Ingrid Mosquera Gende
En esta entrada, se incluyen los interesantes resultados obtenidos en una encuesta realizada en Twitter y contestada por más de doscientos docentes de todas las etapas educativas. Aunque no se pueden extrapolar las conclusiones, pienso que pueden servir para la reflexión y el debate, siendo ese su único objetivo.
En el mes de junio proponía una pregunta que estaba levantando bastante controversia en ese momento en mi maravilloso e idolatrado Twitter: ¿Existe la vocación docente? Para mí la respuesta a esa pregunta siempre ha sido muy clara, muy obvia y muy rotunda. Sin embargo, me sorprendía ver que se levantaban bastantes voces proclamando lo contrario.
Personalmente siempre he distinguido, por decirlo mal y pronto, entre trabajos y profesiones o entre trabajos y vocaciones. Hay trabajos que son de ocho horas, con suerte, o de doce, o de las que sean, y otros que te los llevas a casa con mucho gusto, en los que piensas a menudo en cómo hacerlo mejor, en los que disfrutas y en los que piensas que suerte tengo de dedicarme a lo que me gusta.
Conozco a una chica que disfruta en su puesto de atención al cliente en un call center, le encanta, u otra que ama su huerto ecológico y lo ha convertido en su modo de vida. No se trata de un sueldo ni de un prestigio profesional, pienso que se trata de un entorno laboral agradable, de flexibilidad y de que te guste lo que haces.
También entiendo que muchos pierden su vocación por el camino, debido a múltiples razones, un ambiente de trabajo hostil, dificultades burocráticas, continuos cambios legislativos, trabas para innovar o mejorar etc., generando tensiones, estrés, hastío… Imagino que parte de esto va en la personalidad de cada uno y en ser capaz, o no, de afrontar esos desafíos e impedimentos. Además, no todos tenemos las mismas experiencias ni llevamos la misma mochila. Por eso creo que en ningún momento debemos juzgar a otros.
Pero no puedo evitar pensar, no quiero evitar pensar, que los docentes tenemos algo especial, estamos hechos de otra pasta. Quiero pensarlo así y así lo pienso, aunque siempre hay excepciones, como en toda buena regla.
La encuesta
La encuesta recibió una media de más de 200 respuestas, estando disponible siete días, el plazo máximo permitido en Twitter. Las preguntas fueron 37, algunas propuestas por los propios participantes. El número máximo de opciones para cada pregunta era de cuatro, un aspecto que también resulta limitante, pero se consideró que incluir un enlace a otro tipo de herramienta digital más adecuada y con más posibilidades disminuiría el número de respuestas, pues muchos ya no se pararían a pinchar un enlace.
Obviamente, esta encuesta no es extrapolable a ninguna población más extensa y solo responde a fines divulgativos y a la curiosidad que despiertan las propias respuestas, intentando contribuir a la reflexión entre los compañeros. Huelga decir que no tiene ningún tipo de rigor científico. Comento brevemente los resultados por núcleos temáticos.
Sobre la vocación docente
La primera pregunta era clara, la principal: ¿Existe la vocación docente? Y, como ya adelantábamos en la imagen de arriba, la respuesta fue contundente, un 90%, de más de 250 participantes, respondió que sí. Sin embargo, incluyendo otros ítems de la encuesta, un porcentaje aún más alto, un 98%, admitía que no todos los profesores tienen vocación docente y que muchos (lo piensa un 66%) han llegado a la profesión de rebote.
En este mismo sentido, es interesante comprobar cómo un 6% piensa que la vocación no siempre tiene que ser positiva y cómo un 35% indicó que la profesión docente es un trabajo como cualquier otro. En relación a ello, un 62% se siente docente las 24 horas, frente a un 38% que no lo siente así. Paralelamente, un 45% se considera maestro dentro y fuera del centro educativo. Solo un 53% nos dice que va contento al aula todos los días, aunque esto es muy relativo porque el todos los días puede ser mucho pedir.
Un 27% de los encuestados piensa que la vocación no es necesaria en su trabajo, mientras que un 36% la considera fundamental y el resto, un 38%, estima que no es imprescindible pero que ayuda.
Sea como sea, más de un 60% no se siente valorado en su profesión docente, un 93% considera que la administración no brinda apoyo suficiente para desarrollar su labor y un 71% considera que su sueldo no es acorde con el trabajo realizado.
El respeto como clave
Aunque un 93% afirma que siente que está realizando una labor muy importante para la sociedad, solo el 58% se siente respetado por sus alumnos y este porcentaje baja aún más al hablar de las familias, a un 48%. La cifra sube un poco al tratarse de los propios compañeros, un 65%, pero también deja bastante que desear ¿no os parece?
En relación a las faltas de respeto, más del 60% de los profesores dice haber sufrido alguna falta de respeto verbal por parte de sus alumnos, una cifra equiparable al 51% por parte de sus familiares. En la mayoría de los casos, más de un 80%, los profesores encuestados no habían tenido que lidiar, afortunadamente, con agresiones físicas, ni de parte de alumnos ni de sus familias. Destaca más de un 30% que dice haber sufrido bullying por parte de sus compañeros, con algunos intercambios de insultos (5%) o incluso peleas físicas (3%).
Como el respeto es un arma de doble filo, merece la pena destacar que más de un 20% de profesores admite haber faltado al respeto a sus estudiantes en alguna ocasión. Quizás, una de las explicaciones a ese espinoso punto podamos encontrarla en que un 75% de los encuestados dice sentir mucho estrés en la profesión, un 18% poco estrés y solo un 7% nada de estrés, siendo las principales fuentes del mismo la burocracia y el currículum (71%), seguidos, muy de lejos, por los alumnos y sus familiares (19%). Un 79% demuestra preocuparse por la situación personal y familiar de sus alumnos.
La relación con los alumnos y la metodología
Haciendo una pregunta trampa, de esas en las que es difícil escoger, puestos entre la espada y la pared, el 57% de los encuestados entiende que la relación con los alumnos es más importante en sus clases que el dominio de la materia (43%). Del mismo modo, sitúan la metodología (63%) por encima del dominio en su área de conocimiento (37%).
Igualmente, parece que esa queja extendida de que ya no existe la cultura del esfuerzo también ha calado hondo ente los docentes, con más de un 70% respaldando esa afirmación. En ese sentido, casi de forma unánime (96%), el #claustrovirtual admite haber subido en alguna ocasión la nota a un alumno por su esfuerzo y más de un 70% reconoce haber suspendido a un estudiante por no esforzarse o no mostrar interés o, en caso de tener un cuatro y pico, admiten no haberle subido al cinco, por no merecérselo. Cabe destacar que un 89% de los encuestados considera que falta educación en valores.
En relación a otro tema controvertido, los deberes, nuestros profesores twitteros no iban a ser una excepción y hay bastante división de opiniones, aunque un 62% piensa que los deberes son importantes.
La innovación en Educación
Más del 30% de los profesores se consideran docentes innovadores y un 50% considera que tiene sus momentos innovadores. En este sentido, siendo preguntados por si tienen tiempo para innovar, más del 50% responde que sí lo tiene, pero robándoselo a su tiempo libre. Casi un 40% considera que no tiene tiempo para ello.
Un 80% de los encuestados se muestra proclives a que otros compañeros estén en el aula valorando, evaluando u observando su docencia. En cuanto a la formación continua, más de un 50% la considera responsabilidad de cada uno, frente a más de un 40% que la considera responsabilidad de las administraciones.
Las respuestas más contundentes
En ciertos aspectos, los docentes se han mostrado muy contundentes en sus respuestas:
-Un 90% opina que existe la vocación docente, aunque un 98% opina que no todos los profesores tienen vocación docente. Aun así, un 94% considera que la vocación es positiva para quien la siente.
-El 93% siente que está haciendo una labor importante para la sociedad y exactamente el mismo porcentaje no se siente apoyado por la administración en el desarrollo de su trabajo.
-Un 89% considera que hay una falta de educación en valores y el 96% ha subido alguna vez la nota por el esfuerzo.
Quedan esos datos para la reflexión.
Las respuestas más controvertidas
Entre las preguntas en las que los profesores parecen más divididos o que despiertan más controversia, hemos destacado los siguientes resultados:
-El 35% considera que la profesión docente es un trabajo como otro cualquiera.
-Solo el 58% se siente respetado por sus alumnos y el 48% por sus familias.
-Únicamente un 65% se siente respetado por sus compañeros.
-El 61% no siente que se valore su trabajo.
-El 62% se siente docente 24 horas al día. Igualmente, el 45% se considera maestro fuera del centro educativo. Pero solo un 53% va a clase feliz todos los días.
-El 57% valora más la relación con los alumnos que el dominio del contenido. Del mismo modo, el 63% valora más la metodología que el dominio del contenido.
-El 62% valora los deberes como importantes.
-El 52% considera que la formación continua es responsabilidad de cada uno, frente al 42% que la considera responsabilidad de las administraciones.
Quedan esos datos para el debate.
Concluyendo
Aunque, obviamente, no podemos extrapolar nada, creo que tenemos un cuerpo twittero de profesores muy motivado y vocacional, que siente la profesión más allá de las cuatro paredes del aula o del centro educativo.
Como cuestiones a mejorar, se destaca la falta de apoyo de las administraciones o el estrés generado por la burocracia y el currículum. Además, muchos docentes no se sienten valorados ni por la sociedad ni por los alumnos y sus familias.
Los profesores destacan la importancia de tener en cuenta el esfuerzo de sus estudiantes, dando una relevancia muy grande a su relación con ellos, así como a conocer sus circunstancias personales y familiares. Sin duda, somos docentes comprometidos, con voluntad de aprender e innovar.
Una respuesta que me ha llamado la atención es que muchos profesores no se sienten apoyados por sus compañeros, incluso reconocen haberse sentido acosados o menospreciados por ellos. Esto es una lástima, supongo que también tiene su reflejo en Twitter, en algunas cuentas, pero no son la mayoría. Para ellos, sobre todo, también estamos aquí, con un Twitter en positivo para aprender y apoyarnos.
Gracias a todos los que han contestado y hecho posible esta encuesta.
Es la hora de la reflexión y los comentarios. Las conclusiones las podéis sacar vosotros mismos.
¿Creéis que alguno de los porcentajes obtenidos es reflejo de la educación actual?
- Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria