UNIR Revista
Saber cómo se construye la identidad personal y la forma de trabajarla desde la escuela son tareas fundamentales de los docentes, las cuales se potencian con los nuevos métodos de educación personalizada.
El concepto que cada persona desarrolla sobre sí misma y que evoluciona a lo largo del tiempo es lo que se conoce como identidad personal. Precede a la formación de la personalidad y, por este motivo, se considera que un progreso adecuado de la identidad en los niños derivará en la formación de personalidades fuertes, bien definidas e independientes.
En la formación de la identidad personal influyen aspectos de la vida de una persona sobre los que no tiene control, como el lugar en el que nace y se cría o su etnia. Pero también contribuyen a su formación las elecciones que hace a lo largo de su existencia. Por lo tanto, la identidad personal de los individuos viene definida sobre la base de dos aspectos principales: la relación de la persona consigo misma y la relación de la persona con su entorno. Precisamente en este segundo aspecto es donde juega un papel trascendental la escuela.
La formación de la identidad personal de cada individuo tiene una evolución en la que intervienen múltiples factores y que, además, se alimenta constantemente de las diferentes experiencias vividas.
El aula es uno de los elementos que contribuyen a la constitución de la identidad personal, junto con el grupo de pertenencia, la cultura, el idioma o el ámbito geográfico. Actualmente, las metodologías educativas más novedosas apuestan por la implantación en las escuelas de la llamada educación personalizada, que además de adaptarse a las características propias de los alumnos, busca preservar las particularidades de cada individuo y forjar sus identidades personales.
El Máster en Educación Personalizada online de UNIR capacita a quienes lo cursan para poner en práctica en el aula estos nuevos conceptos de la educación en la que el protagonismo recae sobre los alumnos.
Actividades para trabajar la identidad personal en Infantil
Esta etapa educacional abarca de los 0 a los 6 años. En esta fase los niños encuentran en sus familias el núcleo más cercano para fortalecer los valores que desarrollarán a lo largo de toda su vida.
La figura de los docentes también resulta trascendental en esta edad ya que, junto a las familias, son quienes contribuyen con sus acciones y formas de intervenir a que los niños puedan fomentar su autoestima de manera positiva.
Existen infinidad de actividades que se pueden implementar en un aula de Infantil para trabajar la identidad personal; algunos ejemplos pasarían por:
Juegos libres
Observar los juegos libres que los niños llevan a cabo durante el recreo y extraer las conclusiones pertinentes en cuanto a quiénes toman el mando, quiénes son los rechazados y quiénes no participan. Es labor del maestro conseguir que ninguno de los pequeños se sienta infravalorado y hacer valer las capacidades de cada uno en favor del grupo.
Juegos de identidad personal a través del dibujo
Puesto que en estas edades los niños todavía no saben leer ni escribir, es importante fomentar su comunicación a través del dibujo. Se les puede pedir que se dibujen a sí mismos o que se pinten haciendo lo que más les gusta para después charlar sobre ello en la clase.
El protagonista de la semana
El niño prepara en casa un trabajo sobre su familia, sus gustos, sus aficiones, sus costumbres y sus juegos favoritos, para luego exponerlo delante de sus compañeros.
Actividades para fomentar la identidad personal en Primaria
Este período comprende de los 6 a los 12 años y aquí será trascendental potenciar el desarrollo de la autonomía personal en los niños, permitiéndoles cometer sus propios errores para que aprendan cómo superarlos. Algunas de las acciones que pueden llevarse a cabo en clase serían:
Jugar con las caras
Se trata de dibujar un rostro sin boca y pedir a los niños que la pinten dependiendo de cómo se sientan en ese momento. Es una manera de que reconozcan sus propios sentimientos y trabajen su autoconocimiento.
Contar una historia a la clase
El profesor relatará un cuento conocido por todos modificándolo como considere y en algún punto de la historia preguntará a los alumnos cómo habrían actuado ellos ante esa situación. Se trabaja en la resolución de conflictos, que está muy relacionada con la identidad, la creatividad y la superación personal.
Formas de cultivar la identidad personal en Secundaria
En esta etapa educativa se trabaja con niños de entre 12 y 16 años en un momento de sus vidas caracterizado por los cambios que provoca la adolescencia. Con los alumnos de estas edades lo más adecuado es llevar a cabo talleres sobre diferentes temáticas de la identidad personal:
Conocimiento de uno mismo
El objetivo es establecer charlas en las que cada miembro describa su modo de actuar, cómo cree que le ven sus compañeros, las cosas que cambiaría de su carácter o lo que considera que les gusta a los demás de él.
Concepto que cada uno tiene de los demás
La actividad consiste en hacer grupos de unos pocos integrantes para que cada alumno proceda a la descripción de sí mismo y de cada uno de los demás miembros. Posteriormente, se debatirá sobre los sentimientos y emociones que han despertado esas percepciones de los compañeros.
Papel del adolescente en su ámbito familiar
Se trata de dividir a los chicos de la clase en pequeños conjuntos que asumirán el papel de una familia. Tendrán que distribuir los roles que consideren y posteriormente debatir acerca del papel que juega el adolescente en ese núcleo.
Actualmente, es más importante que nunca trabajar con los niños sobre identidad personal, ya que la proliferación del uso de redes sociales está causando graves crisis sobre la forma en la cual los chicos se ven a sí mismos. Resulta fundamental potenciar, tanto desde la escuela como desde sus propias familias, una identidad personal sana y respetuosa con los demás.