Luz Ocampo
Irma Cristina Cardona es experta en comunicación organizacional, mercadeo y coaching. Además, es egresada de la Maestría en Educación Inclusiva, formación que le permitió trabajar en la OEI.
¿Es posible contar con una certificación empresarial que mida las competencias interculturales de una organización? ¿Qué papel ocupa la inclusión o la diversidad en la formación de trabajadores? ¿Cuál es su impacto dentro de una compañía? Estas son algunas de las cuestiones incluidas en el Trabajo de Fin de Máster “Acreditación de competencias interculturales y de ciudadanía global impartidas por las universidades corporativas en Colombia”, de Irma Cristina Cardona, el cual fue calificado con matrícula de honor. Este resultado, sumado al Premio Extraordinario en la Maestría en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR, le ha valido para ingresar a trabajar como directora del Centro de Estudios Continuos de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en Colombia.
El perfil profesional de Irma Cristina Cardona es un ejemplo de cómo la inclusión no es algo exclusivo del ámbito educativo formal. También tiene cabida en empresas privadas, organismos de cooperación, la administración pública, asociaciones culturales, etc. “La educación inclusiva debe ser para todas las personas, es una cuestión que va más allá de las aulas”, explica. “La interculturalidad, que en Colombia parecía un tema solo de las multinacionales y trasnacionales, empieza a ser una realidad en empresas grandes y medianas, pues el aumento del trabajo en casa ha abierto puertas a talentos de diversos países y culturas. Ante esta situación, resulta un reto para las universidades corporativas ayudar a gestionar la formación de los empleados en interculturalidad y ciudadanía global”, destaca entre las conclusiones de su TFM.
Con una Maestría en Comunicación y estudios en MBA, ¿cuál fue la razón que la llevó a realizar la Maestría en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR?
Es curioso pensar que una publicista tenga interés en formarse en Educación Inclusiva e Intercultural, pero eso se explica por el camino que he recorrido en mi desarrollo profesional. Aunque estudié publicidad y luego mercadeo y trabajé en agencias de publicidad como creativa, siempre tuve inclinación por los proyectos conectados con el bien público. Esas eran las campañas que me enamoraban. Después pasé a dictar clases en la universidad y, más tarde, fundar y dirigir una agencia de publicidad de estudiantes, lideré una escuela de educación no formal para creativos y en el sector privado me especialicé en comunicación organizacional. De ahí pasé al sector público en comunicación.
Por las responsabilidades que tenía, fortalecí mis competencias con el la Maestría en Comunicación y el MBA. Desde ese momento empecé a trabajar con comunidades muy diversas fomentando la ética y los valores. Paralelamente, como coaching trabajé en procesos de educación no formal para públicos y necesidades distintas. Esa conexión entre comunicación, mercadeo, administración, coaching y educación, con foco en lo no formal, me hizo pensar en formarme mejor porque, si quería propiciar cambios en las comunidades, necesitaba hacer intervenciones más profundas. Además era muy importante que fuera convalidable en Colombia.
¿Qué destacarías de esta titulación de UNIR?
Es concreta, práctica. No vi una sola materia que considerara de “relleno”. Conocer el contexto iberoamericano de la educación inclusiva e intercultural abrió mi panorama y me permitió conectarme con nuevas oportunidades y perspectivas. Tuve profesores exigentes, comprometidos, que me entregaron formación muy actualizada. Contar con tutorías permanentes y un feedback constante también fue muy positivo.
Actualmente dirige el Centro de Estudios Continuos de la OEI para Colombia, ¿cómo ha aplicado lo aprendido en el máster en su trabajo?
Todos los días lo aplico. En mi nuevo rol he puesto al servicio de este proyecto todo lo aprendido en relación a metodologías activas, tecnología educativa, e-learning, organización de centros educativos, etc. He sido más consciente de la importancia de la normatividad iberoamericana para comprometerme y relacionarme mucho mejor con los proyectos educativos en mi región y en la relación con los cooperantes.
UNIR es una universidad caracterizada por su metodología 100% online. ¿Cómo fue la experiencia y la relación con los profesores?
No aterricé a la educación online porque me tocó, sino porque la elegí, ya que me permitía estudiar y trabajar, organizar mis horarios, mi vida y mi tiempo. Tuve un grupo de compañeros realmente integrado, que no solo nos veíamos en clase, sino a través de chats y reuniones virtuales en las que nos ayudamos a resolver dudas y estudiar para los exámenes. Me parece muy valioso tener la oportunidad de estudiar con personas de diferentes regiones y contar también con profesores de distintos lugares del mundo. También me trajo relaciones. He seguido en conexión con algunos de mis compañeros y profesores para diferentes actividades y proyectos.
¿Qué les diría a aquellos que no saben si estudiar este máster? ¿Cómo les animaría a hacerlo?
Esta Maestría en Educación Inclusiva e Intercultural de UNIR tiene una particularidad que lo hace muy interesante: la educación inclusiva debe ser para todas las personas, así que es una maestría que fortalece a cualquier persona que esté inmersa en el mundo de la educación ya sea formal o no formal.
Su TFM, por el que recibió el Premio Extraordinario, aborda precisamente esa inclusión e interculturalidad fuera del ámbito educativo formal.
Mi TFM se enfocó en la universidad corporativa, esa fue mi manera de conectar educación y empresa. En concreto se titula “Acreditación de competencias interculturales y de ciudadanía global impartidas por las universidades corporativas en Colombia”. Mi propuesta busca desarrollar una herramienta para diagnosticar y acreditar el desarrollo de competencias en interculturalidad y ciudadanía global, que permita a las universidades corporativas construir programas de formación orientados a las necesidades de desarrollo del talento humano, con un estándar de “deber ser”, con el cual puedan medirse y construir currículos y planes de mejora en formación que lleve a la empresa alcanzar los niveles requeridos y con los objetivos propuestos.
¿Y cuáles fueron sus conclusiones más destacables?
Diseñar una certificación para medir competencias interculturales resulta todo un reto. Se pudo evidenciar que, para lograr la eficiencia, la excelencia y la productividad, la universidad corporativa debe estar concentrada no solo en el desarrollo de habilidades técnicas y blandas (soft skills), sino comprometerse de manera consciente con la inclusión, la diversidad y la interculturalidad en la formación cotidiana.