UNIR Revista
Superar unos exámenes para acceder a un puesto público requiere de organización, perseverancia y constancia.
Estabilidad laboral, un salario competitivo y la posibilidad de promoción interna. Lo cierto es que pocos empleos cuentan con un reclamo tan atractivo, de ahí que no sea de extrañar que cada año aumente el número de personas que deciden estudiar oposiciones.
Esa es la reflexión a la que invitan las cifras recogidas en el estudio Peso del opositor en España, distribución geográfica, contexto económico y motivaciones, elaborado por el portal OpositaTest, un trabajo en el que se analiza el volumen de opositores en España. Así, según los datos recogidos, uno de cada dos españoles de entre 18 y 55 años está pensando en preparar unas oposiciones o las ha preparado en algún momento. Para ser más concretos, el 29 % ha opositado o está en ello y el 22 % lo contempla entre sus planes de futuro. En total, 6,8 millones de personas en nuestro país han decidido opositar.
¿Cómo empezar a estudiar oposiciones?
Una vez tomada la decisión de opositar es necesario afrontar otra más compleja, elegir qué oposición estudiar, ya que la oferta es muy variada y es importante decidirse por aquella oposición que se ajuste más a las circunstancias de cada persona.
En este sentido, es necesario tener en cuenta condicionantes como la titulación con la que se parte —y echar un ojo a qué oposiciones requieren un grado universitario— o el tiempo que vamos a poder dedicarle al estudio.
Pero, además, hay que prestar atención a otras cuestiones como:
- El marco geográfico, ya que puede tratarse de una convocatoria a nivel Estado o una oferta de empleo pública autonómica, por ejemplo. Incluso los ayuntamientos pueden lanzar su propia convocatoria.
- El sector profesional, que puede ir desde las oposiciones a los cuerpos de seguridad del Estado a la rama sanitaria, la justicia, la educación, Hacienda… Aquí entra en juego la propia vocación de cada individuo.
- El grupo al que se aspira y que implica una formación determinada en cada caso.
- El número de plazas que se convocan.
El siguiente paso es elegir el método de estudio adecuado. No hay una fórmula mágica, pero las tres alternativas comunes:
- Estudiar con un preparador.
- Estudiar por cuenta propia.
- Acudir a una academia.
Eso sí, ninguna de esas tres posibilidades garantiza el éxito, pues presentarse a una oposición implica una dedicación casi absoluta al estudio y una preparación mental.
Por eso, el opositor debe ser tenaz y constante, tener grandes dosis de paciencia y estar dispuesto a sacrificar muchas horas de su tiempo.
Consejos para estudiar oposiciones
Si bien es cierto que cada persona debe diseñar su propia estrategia de estudio, hay una serie de pautas comunes que permiten avanzar a un mejor ritmo. Entre los trucos para estudiar oposiciones figuran:
- Establecer una rutina, con horarios fijos que se deben procurar cumplir como si de un trabajo se tratase. ¿Cómo organizarse para estudiar oposiciones? Puede ayudarnos completar un calendario semanal/mensual con las horas de estudio y descansos.
- Preparar una zona de estudio que facilite la concentración y en la que no haya ruidos ni distracciones. La luz debe ser la correcta y es imprescindible contar con una buena silla. No solo hay que hacer caso al espacio en sí, sino también a todo el material que vamos a necesitar.
- Elegir la técnica de estudio que mejor responda a la realidad de cada persona, hay que huir de la simple memorización.
- Respetar los ratos de descanso, una persona no rinde igual estando cansada. El sueño es muy importante.
- Adoptar hábitos saludables. Una buena alimentación, realizar ejercicio físico y actividades que ayuden a controlar el estrés (como la meditación) también son fundamentales cuando se preparan oposiciones.
- Practicar con exámenes reales, y en condiciones similares a las de la prueba (como el tiempo disponible) para entrenar antes de la oposición.
- El día antes del examen es recomendable desconectar y dejar a un lado el estudio. Pretender avanzar a última hora con prisas puede llevarnos al bloqueo.
- Hay que ser perseverantes y no rendirse, muy pocos aprueban una oposición a la primera.
¿Cuántas horas hay que dedicar a estudiar oposiciones?
Aunque el tiempo de estudio dependerá de cada oposición, lo habitual es que sea un mínimo de cuatro horas al día; el doble en el caso de los puestos más exigentes.
En cualquier caso, la planificación del tiempo de estudio comienza por definir un horario en el que también deben contemplarse los ratos de descanso.
Para ajustar ese horario lo máximo posible hay que separar el temario en partes y fijar objetivos realistas. Una vez concluido cada tema debemos volver atrás para repasar lo aprendido y poder así seguir avanzando.
Estudiar oposiciones trabajando: un reto complicado
Trabajar y opositar son compatibles, aunque será necesaria mucha más motivación porque el proceso en sí va a exigir duplicar esfuerzos. Eso sí, también tiene sus ventajas y es que al contar con un empleo la presión por lograr el aprobado es menor.
Por otra parte, estar trabajando puede suponer un valor añadido si se forma parte ya del sector público, como interino, por ejemplo, ya que permite tener conocimientos sobre la Constitución, la normativa o los procedimientos.
En definitiva, si estás planteándote estudiar oposiciones, debes tener claro que si finalmente te decides, necesitarás planificación y constancia. Hay que tomárselo como si de un trabajo se tratase y fijarse unos plazos reales acordes al tipo de puesto al que se quiere optar.