UNIR Revista
Joaquín González Cabrera, director académico del curso en Experto Universitario online de Convivencia y Acoso Escolar de UNIR, y Maite Cerezal, docente y coordinadora de convivencia, repasaron las principales claves para asegurar un buen clima dentro de un aula.
El pasado 9 de febrero se celebró la segunda sesión del ciclo de eventos del Experto Universitario en Convivencia y Acoso Escolar. Para esta sesión, Maite Cerezal presentó un decálogo vivencial y experiencial sobre sus estudiantes y compartió su experiencia con ellos ante el acoso escolar.
Cerezal explicó durante el evento cómo en su colegio formaron un equipo de mediación entre iguales. El proyecto consiste en dotar de recursos a los chicos y a las chicas que tienen una mayor actitud y aptitud para que “en su propio idioma”, por así decirlo, puedan ser ellos mismos quienes atajaran los problemas surgidos en su clase, sin intervención alguna de los adultos.
El acoso (bullying, en inglés) es uno de los problemas más graves que afrontan actualmente los centros escolares. Los más de 11.200 casos de bullying que se produjeron en España en el curso 2021/2022 sitúan al país a como uno de los países con un mayor número de casos de acoso escolar a nivel mundial. Como consecuencia de esta situación, es deber de todos trabajar para la protección de los niños y adolescentes, y conseguir que los estudiantes se sientan seguros en los entornos escolares para que puedan aprender y crecer como personas.
Los principales puntos que formaban parte de este decálogo de Maite Cerezal para desarrollar un modelo de convivencia y clima eran los siguientes:
- Empatía. ¿A quién no le duele que le vengan de malas sin preguntar primero? Maite Cerezal indicó en este punto que había que plantearse qué pensaban los demás y por qué actuaban como lo hacían. La empatía, por tanto, es una de las esencias para que la convivencia en el aula sea fluida.
- Confianza. “Si yo confío en ti, confía en mí”. Con esta frase nos explicaba que los estudiantes deben sentir que alguien creía en ellos, dándoles nuevas oportunidades, ya que están en constante cambio.
- Refuerzo positivo. “A nadie le amarga un dulce”. Como bien comentaba nuestra ponente, estamos en una sociedad hostil, al límite de nuestros nervios y paciencia, y a veces perdemos el respeto a los demás… Sin embargo, ¿cuántas veces felicitamos a la gente? Ha de fomentarse el refuerzo positivo.
- Sin etiquetas. “Si me juzgas, me condenas de antemano”. En este punto se destacaba la importancia de evitar las etiquetas y los prejuicios, y apostar más por el apoyo y el trabajo en equipo.
- Escucha activa. Al principio de la sesión, Maite se definió antes como educadora que como profesora. Un aspecto muy importante en tanto que muchas veces no nos damos cuenta de que los adolescentes sienten que no son escuchados. Hay que compartir con ellos más tiempo que la dedicada a la docencia estricta.
- Acompañamiento. “No hay que juzgar a las personas”. Los adolescentes valoran mucho ser escuchados y estar acompañados por los adultos.
- Si vis pacem, para bellum. Si quieres la paz, prepara la guerra. “No se puede poner un refuerzo negativo si no lo seguimos de forma estricta”, comentaba Maite Cerezal.
- Equilibrio. Es imprescindible que los adultos sean el centro de este equilibrio con los niños y las niñas.
- Ejemplo de valores. Los adultos tienen que ser coherentes. Hay que darles ejemplo a los niños con nuestro actos. En las aulas, los niños están acostumbrados a repetir el patrón de lo que ven en casa, por lo que es muy importante el ejemplo que le damos. Este último punto es esencial para conseguir un buen clima de convivencia entre profesores, padres y estudiantes.
Después de explicar este decálogo, ambos ponentes coincidieron en que la mayor herramienta para actuar frente al acoso escolar es la observación, un componente implícito en todos los conceptos del decálogo. Pese a que los observadores tienen un papel muy importante en la convivencia, muchas veces están olvidados. Este es el mayor reto para acabar con el acoso, además del fomento de una cultura positiva y de buenas prácticas en la convivencia.
Los ponentes
Joaquín González Cabrera
Licenciado y doctor en Psicología por la Universidad de Granada (UGR). Máster en Psicología de la Intervención Social y Máster en Investigación y Avances en Medicina Preventiva y Salud Pública por la misma Universidad. Es director académico del Experto Universitario en Convivencia y Acoso Escolar de UNIR y, además, es investigador principal del grupo consolidado de investigación en Ciberpsicología. Ha sido director de Secretariado de Información y Participación Estudiantil en la Universidad de Granada y director del Departamento de Psicología de la Educación y Psicobiología (Grados y Postgrados) en UNIR.
Maite Cerezal
Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Valladolid. Experiencia docente en varios colegios en secundaria y bachillerato como profesora de Lengua y Literatura. Desde 2015 profesora del colegio Sagrado Corazón Anunciata de Valladolid, perteneciente a la Fundación Educativa Francisco Coll, donde, además de labores docentes, desempeña la labor de coordinadora de convivencia en la etapa de secundaria y de responsable del equipo de mediación entre iguales (peer mediation) en la misma etapa.