Elías Said Hung
El doctor Elías Said Hung, director del Máster en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR, nos explica qué es la Educación Inclusiva y cómo diferenciarla de la Educación Especial.
Cuando se habla de Educación Inclusiva, muchas veces, se tiende a circunscribirla a la espera de la Educación Especial, pero quizás se esté cayendo a un reduccionismo sin querer. Ambas guardan una asociación tan estrecha que muchas veces se confunden, lo que ayuda a cerrar la visión de la importancia de promover la Educación Inclusiva en todas sus dimensiones, a nivel de los contextos educativos formales y no formales.
Qué es la Educación Inclusiva
Desde la década de 1990, el término de Educación Inclusiva ha venido ganando terreno tanto a nivel social como educativo. Según la UNESCO, debe ser entendida como un modelo educativo centrado en facilitar que el mayor número de estudiantes puedan aprender lo mejor posible (desde una educación de calidad), a favor de la superación de los diferentes tipos de exclusión que existen socialmente y que van en contra de los derechos humanos de cualquier individuo.
Por tanto, la Educación Inclusiva lleva implícito la defensa de igualdad de oportunidades para todas las personas. Es una lucha constante por remover cualquier tipo de barreras que puedan existir para el aprendizaje y que impiden la participación de todos los estudiantes, por alguna condición de vulnerabilidad, por motivos físicos, religiosos, políticos u otros.
La inclusión significa que todos los estudiantes cuentan con las mismas oportunidades de participar activamente en la sociedad, sin importar la diversidad inherente que puedan tener. Por lo que, hablar de educación inclusiva debe ser entendido como un enfoque educativo y no como un conjunto de técnicas aplicadas para la enseñanza.
Rasgos característicos de la Educación Inclusiva
Defender el enfoque inclusivo, sin enmarcarla solo desde la Educación Especial, posee rasgos que ameritan ser tenidos en cuenta:
- La inclusión se centra en las capacidades de los estudiantes, sin importar la diversidad inherente de estos.
- Se dirige a la educación en general, desde los niveles básicos de enseñanza como otros existentes, tanto a nivel formal como no formal.
- Exige un cambio de modelo educativo profundo, que incide en el devenir de cómo se concibe la educación, en su sentido más general.
- Acepta a cada individuo desde sus características más personales y diversas que tengan, no solo a nivel físico, sino también desde el punto de vista sociocultural.
- La inclusión no parte de enseñar igual a todos(as), sino en enseñar a cada uno desde las necesidades que se tengan para que puedan ser sujeto de los mismos derechos.
- Se enriquece de la diferencia que cada persona posee individualmente.
- Busca eliminar barreras que inciden en la participación, en igualdad de condiciones, dentro del sistema educativo y social al que se hace parte.
La Educación Especial
Pese a que la Educación Especial parte del enfoque que fundamenta la Educación Inclusiva, se centra en la atención que suele brindarse, a nivel de educación básica, a niños/as con necesidades especiales por motivos físicos o psíquicos. Para alcanzar su objetivo, se aborda en ella las siguientes claves:
- La relación de los problemas de aprendizaje y los recursos didácticos.
- El rol de la escuela y la respuesta educativa (como espacio físico, humano y organizativo dispuesto para tal fin).
Aunque ambos son parecidos, en el caso de la Educación Especial, estamos hablando de un concepto que tiene un mayor recorrido dentro del debate educativo. Esa semejanza contribuye a la asociación de este con la Educación Inclusiva.
Rasgos característicos de la Educación Especial
La Educación Especial se caracteriza por concebir la integración de los estudiantes, a través de los procesos de enseñanza-aprendizaje desde el punto de vista físico, social o funcional. Se considera además una disciplina científica, dentro del campo de la educación, así como un área de conocimiento, en la que participan diferentes disciplinas (Sociología, Biología, Medicina, Didáctica, Psicología o Pedagogía, por ejemplo).
Como disciplina, la Educación Especial se lleva a cabo a nivel pedagógico desde el ámbito curativo, correctivo o terapéutico y, sobre todo, se suele delimitar a la atención de individuos con características o necesidades “especiales”. También suele aplicarse en contextos básicos, como el familiar, comunitario y desde diferentes instituciones sociales.
Por tanto, hablar de Educación Inclusiva no necesariamente es aludir a la Educación Especial y viceversa, por más asociación que exista. Lo que exige poner en valía ambos conceptos, sin entenderles de igual forma.
Por un lado, la Educación Especial debe entenderse más como una disciplina centrada en la promoción de mecanismos de integración de quienes detentan una condición “especial” física, social o funcional.
Por otro lado, la Educación Inclusiva lleva implícito la necesidad y el compromiso de enseñar a niños/as, jóvenes y adultos, de llevar a cabo procesos de enseñanza-aprendizaje que no discrimine por ningún motivo, que reconozca la diferencia y que se asuma esta como un elemento enriquecedor en el aprendizaje individual y colectivo.
Es por lo antes expuesto que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de las Naciones Unidas centra su atención en la Educación Inclusiva. Plantea la necesidad de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, en el sentido más amplio del término y a nivel de todos los niveles educativos.