizar en cualquier lugar, habitualmente por personas adultas conocidas y cercanas al menor.Sin duda, por medio de internet es más fácil lograr el engaño inicial, previo a las conductas directas de acoso y abuso sexual, y, por eso, a continuación, nos vamos a referir de forma prioritaria a este tipo de acoso —sobre todo en relación con su detección y prevención en el aula—, pero las consecuencias, en ambos casos, son gravísimas.
El grooming: qué es y cómo se produce
El grooming online es un proceso por el cual, un adulto, usando medios digitales, manipula a un menor para conseguir material sexual
Normalmente, los adultos se hacen pasar por menores en Internet, contactan con las víctimas por diferentes medios digitales presentándose como iguales, se ganan su confianza, intentan controlarles emocionalmente y después, cuando han conseguido alguna imagen sexual comprometida, los chantajean con fines sexuales.
Todo ello, con los siguientes objetivos (según Internet Segura for Kids (IS4K), el Centro de Seguridad en Internet para menores de edad en España):
- Producción de imágenes y vídeos con connotación o actividad sexual, destinados al consumo propio de pederastas o a redes de abuso sexual a menores.
- Encuentros en persona con el menor y abuso sexual físico.
- Explotación sexual y prostitución infantil.
- El grooming, además y, sobre todo, es un delito, no sólo en sus consecuencias finales más explícitas (chantaje, explotación sexual, violación), sino también en sus primeras fases de engaño y manipulación.
Este proceso de acoso y abuso virtual y físico puede durar desde dos o tres meses hasta varios años (provocando, en algunos casos, incluso el suicidio del menor). De hecho, si no se detecta y soluciona a tiempo, el acosador cada vez tiene más poder y la víctima menos capacidad de resistencia, evitación o escape.
El grooming, como ya se ha avanzado, se produce en diferentes etapas, las cuales es importante conocer en detalle, sobre todo a efectos de prevención, para intervenir en las primeras fases. Según Save The Children (2019, pp. 18-20), son las siguientes:
Las fases del online grooming
El informe ‘Violencia viral’ (pp.18-20), publicado en 2019 por Save The Children, analiza las diferentes etapas del ciberacoso:
- La creación de un vínculo de confianza. En muchos casos, a través de sobornos o engaños, el agresor contacta con la niña o niño y establece el vínculo de confianza. Para ello normalmente finge otra edad, muy cercana a la de la víctima.
- El aislamiento de la víctima. En esta fase, el agresor persigue arrancar la red de apoyo natural del menor (familiares, amistades, docentes, etc.) dejándolo desprotegido. De esta manera, insiste en la necesidad de mantener todo en secreto.
- La valoración de los riesgos. El agresor tiende siempre a asegurar su posición y mantener el control, así que suele preguntar a la víctima si alguien más conoce su relación e intenta averiguar quién más tiene acceso al ordenador o dispositivo que utiliza el menor.
- Conversaciones sobre sexo. Una vez se siente con confianza, el abusador empieza a introducir conversaciones sexuales de manera paulatina. Busca que la víctima se familiarice tanto con la temática sexual como con el vocabulario.
- Las peticiones de naturaleza sexual. Este es el objetivo principal del online grooming. En esta última fase el criminal utiliza la manipulación, las amenazas, el chantaje o la coerción para que la víctima le envíe material sexual, relate fantasías sexuales o la relación culmine con un encuentro físico.
Detección y prevención del Grooming en el aula
Es evidente, por todo lo comentado, que lo más importante es la detección y prevención temprana del Grooming y, sin duda, uno de los mejores lugares para realizarla, de forma coordinada con las familias y autoridades, es en el aula escolar.
A nivel de detección, los principales síntomas que pueden indicarnos que un menor está sufriendo Grooming, según la Guía S.O.S. Grooming para Padres y Educadores, son los siguientes:
- Ausencias injustificadas a clase; abandono de actividades preferidas; bajones importantes del rendimiento académico; distracciones continuas y falta de concentración.
- Cambios importantes del estado de ánimo, susceptibilidad extrema, reacciones agresivas desproporcionadas; aislamiento, desconfianza, esconderse en lugares apartados; cambios significativos en sus grupos de amigos y/o en las relaciones con los adultos.
- Conductas de riesgo, autolesiones; mareos, dolores de cabeza o de estómago que les impiden hacer sus actividades normales; diarreas, vómitos frecuentes.
Respecto a la prevención, además de la detección temprana para intervenir en las primeras fases del proceso (ver Tabla 1), lo más importante siempre es la educación, con los siguientes objetivos:
- Que, en un marco de confianza con los docentes y padres, los menores, especialmente en las edades más vulnerables (13 a 16 años), puedan adquirir, de forma progresiva, una buena educación y seguridad afectivo-sexual.
- Que el menor conozca con claridad los peligros del Grooming y cómo evitarlos, ya que es prácticamente imposible limitar el acceso de los menores a internet, las redes, WhatsApp, etc.