UNIR Revista
La educación inclusiva es una práctica fundamental en los programas educativos que proporciona muchos beneficios y promueve valores clave para el desarrollo de sociedades sanas y respetuosas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura —la Unesco— ha establecido la definición de educación inclusiva como “el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación”. Sin duda, la educación inclusiva es clave en nuestra actual sociedad multicultural. En UNIR abordamos sus claves y su importancia en la sociedad actual.
La Unesco también señala que la inclusión educativa “involucra cambios y modificaciones en contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con una visión común que incluye a todos los niños y niñas del rango de edad apropiado y la convicción de que es la responsabilidad del sistema regular, educar a todos los niños y niñas”.
En resumen, la definición de educación inclusiva más sencilla se basa en el principio de que cada persona (niño/a, joven o adulto) tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje distintos y deben ser los sistemas educativos los que estén diseñados teniendo en cuenta la amplia diversidad de dichas características y necesidades.
Claves de la inclusión educativa
Entre las características básicas de una educación inclusiva cabría destacar:
Universalidad
En la educación inclusiva no existen requisitos de acceso ni mecanismos de selección para la admisión de alumnos/as. Evalúa el progreso de los estudiantes de forma global, teniendo en cuenta sus capacidades de forma individualizada, y tiene sitio para todos/as.
Calidad
Persigue la mejora de la calidad de vida de los menores y sus familias. Con el núcleo familiar se establece una relación positiva de colaboración marcada por el respeto, la reflexión, la empatía y la escucha activa y proactiva. Deben estar presentes en los centros, participar como parte de la comunidad educativa, en las actividades y programaciones de sus hijos, así como en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Libertad
La educación inclusiva tiene como objetivo formar a personas con sentido democrático, desarrollar un espíritu crítico y de cooperación. El aprendizaje tiene un carácter comprensivo, crítico y multidisciplinar. Los maestros serán un recurso y apoyo que guía a los niños, pero siempre teniendo en cuenta sus motivaciones y necesidades.
El marco legal de la educación inclusiva
Respecto al marco legal de la educación inclusiva, los constantes cambios que ha sufrido la Educación en nuestro país en materia legislativa no han afectado en demasía a esta materia. La reciente Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), que entró en vigor a principios de marzo de 2020, reconoce el derecho de los alumnos a recibir “una educación inclusiva y de calidad”.
Otra referencia notable en la ley aparece en el punto 3 de su artículo 4, que señala que “sin perjuicio de que a lo largo de la enseñanza básica se garantice una educación común para todo el alumnado, se adoptará la inclusión educativa como principio fundamental, con el fin de atender a la diversidad de las necesidades de todo el alumnado, tanto del que tiene especiales dificultades de aprendizaje como del que tiene mayor capacidad y motivación para aprender”.
Igualmente, en el artículo 121, punto 2, se detalla que “el proyecto educativo del centro recogerá, al menos, medidas relativas a la acción tutorial, los planes de convivencia y de lectura y deberá respetar los principios de no discriminación y de inclusión educativa como valores fundamentales”.
La importancia de la educación inclusiva
A través de la educación inclusiva se logran muchos avances que reflejan la importancia de esta práctica. Uno de los progresos más notables es la inclusión social y académica de todo el alumnado, sin distinción, poniendo más énfasis a los estudiantes en riesgo de exclusión social.
Además, la importancia de la educación inclusiva se ve reflejada en los siguientes puntos:
- Promueve la implementación de un sistema educativo único, sin programas especiales que hagan distinciones entre estudiantes.
- Educa en valores tan importantes y necesarios como el respeto y la solidaridad.
- Fomenta la igualdad de oportunidades y la participación.
- Su educación conduce al desarrollo de sociedades más críticas y cooperativas y, en definitiva, promueve la inclusión en todos los ámbitos tanto sociales como laborales.
La educación inclusiva es un ejemplo de una educación de calidad y su puesta en práctica es de suma importancia para hacer de la enseñanza una práctica universal y accesible a todo tipo de alumnos.
Principales barreras para una educación inclusiva
Algunas de las barreras con las que se enfrenta la educación inclusiva son:
- Creencias. Algunas personas tienen convicciones erróneas que obstaculizan la integración de personas que tienen una cultura diferente o algún tipo de discapacidad.
- Problemas de accesibilidad. Las barreras físicas también pueden dificultar el acceso a la escuela de personas con movilidad reducida.
- Planes de estudios. Hay programas educativos demasiado rígidos y son difíciles de adaptar a alumnos con dificultades en el aprendizaje.
- Docentes poco formados. A la hora de impartir clase es posible que haya profesores que no cuenten con la formación adecuada.
- Normativa. La legislación de la comunidad o país donde se integre la escuela puede suponer un problema para integrar a todos los alumnos y promover la educación inclusiva.
¿Cómo fomentar la educación inclusiva en el aula?
El trabajo de la educación inclusiva en el aula representa una parte fundamental para ofrecer a los alumnos una educación de calidad. Algunas de las pautas para llevar a cabo este trabajo son:
- Conocer la clase. Es esencial que los alumnos conozcan las necesidades, demandas y personalidades de los alumnos que componen el aula. A través de preguntas, observación y juegos es posible llegar a esta información.
- Actividades que hagan pensar. El empleo de actividades que fomenten el pensamiento crítico de los alumnos es muy útil para concienciarlos, hacer que se replanteen problemas y sus respectivas soluciones y actúen de forma crítica y justa.
- Evaluaciones diversas. Con el fin de adaptarse a las particularidades de cada estudiante, se puede implementar evaluaciones diferentes según las necesidades y rendimiento del alumno.
- Participación de los alumnos. Dirigir su propio aprendizaje es una parte importante de la educación inclusiva, lo que se persigue con esta acción es hacer más partícipes a los alumnos.
- Inteligencias múltiples. La propuesta de Howard Gardner es el reconocimiento de la diversidad de habilidades y capacidades. En clase es fundamental valorar cada tipo de inteligencia y potenciarlas con actividades adaptadas.
Prácticas inclusivas en el aula
En cuanto a ejemplos de prácticas inclusivas en el aula, el Máster en Educación Inclusiva e Intercultural online de UNIR aporta diferentes estrategias a tener en cuenta a la hora de plantearse cómo implementarla dentro de los centros escolares.
Entre las más habituales —y que se ha demostrado exitosa— está:
- El agrupamiento heterogéneo y flexible, potenciando el valor de la diferencia. También es recomendable alternar los agrupamientos dentro de un aula y combinar el trabajo en equipo en grandes y pequeños grupos con un tiempo de trabajo individual.
- Explorar las capacidades individuales supone una buena estrategia de inclusión educativa, ya que contribuye a fomentar los talentos no curriculares, como la colaboración, empatía o liderazgo. Esto permite la diversidad de capacidades que poseen todas las personas y que pueden ser útiles para trabajar en equipo y sacar adelante determinados proyectos.
- Establecer metas realistas y alcanzables. Para hacer sentir a los alumnos más motivados y fomentar su desarrollo mental los docentes han de proponerles metas realistas, que puedan alcanzar evitando que se frustren porque no llegan a los objetivos marcados.
- Fomentar la participación. Mediante juegos de preguntas que insten a sacar conclusiones o expresar opiniones se contribuye a que los estudiantes se sientan parte de la clase y desarrollen habilidades comunicativas.
La escuela del siglo XXI no se entiende sin una inclusión educativa adecuada. Por eso, los docentes deben contar con las herramientas y la formación adecuada que faciliten el proceso.