Ingrid Mosquera Gende
Segundo de una serie de artículos en los que abordaremos la importancia de la observación en las diferentes etapas educativas mediante el relato, en primera persona, de profesores con una dilatada experiencia docente. En esta ocasión, hablaremos de Formación Profesional.
En nuestro artículo anterior, tres maestros de Primaria nos daban sus impresiones acerca de la importancia de la observación en el aula. En esta ocasión, tres profesores de Formación Profesional hacen lo mismo en referencia a su etapa educativa.
En un entorno eminentemente práctico, como es la FP, la observación toma nuevos matices que debemos tomar en consideración. Estos tres docentes nos explicarán cómo la emplean ellos en sus clases.
David Rubiato: “La expresión de algunas caras lo dice todo”
David Rubiato Ruiz es profesor en Ciclos Formativos de la Familia Profesional de Comercio y Marketing desde 2005. Actualmente, está en el CIFP La Laboral de Gijón, impartiendo clase en el Ciclo Formativo de Grado Superior de Comercio Internacional. Además, David es uno de los Jefes de Estudio del centro. En los siguientes párrafos nos explica las aplicaciones prácticas de la observación en el aula.
La observación del alumnado es esencial para llevar a cabo un buen proceso de aprendizaje, por ese motivo la tengo presente desde el primer día de clase, aunque a veces me resulte difícil trasladar esa observación diaria a su calificación final de una forma objetiva. No obstante, me ayuda a comprobar las necesidades de los estudiantes en cada momento.
Por ejemplo, es útil para detectar si algún concepto necesita ser explicado de nuevo (a veces la expresión de algunas caras lo dice todo) y también para comprobar qué alumnos precisan algún tipo de refuerzo o ejercicios extra que supongan un mayor desafío para mantenerlos motivados.
Además, la observación es parte esencial en algunas de las actividades y trabajos que realizo con ellos durante el curso. A modo de ejemplo, me gustaría destacar tres:
-Dinámicas de grupo realizadas al principio de curso. La observación de sus reacciones y formas de actuar durante el proceso, me ayudan a formar equipos de trabajo equilibrados y heterogéneos.
-Parte de la nota de uno de los trabajos de la primera evaluación depende de su exposición en clase. Por tanto, es esencial observar su expresión oral y gestual para valorar dicha presentación. Para esta calificación dispongo de una rúbrica indicando los aspectos que tendré en cuenta.
-Al final de la primera evaluación realizo un Breakout educativo. Me sirve para valorar algunas de las soft skills que las empresas demandan de nuestro alumnado, es esencial observar quién asume el papel de líder, cómo trabajan bajo presión y cómo colaboran entre sí.
En definitiva, la observación me ofrece una información muy valiosa para el desarrollo de mis clases y para comprobar el logro de las competencias y habilidades transversales que las empresas reclaman.
Victoria Rodríguez: “Los alumnos no son simples números”
Victoria Rodríguez Almonacid es profesora de FOL en el IES Pedro Mercedes de Cuenca. Sus clases están dirigidas, en palabras de la propia docente, a los alumnos de los conocidos como ciclos de bata azul (mecánica, madera y mueble). El perfil de sus estudiantes es fundamentalmente masculino, de 17 años en adelante. En las siguientes líneas nos cuenta cómo la observación es imprescindible para conocer a sus estudiantes.
En mi día a día observo de manera continua a mis alumnos, ya que considero que es más importante escuchar que hablar. Gracias a ello puedo analizar si han asimilado los contenidos tratados en el aula, por ejemplo cuando corregimos ejercicios, cuando planteo preguntas o doy explicaciones.
Además, la observación no solo resulta fundamental en un plano académico, sino también a nivel humano. Cuando los adolescentes tienen algún problema, suelen enfadarse con el mundo y cerrarse en banda, y es ahí cuando nosotros como docentes debemos acudir a su llamada, tanto desde el punto de vista personal como educativo, ya que, con problemas, el rendimiento disminuye.
En esos momentos de incertidumbre, tensión o desasosiego, los llamo aparte para hablar de los comportamientos, conductas o gestos observados. Suele surtir efectos relajantes en ellos, creándose un vínculo inigualable.
Como conclusión, tengo que decir que, para mí, la observación es vital. No concibo estar en el aula y tratarlos como simples números. En ese sentido, interpretar sus caras y sus gestos nos ayuda a entenderlos mejor, es una parte básica de mi trabajo y me encanta.
Víctor Gómez: “La observación sirve para adelantarnos a los problemas”
Víctor Gómez Muñiz es profesor de Historia e Historia del Arte en su ciudad natal, Burgos. Apasionado de las nuevas tecnologías, el aprendizaje basado en proyectos y la gamificación, busca, a través de estas metodologías, que el alumnado se sumerja de lleno en el mundo del arte y de la historia.
Puedes conocer su trabajo en Twitter, @RussoBCF, a través de su blog o en su canal en Youtube, herramientas con las que comparte sus artículos, vídeos, actividades e ideas. A continuación, nos ofrece su reflexión sobre la observación.
El día a día en la Formación Profesional Básica es como una montaña rusa de sentimientos, reacciones, expresiones y conflictos. Por este motivo, la observación se convierte en un instrumento realmente importante para el docente. Obviamente, tenemos siempre presente que cada alumna/o es un mundo, pero con la observación intentamos adelantarnos a posibles problemas o situaciones complicadas dentro del aula.
A través de la observación podemos generar una serie de sinergias positivas entre profesor y alumnado para promover un buen comienzo. Necesitamos conocer en profundidad a nuestros discentes desde el primer día de clase: origen, expectativas, experiencias pasadas, etc.
Toda esta información es básica para conseguir un ambiente de trabajo óptimo, y a esto debemos unir la observación. Podemos ver cómo se relacionan, cómo trabajan individualmente y en grupo, además de sus carencias de aprendizaje, así como sus puntos fuertes.
En el módulo sociolingüístico, los debates entre alumnos, los proyectos de recogidas de datos o las actividades heurísticas, o de formulación de hipótesis, van más allá de lo meramente académico, puesto que nos permiten ver cómo se desenvuelven en diversas situaciones, cómo reaccionan ante opiniones adversas y cómo organizan el tiempo del que disponen.
Toda esta información, que se consigue observando, juega a nuestro favor, pudiendo generarse actividades que les motiven, que sean cercanas a sus intereses y gustos y, por supuesto, que sean útiles para su día a día. De ese modo, podemos introducir contenidos de carácter social, relacionados con espacios cercanos, con sus rutinas o con el patrimonio que les rodea.
Esta puede ser una de las principales ventajas que nos aporta la observación en la etapa de la Formación Profesional Básica, una cercanía muy necesaria que nos conecta más con nuestros estudiantes.
En conclusión, resumiendo las aportaciones de los tres profesores, podemos decir que la observación en esta etapa supone una parte esencial de su trabajo diario, que les ayuda, no solo a conocer a los alumnos a un nivel personal y humano, sino también a analizar las relaciones existentes entre ellos, así como a tomar decisiones acerca de la formación de grupos o la necesidad de posibles actividades de refuerzo o extensión, además de ser pieza clave para realizar propuestas en las que los estudiantes puedan sentirse cómodos y motivados.
- Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria