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Entender la discapacidad motora es fundamental para que el docente pueda favorecer la integración de estos alumnos y fomentar, además, su propia autonomía.
Podemos encontrar en el aula alumnos con tipos muy distintos de discapacidad motora, cuyas necesidades serán muy diferentes de unos a otros. Todavía, en torno a la discapacidad motriz, sobreviven algunas falsas creencias. Si queremos la normalización y la inclusión en la escuela tendremos que derribar barreras físicas, mitos y ofrecer una respuesta educativa ajustada a sus NEE.
Tipos de discapacidad motora en el aula
La discapacidad motora hace referencia a las alteraciones del aparato motor y su funcionamiento. Pueden ser alteraciones del sistema óseo, articular, nervioso y/o muscular, impidiendo, en algunos casos, realizar actividades de la vida cotidiana. Estos serían los tipos de discapacidad motora en niños más frecuentes que el educador se puede encontrar en el aula:
Parálisis cerebral (PC)
Se caracteriza por las alteraciones del tono muscular, la postura y la movilidad en el niño, debido a una lesión encefálica en la etapa prenatal o durante la infancia. La sintomatología puede ser muy diferente. Hay niños con PC cuyas dificultades motrices son leves y otros que padecen síntomas asociados como movimientos involuntarios repetitivos, problemas auditivos o del lenguaje. Según la extensión y localización de la afectación podemos distinguir: monoplejía, hemiplejía, paraplejia o tetraplejia.
Existe la falsa creencia de asociar la PC con bajo desarrollo intelectual. Sin embargo, hay casos de PC donde las facultades intelectuales del niño no están afectadas. Además, el hecho de que la lesión sea crónica tampoco significa que no pueda realizar progresos en sus funciones motoras.
Espina bífida
Es una anomalía congénita de la columna vertebral que provoca una parálisis por debajo de la lesión, falta de sensibilidad y/o una malformación en algún miembro inferior. En algunos casos el niño padece hidrocefalia: un factor de riesgo para sufrir discapacidad intelectual. Si no es así o está controlada, no afectará en gran medida a su desarrollo cognitivo y aprendizaje.
Miopatía o distrofia muscular progresiva
Esta discapacidad motora se caracteriza por la pérdida de fuerza por una degeneración muscular progresiva a lo largo de los primeros años de vida del niño.
Ataxia
Este término engloba a las dificultades del niño para mantener el equilibrio, la postura y el control del movimiento voluntario por una disfunción, principalmente, en el cerebelo.
Derivados de traumatismos craneoencefálicos
También pueden generar lesiones del encéfalo que derivan en problemas motores, emocionales o dificultades en el lenguaje y la memoria. A veces las habilidades afectadas pueden recuperarse por completo, en otros casos —dada la gravedad del traumatismo—las secuelas son permanentes.
Derribando barreras: consejos para una mejor atención en el aula.
Como vemos el alumnado con las discapacidades motoras es muy heterogéneo. La respuesta educativa debe ser consonante con las dificultades específicas de cada niño. No obstante, estas son las NEE comunes a estos alumnos, que se deben atender en el aula y desde el centro:
Autonomía del niño, especialmente respecto a su movilidad
El centro y el aula deben estar preparados para que el alumno pueda desplazarse sin problemas con la silla de ruedas o el andador. Esto supone contar con espacios amplios, rampas o ascensores, cuartos de baño y mobiliario adaptado. Es importante también que pueda acceder al material escolar y a los juguetes sin problema en el aula.
Contar con apoyos pedagógicos
Todo el equipo educativo y los profesionales externos al centro (fisioterapeutas, logopedas, psicólogos…) necesitan trabajar en coordinación para la atención tanto del niño como con la familia de este.
Desarrollo social
No hay que olvidar que la dificultad para moverse, de interactuar con el entorno, va a afectar al desarrollo de estos alumnos en todos los niveles: sociales, cognitivos y emocionales. Muchos niños con discapacidad sufren baja autoestima. No se sienten competentes y esto afecta a sus aprendizajes y a su interacción con los demás.
Desde el aula el profesor puede favorecer su inclusión a través de trabajos en equipo y potenciando la ayuda entre compañeros de manera bidireccional. Es decir: unas veces puede encargar a un alumno que ayude al niño con discapacidad motora; otras, pedirá a este que ayude a su compañero en alguna tarea. De esta manera se sentirá válido y un miembro más de la clase.
Uso de sistemas de comunicación alternativa o aumentativa (SAAC) para los alumnos con discapacidad del habla asociada
Estos recursos tienen como objetivo compensar y favorecer la expresión oral. Pueden ser pictogramas, que representan objetos a través de fotos, dibujos e imágenes; tableros de comunicación tipo cuaderno de casillas organizado con letras, sílabas, pictogramas…; o aplicaciones para móviles y Tablet que funcionan como comunicadores.
En conclusión: la discapacidad motora en niños no tiene por qué suponer una barrera insalvable. Trabajar con este alumnado requiere formación específica en necesidades educativas especiales, que el educador desarrolle nuevas habilidades pedagógicas para sacar todo su potencial y, sobre todo: el compromiso de ofrecer la mejor educación a todos los alumnos por igual.
Actividades para desarrollar en el aula
Gracias a los avances en las adaptaciones que se han ido incluyendo en las aulas los alumnos con NEE pueden desarrollar una vida escolar junto a sus compañeros, salvando las limitaciones que su discapacidad les pueda provocar.
Para hacer partícipes a todos los alumnos de la discapacidad de sus compañeros, fomentar su entendimiento y conseguir una integración real en el aula se pueden desarrollar actividades lúdicas y sensibilizadoras como:
En primera persona
Para derribar ideas preconcebidas y facilitar la comprensión de una discapacidad lo mejor es experimentarla. Para esto se pondrá a los niños, por turnos, a hacer uso de una silla de ruedas para experimentar en primera persona cómo es moverse con ella en diversas situaciones, como recoger algo que se cae al suelo, salir al recreo, ir al baño, etc.
No cabe duda de que las experiencias vividas de una manera lúdica y en primera persona se comprenden mucho más fácil y no se olvidan.
A mí me gusta…
Este juego busca que, a pesar de las diferencias físicas que existan, los alumnos entiendan que tienen muchas más cosas semejantes de lo que parecen.
Para esta actividad no se necesita ningún material más que un aula con buen tamaño, por donde los niños se irán moviendo y pararán sólo cuando se les pida hacer una determinada acción, como por ejemplo: abrazar a alguien que le guste el color verde, chocar las cinco a quien prefiera el mar a la montaña, saludar con un gesto inventado a quien le encante el chocolate, etc.
Actividades manuales
Realizar tareas como manualidades, pintura o cerámica favorecen la integración al tiempo que desarrollan la creatividad y la autoestima. Estas actividades pueden ser desarrolladas por todos los compañeros, en el caso de los que tengan alguna discapacidad son una excelente vía con la que fomentar las relaciones sociales.
Juegos de mesa y de memoria
Similar al ejemplo anterior, realizar este tipo de actividades en el aula favorece el desarrollo de la memoria y permite a todos los alumnos relacionarse e interactuar en igualdad de condiciones.
La obra maestra
Para desarrollar esta actividad se forman grupos y se le enseñan a los niños obras de diversos pintores famosos —los cuales usan en sus creaciones formas simples y una amplia variedad de colores— con la finalidad de que entre los integrantes de cada equipo seleccionen una y hagan una réplica.
Para lograrlo deberán recortar, colorear, pegar, hacer dibujos… y para eso dispondrán de hojas de papel de colores, lápices, purpurina, ceras, marcadores, regla, tijeras, etc. con los que deberán realizar una obra que se asemeje a la seleccionada.
Si bien es una actividad diseñada para que participen niños con y sin discapacidad motora, en el caso de que algún alumno tenga dificultades para participar el profesor le explicará al resto del grupo cómo pueden ayudar a su compañero para que este haga las acciones más fáciles, y así pueda también dejar su huella en la obra final.
Imaginar
Una herramienta poderosa que no requiere de movimiento y que todos puedan usar es la imaginación. Por eso, para favorecer el buen ambiente en el aula y la participación de todos los alumnos se pueden proponer juegos donde se deba usar la imaginación, bien sea para crear o para adivinar alguna cosa.