Dr. Miquel Comas
La COVID-19 ha tensionado el sistema y las organizaciones, ha mostrado sus carencias, pero también ha visibilizado la oportunidad de generar mejoras y una nueva cultura organizacional.
Nos encontramos ante la oportunidad/responsabilidad de redescubrirnos, de redefinir propósitos y ver hacia dónde queremos ir. El propio proceso de confinamiento y estados de alarma ha generado un valor de experiencia a las escuelas y a su vez ha mostrado grandes talentos, proyectos extraordinarios y estrategias de adaptación, superación y éxito para adecuarse a un contexto de incertidumbre y complejidad. Si volvemos como si no hubiera pasado nada, habremos perdido la oportunidad. Debemos regresar mejores, desaprender/aprender a superarnos y crecer en red. Todo ello además con un marcado carácter de contribución/compromiso social.
La organización inteligente es aquella que aprende de sí misma, rentabiliza su capital humano y visualiza sus potencialidades”.
Las 3 acciones para reorientar la visión de la organización educativa, la brújula
- Redefinir nuestra cultura organizacional, su esencia, su alma, aportando valor a la actualización de su misión/visión creando un nuevo marco estratégico dinámico y consistente.
- Favorecer un liderazgo distribuido y con vocación de servicio, facilitando entornos multiplicadores, generando perímetros de confianza, promoviendo ecosistemas inspiradores y empoderando equipos/talentos.
- Promover un crecimiento en red, no sólo con instituciones del propio sector sino intersectorial, asumiendo el valor global e interconectado que reclama el nuevo contexto. Generando un mapa de alianzas y colaboraciones de gran valor.
Las 3 etapas del camino para redefinir la organización
Desaprender/Aprender
Nos encontramos ante un momento de gran complejidad social, pedagógica, sanitaria, debemos desaprender/aprender desde la humildad, la empatía y la superación. Redefinir y contextualizar cuál es nuestro propósito mientras aprendemos a “surfear la ola”.
Ello conlleva abrazar la vulnerabilidad, tener ganas de mejorar, escuchar, acompañar, guiar, estimular, dando a su vez significación a la experiencia/inteligencia colectiva de la propia organización. La experiencia no es lo que te pasa sino lo que haces con lo que te pasa (Alonso, J.L. 2020). Tenemos que aprender de lo sucedido, poner en valor la inteligencia/conocimiento colectivo de las organizaciones a través del compromiso personal y organizacional.
Repensar/Recalcular
El nuevo marco de incertidumbre y complejidad conlleva a la reflexión de reorientar, reimaginar, redescubrir nuestro modelo, nuestra esencia. Debemos promover un liderazgo humilde, flexible, auténtico, ágil e inspirador. Con ello generar perímetros de confianza y confianza (Marcet, X; Gener, A. 2020).
El nuevo escenario requiere una nueva cultura organizacional y pedagógica, tener la capacidad de crear agendas con sentido, promocionar espacios multiplicadores y establecer prioridades consistentes (propósitos) con valor social y comunitario.
Desafíos/Retos
Ante nosotros tenemos diferentes horizontes/retos, entre ellos trabajar para atender las desigualdades, construir/diseñar nuevos escenarios capaces de adaptarse a las complejidades, promover la capacidad de crear lazos y coconstruir por el bien común.
Con ello las organizaciones deben generar un marco de superación de diferentes niveles de incertidumbre/complejidad (McKinsey, 2020), proyectar decididamente por equipos con visión exploratoria (ecosistemas I+D+I), favoreciendo la identificación de oportunidades, consolidando el mapa de colaboraciones/alianzas, fundamentar con rigor las informes/estudios internacionales y anticipar contextos de complejidad.
Por ello, los estudiantes del Grado en Pedagogía de UNIR tienen la oportunidad de cursar materias como Planificación Estratégica y Management de las Organizaciones que les permiten desarrollar competencias para la dirección de las organizaciones educativas, así como en gestión avanzada en procesos de calidad y cultura I+D+I.