Ingrid Mosquera Gende
Con la finalidad de celebrar el Día Mundial del Docente, se desea destacar el importante papel del profesor en el aula, prestando especial atención a su relevancia en la atención a alumnos con diversidad funcional, promoviendo su inclusión y el correcto desarrollo de todas sus habilidades y potencialidades.
Este 5 de Octubre se celebra el Día Mundial del Docente y se conmemora la figura del profesor como educador. Es un buen momento para recordar que el profesor no enseña, el profesor educa. Esto supone el aprendizaje de competencias cognitivas y de competencias no cognitivas, como son los valores.
Cuando en un aula hay alumnos con NEAE (necesidades específicas de apoyo educativo), el docente es quien comparte con ellos el día a día, además de las ayudas más o menos puntuales que pueda recibir, por ejemplo por medio de PT (pedagogía terapéutica).
En el caso de que exista la necesidad de implantar ACIs (adaptaciones curriculares individualizadas), el último escalón de las adaptaciones, será el equipo directivo quien, después de reunirse con el Departamento de Orientación, con el tutor y con los padres, decidirá la adaptación curricular individualizada precisa, que podrá afectar a diversas áreas del currículum. En esas circunstancias, el profesor siempre será el garante de que esas medidas funcionen.
El papel protagonista del docente
Sea en ese extremo o en situaciones intermedias, el papel del profesor resultará fundamental para que la teórica inclusión lo sea de facto. Su objetivo es que ningún estudiante se quede atrás, ni en competencias cognitivas y contenidos, ni en competencias no cognitivas o soft skills. Nuria del Saz escribe lo siguiente, acerca del papel crucial de los maestros:
“Los maestros actuales tienen que saber que en sus clases hay y habrá, cada vez más, niños que aprenden de otra forma, que tienen dificultades para seguir el ritmo de la mayoría, pero que pueden porque tienen capacidades. Que son uno más con los mismos derechos que el resto. Que ante todo son niños. Hay maestros que se están dejando la piel por estos alumnos y es gracias a su voluntad y a su vocación que están llegando lejos”.
Debemos recordar que todos somos diferentes, con fortalezas y debilidades, con personalidades únicas y con distintos talentos e intereses. A través de esta diversidad, de casuística dispar, el docente deberá intentar ver el lado positivo de la heterogeneidad, las posibilidades de aprendizaje y la riqueza que se puede extraer de nuestras peculiaridades, que nos hacen irrepetibles.
Aún así, resulta necesario subrayar que, muchas veces, los adultos vemos las cosas desde un punto de vista distinto a los más pequeños. Podemos comentar o explicar cuestiones que, a lo mejor, los más pequeños no ven del mismo modo:
El buen profesor
No cabe duda de que estudiar la teoría es muy diferente a ponerlo en práctica, pero siempre que tengamos a un docente entregado y profesional, nuestros hijos aprenderán importantes lecciones de vida:
– Un profesor educa en tolerancia, inclusión y empatía.
– Un profesor adapta sus clases de forma creativa y motivadora para sus estudiantes.
– Un profesor sabe que tanto el trabajo cooperativo como otras metodologías y recursos innovadores pueden facilitar el aprendizaje de los alumnos, personalizándolo, teniendo en cuenta diferentes inteligencias, ritmos y estilos.
– Un profesor exige a sus estudiantes y se exige a sí mismo.
– Un profesor aprende día a día junto a sus alumnos.
– Un profesor se esfuerza y se autoevalúa.
– Un profesor es un gran observador, con mil ojos para ver todo lo que pasa en el aula.
Resumiendo, un profesor es casi un superhéroe, con superpoderes auditivos y emocionales: todo lo oye, visuales, todo lo ve, sabe cómo te sientes y es empático. ¿Y por qué no digo “un buen profesor” y solamente digo “un profesor”? Porque asumo, salvo excepciones, que el sustantivo profesor ya lleva implícito ese adjetivo, bueno, como parte intrínseca del mismo.
La importancia de la normalización
En el trato con alumnos con NEE (necesidades educativas especiales), la idea es la misma, aunque siempre con más atención, pero parte imprescindible de esa inclusión es tratar a estos niños como al resto de compañeros. Iris Carabal, en su blog Avanzando con Emociones, lo explica en primera persona:
“Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos los maestros y maestras consiste en normalizar la diferencia. El aula es un caldo de cultivo donde se dan una media de entre 25 y 35 niños y niñas con diferentes personalidades, caracteres, ritmos de aprendizaje, niveles de desarrollo y, en especial, diferentes perfiles neurofuncionales.
Aunque más que un reto, debería ser enfocado como un deber, ya que normalizar la diferencia implica hacer escuela inclusiva, valorando las necesidades educativas especiales de cada niño e impulsando sus fortalezas para poder alcanzar procesos de enseñanza y aprendizaje óptimos para adquirir un desarrollo integral”.
En ocasiones, nuestra excesiva voluntad de ayudar a las personas con algún tipo de diversidad funcional puede redundar en que se sientan diferentes.
Y eso mismo puede suceder en el aula. Tendremos que ver hasta dónde podemos llegar y cómo debemos afrontar las diferentes situaciones que se planteen, siempre partiendo de esa deseable normalidad educativa. En este sentido, desde el Máster Universitario de Educación Especial de UNIR, se pretende ofrecer una formación complementaria para mejorar tus conocimientos, habilidades y competencias respecto a las NEE y, así, poder responder de forma adecuada a la diversidad funcional del aula en cualquier etapa educativa.
Los superhéroes de la historia
Porque los profesores somos casi superhéroes, pero los superpoderes los tenemos que aprender y practicar día a día, siempre con ayuda y colaboración, para poder lograr una inclusión real y constructiva de la que todos nos beneficiemos y nos sintamos orgullosos.
Y digo casi superhéroes, porque los verdaderos superhéroes están en los pupitres y en las casas. Por ellos, día a día, pondremos nuestro granito de arena, para intentar hacer un mundo mejor para todos, sin excepción, ¡súmate al reto!
Más información
Chacón López, H. y Olivares-Córdoba, J. (2017). Diversidad funcional y actitudes del profesorado. Una mirada presente y futura. Revista de Estudios e Investigación en Psicología y Educación. ISSN: 2386-7418, 2017, Vol. Extr., No. 06. DOI:https://doi.org/10.17979/reipe.2017.0.06.2144
García Vásquez, J. D., Piedrahita Callejas, M., López Fernández, A. F., Mejía Zapata, S. I. (2017). Percepciones docentes respecto a la diversidad funcional. Funlam Journal of Students’ Research, No. 2. DOI: https://doi.org/10.21501/25007858.2593
Juntando Recursos (2017). Lenguaje y discapacidad….digo diversidad funcional. Diversidad Funcional en Madrid.
Pereira Baz, M. A. (2017). Guía de atención a la diversidad. Proyecto EDIA, CEDEC.
Santa Cruz Lebrero, M. (2017). La inclusión de personas con diversidad funcional. Red Social Educativa.
Serrano García, G. (2017). Guía de recomendaciones para alumnado con diversidad funcional o necesidades educativas especiales. Proyecto Diversidad de ESIC.
- Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria