Nelcy Yoli Valencia Olivero
En 2021, el 70.2% de los hogares rurales del país no contaba con conexión a internet. Esta realidad manifiesta la necesidad urgente de reducir la brecha digital.
El acceso a la tecnología en las zonas rurales de Colombia ha sido un tema crucial en los últimos años, especialmente en el ámbito educativo (Barón H., 2021; Cuesta & Pico, 2020; Cortés & Islas, 2021; Okoye et al., 2022). La implementación de infraestructura para facilitar el uso de las TIC con fines educativos en estas áreas, así como su adopción por parte de las comunidades rurales e indígenas, requiere directrices y políticas públicas que cierren la brecha digital (Camarda, 2016).
El acceso equitativo a un sistema educativo conectado es clave para mejorar la calidad de vida de estas comunidades. No solo les permitiría acceder a más información y ampliar sus oportunidades educativas, sino también participar en intercambios culturales, difundir conocimientos ancestrales y fortalecer su reconocimiento como parte de la diversidad (Torres-Madroñero, 2020).
La realidad colombiana pone de manifiesto la necesidad urgente de propuestas tecnológicas que reduzcan la brecha digital en el ámbito rural. Esto no solo implica incrementar la infraestructura, sino también fomentar la apropiación social de las TIC con un enfoque inclusivo e intercultural. La falta de recursos e infraestructura sigue siendo una barrera importante que limita el acceso a la educación de calidad y al desarrollo de los estudiantes en zonas rurales.
Las políticas públicas, aunque bien intencionadas, carecen de continuidad, lo que afecta la sostenibilidad de los programas educativos y dificulta la integración de las TIC en estos entornos (Barón & Gómez, 2012).
Alarmante falta de conectividad
El confinamiento de 2020 exacerbó la situación al poner de relieve las desigualdades de acceso a las TIC en las zonas rurales (Okot & Zúñiga, 2023). La brecha digital educativa en el medio rural se puede analizar desde diferentes factores, como la accesibilidad de la conexión, el acceso a la infraestructura tecnológica, las habilidades digitales y la tenencia de dispositivos (UNESCO, 2017, 2020, 2023).
La conectividad es un factor esencial para garantizar el derecho a la educación, y en Colombia, la situación es alarmante. En 2021, el 70.2% de los hogares rurales no contaba con conexión a internet, en comparación con el 30% en zonas urbanas. Esto limita el acceso a la educación, el trabajo y la interacción con el resto del mundo, afectando directamente las oportunidades de desarrollo en estas comunidades (DNP, 2022).
Según la Encuesta de Calidad de Vida de 2023 (DANE, 2024), en las zonas rurales de Colombia, el 64.2% de las personas tenía un teléfono móvil, de los cuales el 80.6% era un smartphone. Sin embargo, el uso de dispositivos como ordenadores o tabletas era bajo, con solo el 8.5% de los hogares rurales que poseían alguno de estos dispositivos. El alto costo de los dispositivos y la falta de interés o conocimientos fueron las principales barreras para su adquisición y uso.
Además, el acceso a internet seguía siendo limitado, ya que muchos hogares carecían de conexión debido al alto costo, la percepción de que no era necesario o la falta de cobertura en sus zonas.
El acceso a internet en las zonas rurales se realiza principalmente a través de teléfonos móviles, con un uso destacado para redes sociales, videollamadas y, en menor medida, para fines educativos. No obstante, la falta de dispositivos adecuados y la baja calidad de la conectividad limitan el potencial de las TIC para mejorar la educación en estas áreas. El acceso desde los hogares es el más frecuente, seguido por el acceso en los lugares de trabajo y las instituciones educativas; pero las oportunidades para utilizar internet de manera efectiva en el aprendizaje siguen siendo limitadas.
Iniciativas sostenibles
Más recientemente, los esfuerzos por reducir la brecha digital se han reflejado en programas como ‘Juntas de Internet’ y ‘Zonas Comunitarias para la Paz’, además de iniciativas como los Bootcamps de Talento Tech, que responden al segundo objetivo planteado y contribuyen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Además, el Ministerio TIC de Colombia se ha presentado ante la ONU como una potencia digital en inteligencia artificial, con el compromiso de no dejar atrás al medio rural en estos propósitos.
Para ello, se está impulsando el uso de tecnología satelital que mejora la conectividad, junto con el propósito de crear 14,057 puntos de acceso a internet gratuito para colegios y comunidades rurales a través del Proyecto Centros Digitales (ColombiaTIC, 2022).
Reto fundamental para la educación
En conclusión, la reducción de la brecha digital en las zonas rurales de Colombia es un desafío crucial para garantizar el acceso equitativo a una educación de calidad, especialmente tras la evidencia de desigualdad en el acceso a las TIC revelada durante el confinamiento de 2020.
A pesar de los avances en infraestructura y conectividad, aún persisten carencias significativas, como la falta de recursos tecnológicos, el elevado costo de los dispositivos y la baja cobertura en áreas rurales. Estas barreras limitan las oportunidades educativas y el desarrollo de las comunidades rurales e indígenas, afectando su capacidad para integrarse en un sistema educativo conectado.
(*) Nelcy Yoly Valencia Olivero. Profesora del Máster Universitario en Liderazgo y Dirección de Centros Educativos de UNIR. Experiencia investigadora y docente en el ámbito universitario. Experiencia profesional en la formación profesional para el empleo y en organizaciones de inclusión social. Experta en migraciones, género, trabajo, sociedad digital e inclusión social.
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