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En este post analizamos en qué consisten los 'input' lingüísticos y por qué son relevantes en la enseñanza de español como segundo idioma.
La enseñanza de español como lengua extranjera es un proceso que requiere un gran compromiso por parte de los profesores para que los alumnos alcancen la competencia comunicativa en el idioma.
El ‘input’ o caudal lingüístico es cualquier muestra de la lengua meta a la que tiene acceso el alumno durante el aprendizaje de ese idioma. Es decir, son todas las expresiones orales o escritas que el alumno de español como lengua extranjera atiende con la intención de comprender e interpretar un mensaje.
“Deje salir antes de entrar” o “No cruzar” son ejemplos de ‘input’ que un estudiante de español puede recibir mientras camina por la calle. “¿Quiere algo más?” es lo que escuchará si pide un café en un bar. Para comprenderlas es necesario haberlas almacenado y, al revés, al recibirlas y comprenderlas se afianzan como parte del sistema lingüístico en ese idioma que está aprendiendo. La acción opuesta al ‘input’ es el ‘output’, es decir, las palabras o frases que se es capaz de expresar de forma apropiada en el idioma que se está aprendiendo.
Claves del input lingüístico
Los ‘input’ son, además, los datos lingüísticos primarios que sirven como principal fuente de información que el estudiante obtiene respecto a los usos del lenguaje, o en estructura como en las situaciones sociales que debe emplearlo, como de la cultura y costumbres del país.
Recordemos que el lenguaje es un conjunto de signos que sirve para expresar ideas y sentimientos, y para ser comprendido el significante y el significado tienen que concordar. A la hora de aprender una segunda lengua, la persona tiene que ser capaz de desarrollar un sistema lingüístico implícito y abstracto, de igual forma que en la infancia desarrolló el sistema lingüístico materno.
La capacidad para aprender un lenguaje va a depender de la capacidad de la persona y del medio social en que se desarrolle ese aprendizaje. Durante el proceso será clave estructurar ese nuevo idioma de forma correcta, algo para lo que será clave la experiencia lingüística y la capacidad del alumno para manejar diferentes estructuras lingüísticas.
Como explican los lingüistas, el ‘input’ que se recibe en un idioma sirve para identificar la comunidad a la que pertenece el hablante, que estará marcada por su desarrollo e influencia sociocultural. Como estudiante de español, será clave recibir ‘input’ lingüísticos que permitan potenciar la competencia en este idioma, enriquecer las estructuras y vocabulario para desenvolverse con mayor soltura en la lengua meta.
“Modelo de monitor”
Partiendo de este concepto de ‘input’, el profesor Stephen Krashen desarrolló el modelo de aprendizaje de un idioma denominado ‘modelo del monitor’ y que se apoya en un acercamiento natural al aprendizaje de idiomas similar al que desarrollaría un niño cuando aprende la lengua materna: escuchar y recolectar palabras, estructuras y oraciones con el objetivo de construir una estructura del idioma que le permita reproducir sus propias oraciones. En las últimas décadas, los expertos han seguido indagando en esta forma de aprendizaje para establecer pautas y materiales adaptados que ayuden a realizar un aprendizaje natural del idioma.
Así, parten de la base de que el alumno procesa cada ‘input’ a través de cualquier muestra externa del idioma y la práctica y el estudio ayudarán a su asimilación para dar forma al nuevo idioma en la mente del estudiante.
El papel del profesor en la enseñanza del español
El docente es con frecuencia la primera fuente de ‘input’ para un alumno de español. Durante las lecciones de español será fundamental enriquecer la cantidad y calidad de los ‘input’ que los estudiantes reciben para ayudarles a ampliar su horizonte lingüístico.
El proceso de aprendizaje no es inmediato, requiere trabajo al detalle para facilitar la comprensión de diferencias sutiles para alguien que está estudiando un idioma extranjero. Es más, a la hora de enseñar español, será necesario poner atención al equilibrio entre la práctica oral y escrita del idioma, ya que la descompensación puede derivar en problemas comunicativos. Al tiempo que se estimula la comprensión oral, será apropiado ofrecer otros elementos no lingüísticos que potencien la comprensión y el aprendizaje de los distintos niveles del idioma.
¿Qué recursos tienen los profesores para trabajar y ampliar los ‘input’ que ofrecen a sus alumnos durante la clase? Las herramientas y técnicas son variadas y cada profesor trabajará con las que mejor se adapten al nivel y necesidades del grupo. Por ejemplo, para alumnos que estén iniciando el estudio del español, el profesor puede acompañar las oraciones de mímica que represente la acción (“tengo hambre”, “tengo frío”) o pronunciar articulando lentamente las sílabas para que se capte la estructura y pronunciación de la palabra. También estimulará el aprendizaje por grupos de palabras pertenecientes, por ejemplo, a un mismo colectivo (colores, cosas que encontraríamos en una biblioteca) o animar a repetir en voz alta una serie de estructuras básicas con las que el alumno podrá articular sencillas oraciones para comunicarse intercambiando palabras (“el perro es bonito”, “la mesa es bonita”)
- Master Universitario en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ELE)