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El neuroeducador utiliza las herramientas y técnicas que le ofrece la neurociencia en el ámbito educativo para lograr mejoras en el aprendizaje y en el desarrollo cognitivo y emocional de los estudiantes.
El neuroeducador es un profesional de la educación con una formación específica en neuropsicología aplicada a la educación; un nuevo rol que posiblemente se convierta en una profesión futura. Su principal función es aplicar los conocimientos que existen sobre el funcionamiento del cerebro para mejorar la enseñanza y reducir el fracaso escolar.
En ese sentido, expertos en neuroeducación como Francisco Mora —doctor en neurociencias por la Universidad de Oxford y doctor en medicina por la Universidad de Granada— se refieren a conceptos como la emoción, la curiosidad y la atención como aspectos fundamentales para la educación. Además, subrayan que “una buena educación produce cambios profundos en el cerebro que ayudan a mejorar el proceso de aprendizaje posterior y el desarrollo general de la persona”.
Las funciones del neuroeducador
Las funciones de un neuroeducador serían, siguiendo a Mora, las de un maestro especialista en el aprendizaje normalizado desde un enfoque cognitivo basado en la neurociencia, pero también en la detección temprana de las necesidades educativas del alumnado.
El neuroeducador es, por tanto, un experto que sabe aplicar en el aula las estrategias de enseñanza más adecuadas según la edad y las necesidades de sus alumnos, pero también, detectar las problemáticas que interfieren en el proceso de aprendizaje del estudiante, como pudiera ser un trastorno por déficit de atención e hiperactividad, un apagón emocional, la dislexia, la discalculia, el síndrome de Asperger, y otros síndromes neurológicos no evidentes.
El neuroeducador trabaja con el propio alumno y en conexión con su familia, y con otros especialistas que fuera necesario implicar en el proceso.
En resumen, son funciones del neuroeducador:
- Detectar el talento o las altas capacidades de los estudiantes, así como los problemas de aprendizaje.
- Mejorar la enseñanza de la lectoescritura y otros aprendizajes escolares, como por ejemplo, las habilidades matemáticas.
- Dar una respuesta educativa a niños con déficit de atención e hiperactividad o trastornos del aprendizaje como la dislexia o la discalculia.
- Desarrollar la creatividad para potenciar el aprendizaje.
- Asesorar sobre proyectos educativos basados en la neurociencia.
- Diseñar intervenciones educativas para desarrollar el potencial del alumnado y mejorar el rendimiento escolar.
Requisitos para ser neuroeducador
Para conocer qué requisitos y conocimientos se necesitan para convertirse en neuroeducador, regresamos a Mora, autor de Neuroeducación: solo se puede aprender aquello que se ama. Según él, un neuroeducador, además de estudiar las materias de Magisterio, debería adquirir conocimientos procedentes del campo de la neurociencia.
Así, para este nuevo perfil profesional se requiere tener:
- Conocimientos básicos de anatomía y fisiología, en particular del funcionamiento del cerebro.
- Así como de psicología, neurología, neuropsicología, fisiopatología, que determinan la forma en que aprendemos.
- Además, según el Mora, un neuroeducador debería conocer:
- Los procesos patológicos “que producen trastornos sensoriales, emocionales y cognitivos y que interfieren con el aprendizaje”.
- Al igual que “aquellas disfunciones producidas por lesiones cerebrales sutiles apenas detectables en la conducta”.
- Y poseer conocimientos sobre “comunicación verbal, empatía y estructura del lenguaje”.
Una titulación que proporciona gran parte de esos conocimientos es el Máster en Neuroeducación online de UNIR. Se trata de un máster oficial y pionero que enseña a sus alumnos el funcionamiento cognitivo relacionado con el aprendizaje para que puedan aplicar la neuroeducación en su trabajo en las aulas, de forma que puedan mejorar el rendimiento académico y el aprendizaje de sus estudiantes.