Alejandra Barreiro Collazo
El 8 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Dislexia con el objetivo de dar visibilidad a este trastorno del aprendizaje de la lectura y la escritura que afecta a cerca del 10% de la población mundial. Una realidad compleja en la que la detección precoz es clave.
La lectura, aunque muchas personas la perciben como algo sencillo, la realidad es que es una actividad altamente compleja. En un corto periodo de tiempo, deben realizarse numerosas operaciones cognitivas para que el proceso sea efectivo.
En el ámbito educativo, es fundamental fomentar tanto la adquisición como el perfeccionamiento de los hábitos de lectura. Según lo establecido en la normativa vigente, en la etapa de Educación Infantil es importante promover un primer acercamiento a la lectura, aunque no sea un requisito indispensable para avanzar a la Educación Primaria (LOMLOE, 2020 y Real Decreto 95/2022).
En los niveles educativos posteriores, el desarrollo de hábitos lectores debe ser una prioridad, dejando claro que la comprensión lectora debe trabajarse en todas las áreas curriculares. Para lograrlo, los centros educativos deben asignar un tiempo diario a la lectura y diseñar programas que promuevan el hábito lector y la alfabetización.
Esto se refuerza en las normativas específicas para las distintas etapas educativas: LOMLOE, 2020 y el Real Decreto 157/2022 para Educación Primaria, el Real Decreto 217/2022 para Educación Secundaria Obligatoria y el Real Decreto 243/2022 para Bachillerato.
En cuanto al proceso de lectura, algunos estudiantes, desde edades tempranas, muestran dificultades para adquirir las habilidades necesarias. Por esta razón, es esencial detectar estos problemas de manera precoz y actuar de forma temprana. Los enfoques preventivos permiten identificar a los niños en riesgo y adaptar las intervenciones a sus necesidades específicas desde una etapa temprana.
No obstante, en muchas clases hay un pequeño grupo de niños que, a pesar de contar con una base educativa sólida, realizar un gran esfuerzo y tener una inteligencia normal o superior, no logran desarrollar una lectura competente. En estos casos, se estaría hablando de un trastorno específico del aprendizaje relacionado con la lectura.
Abordar el problema en el entorno educativo
En la actualidad, se estima que entre el 5% y el 10% del alumnado presenta este trastorno específico del aprendizaje en lectura (Tamayo, 2017), lo que resalta la importancia de conocer y abordar esta problemática en el entorno educativo.
Siguiendo el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el DMS-5-TR (APA, 2022), el trastorno específico de aprendizaje en lectura está dentro de la categoría de los trastornos del neurodesarrollo. La persona debe presentar los siguientes criterios diagnósticos (DSM-5-TR, APA, 2022,p. 34-36):
a) Dificultades en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas, evidenciado por la presencia de al menos uno de los siguientes síntomas que han persistido por lo menos durante seis meses, a pesar de intervenciones dirigidas a estas dificultades:
- Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo (por ejemplo, lee palabras sueltas en voz alta incorrectamente o con lentitud y vacilación, con frecuencia adivina palabras, dificultad para expresar bien las palabras).
- Dificultad para comprender el significado de lo que lee (por ejemplo, puede leer el texto con precisión, pero no comprende la oración, las relaciones, las inferencias o el sentido profundo de lo que lee).
b) Las aptitudes académicas afectadas están sustancial y cuantificablemente por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo, e interfieren significativamente con el rendimiento académico o laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas (pruebas) estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica integral. En individuos de 17 años o más, la historia documentada de las dificultades de aprendizaje se puede sustituir por una evaluación estandarizada.
c) Las dificultades de aprendizaje comienzan en edad escolar, pero pueden no manifestarse totalmente hasta que las demandas de las aptitudes académicas afectadas superan las capacidades limitadas del individuo (p. ej. en exámenes cronometrados, la lectura o escritura de informes complejos y largos para una fecha límite inaplazable, tareas académicas excesivamente pesadas).
d) Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por discapacidades intelectuales, trastornos visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio en el lenguaje de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas.
Para hablar de trastorno específico de aprendizaje en lectura se han de cumplir los cuatro criterios de diagnóstico (a,b,c y d) basándose en una síntesis clínica de la historia del individuo (del desarrollo, médica, familiar, educativa), informes escolares y evaluación psicoeducativa.
(*) Alejandra Barreiro Collazo es docente UNIR. Doctora en Psicología y Educación por la Universidad de Oviedo. Profesora Ayudante Doctora en la Universidad Internacional de la Rioja y en la Facultad Padre Ossó, Centro Adscrito a la Universidad de Oviedo.
Referencias:
- Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado,340, de 30 de diciembre de 2020, pp. 122868-122953. Recuperado de https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2020-17264.
- Real Decreto 95/2022, de 1 de febrero, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil. Boletín Oficial del Estado, 28, de 2 de febrero, pp. 14561-14595.
- Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria. Boletín Oficial del Estado, 52, de 2 de marzo, pp. 24386-24504.
- Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria. Boletín Oficial del Estado, 76, de 30 de marzo, pp. 41571-41789.
- Real Decreto 243/2022, de 5 de abril, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas del Bachillerato. Boletín Oficial del Estado, 82, de 6 de abril, pp. 46047-46408.
- Tamayo, S. (2017). La dislexia y las dificultades en la adquisición de la lectoescritura. Profesorado. Revista de Currículum y Formación de Profesorado, 21(1), 423-432.
- Facultad de Educación