Isabel Alvarez Castro
Con 29 años y trabajando entre Madrid y Málaga, Laura ha decidido compaginar su vida laboral y personal con la formación continua, una experiencia en la que destaca el apoyo de su mentora y la flexibilidad de los profesores.
Laura Matez es logopeda y trabaja con menores que padecen parálisis cerebral. Su pasión por los niños ha hecho que quiera seguir especializándose, por eso se inscribió en el Máster en Atención Temprana y Desarrollo Infantil. Para ella, la primera infancia es una edad crucial en el que la evaluación e intervención adecuada es una garantía en el desarrollo del niño.
Este nuevo paso por la universidad le ha llevado a plantearse ahora hacer el doctorado para seguir aprendiendo e investigando en lo que más le apasiona: los niños con necesidades especiales. Así nos habla de su profesión y de su nueva vida universitaria.
Pregunta: ¿Qué te motivó a estudiar el Máster de Atención Temprana?
Respuesta: Lo primero que me llevó a estudiar fue mi amor y pasión por los niños. Una antigua compañera me habló de este máster durante la carrera y no me lo pensé dos veces, decidí adentrarme en él sin dudarlo.
P: ¿Cómo ha sido tu experiencia estudiando un máster online?
R: Ha sido bastante buena y muy recomendable, porque puedes organizarte muy bien para compaginar trabajo y máster. Durante mis estudios he estado trabajando tanto en Madrid como en Málaga y pude compaginarlo sin problemas. Además, son muchas las facilidades que te pone UNIR y los profesores de las asignaturas con las clases y los exámenes. Sin duda, lo recomiendo si tienes intención de embarcarte en el mundo laboral a la vez que continuas con tus estudios.
P: ¿Qué destacarías como valor diferencial en el máster de atención temprana realizado en UNIR?
R: Destaco lo mucho que los profesores y los tutores se involucran y te apoyan durante tus estudios. ¡Incluso te ilusionan cuando llegan momentos previos a los exámenes! También destaco la flexibilidad que UNIR te da para poder compaginar estudios y trabajo, como he dicho anteriormente.
P: ¿Cómo piensas que el máster en atención temprana puede complementar tu profesión de logopeda?
R: Es un imprescindible sin duda. La logopedia y la atención temprana van de la mano y, gracias al máster, he podido abrir muchas puertas en mi vida laboral.
P: En caso de que hayas hecho prácticas presenciales durante el máster, ¿cuál ha sido tu experiencia?
R: Pues mis prácticas fueron en el CAIT de Aspace Málaga, el cuál ha sido mi casa porque también he podido crecer laboralmente y las prácticas fueron muy buenas. Aprendí mucho y pude poner en práctica todo lo que viví de forma teórica y práctica en el máster. Ahí fue cuando me di cuenta de todo lo que había aprendido en el máster.
La familia en el proceso de atención temprana
La familia es el entorno natural de desarrollo y aprendizaje del niño.
P: ¿Cuáles son los entornos de desarrollo natural del niño?
R: Pues todo lo que rodea al niño desde que nace, es decir, su familia, su casa, los lugares que el niño frecuente, el colegio…todo aquél entorno donde el niño pasa tiempo, donde está aprendiendo y se va desarrollando.
La familia en el proceso de atención temprana
P: ¿Qué papel juega la familia en el desarrollo de la atención temprana?
R: La familia es un imprescindible sin duda en el desarrollo del niño y en la atención temprana. Prácticamente la familia lo es todo y van a ser ellos los que marquen esa evolución en el niño. Son las personas con las que el niño pasa 24h al día, con quien convive y de quienes más imita y aprende.
P: ¿Cuándo la familia se debe plantear que un niño necesita atención temprana?
R: En el momento que la familia, o desde la guardería o colegio, sospechen que algo no va evolucionando en tiempo. Cuanto antes sea el acceso del niño a la atención temprana, con mayor tiempo se avanza en el correcto desarrollo del niño.
P: ¿La incorporación de la familia en el proceso de atención temprana es algo necesario? ¿Cómo crees que se ha evolucionado en este aspecto respecto a métodos más antiguos?
R: Por supuesto, es algo muy necesario porque, al final con el terapeuta está una media de 45 minutos a la semana…si nos basamos en ello, 45 minutos a la semana no es nada en comparación de todo lo que la familia puede darle. Es por ello por lo que es imprescindible, desde mi punto de vista, la incorporación de las familias en la atención temprana, ya que, a través de las pautas, de la observación y de los objetivos acordados, el niño va a estar desarrollándose en su propio entorno, con su familia y no solo 45 minutos a la semana en consulta, sino las 24h del día. ¡Es un gran progreso!
P: ¿Piensas que la atención temprana es un campo con alta demanda actualmente?
R: ¡Sin duda! Además de que cada vez está siendo más demandado. Es algo que vengo observando mucho en estos últimos años.
P: ¿Por qué consideras que es importante la atención de los 0 a los 6 años, respecto a otras edades?
R: Existe una edad muy crucial en el desarrollo del niño que abarca hasta los 6 años. Aprovechar esos años con una evaluación e intervención adecuada en su entorno y su familia es un gran avance para su desarrollo futuro.
P: ¿Cómo planteas tu futuro profesional tras tus estudios en UNIR?
R: Desde que finalicé mis estudios en UNIR comencé a trabajar con mayor profundidad en el mundo de la atención temprana y, un año después, sigo teniendo el privilegio de trabajar en atención temprana. Ahora me planteo realizar mi doctorado en un futuro muy próximo y, sin dudarlo, lo haría con UNIR.
