UNIR Revista
UNIR organizó el pasado jueves, 2 de febrero, una mesa redonda con distintos expertos y docentes para reflexionar sobre los retos que afrontan estos profesionales en un nuevo contexto legal tras la aplicación de la Ley 8/2021 de protección de la infancia y la adolescencia frente a la violencia.
Participaron Raquel López, doctora en Psicopedagogía y Coordinadora de Bienestar; Azucena Hernández, psicóloga educativa, y Joaquín González Cabrera, doctor en Psicología y director académico del Experto Universitario en Convivencia y Acoso Escolar, quienes debatieron y reflexionaron sobre la realidad de los coordinadores de Bienestar y Protección de los estudiantes en los centros educativos.
Este evento de UNIR se celebro en un contexto de preocupación internacional por proteger y salvaguardar los derechos de la infancia y la adolescencia, y por atender a todos los tipos de violencia. “Violencias que, a veces, no son visibles con los recursos que tenemos”, afirmó Raquel López.
Según Joaquín González-Cabrera, “esta ley tiene un enfoque multidisciplinar, poliédrico e integral sobre el problema de la violencia”, donde el elemento más innovador lo recoge el artículo 35 con la creación de la figura del coordinador de bienestar y protección del alumnado.
¿Qué retos plantea la nueva ley para los centros educativos?
Raquel López aseguró que se le está dando mucha importancia a determinados tipos de violencia, pero hay otros tipos que son más difíciles de ver como, por ejemplo, el hecho de que haya centros de apuestas al lado de colegios o la adicción de los niños a las nuevas tecnologías… Problemas cuyos orígenes no están claros pero que, en cualquier caso, hay que abordar. El principal reto, por lo tanto, es tratar todos los tipos de violencia que existen y saber conjugar los temas más urgentes (como las conductas suicidas) con los recursos que hay en los centros.
Azucena Hernández, por otro lado, subrayó que no puede recaer toda la responsabilidad sobre una única persona porque es un trabajo de todos. “El mayor desafío es potenciar el trabajo en equipo, la colaboración y la comunicación”, dijo.
Los tres expertos abordaron igualmente las dificultades que plantea la colaboración partiendo de los recursos que existen. Coincidieron en que el problema radica no solo en esa falta de recursos, sino también el tiempo limitado del que disponen para intervenir. Habrá entonces que buscar distintas formas de dosificar esos tiempos y recursos mediante el trabajo en equipo y la coordinación de estas acciones entre el profesorado, los estudiantes y las familias.
¿Cuál es este perfil de coordinador de bienestar? Todos estaban de acuerdo en que debe ser una persona con motivación y voluntad para ejercer su puesto, y que tenga claro que, para ejercer sus funciones, debe contar con una sólida formación en determinados ámbitos clave.
En cuanto a las funciones del coordinador, Azucena Hernández considera que podrían dividirse en dos pilares fundamentales: la prevención y la intervención. En la prevención, sobre todo, resultarán muy importantes las acciones de formación o los programas de actuación y sensibilización, entre otros factores.
Surgió asimismo el debate de cuántos protocolos iba a tener que dominar esta figura, dada su visión tan general. Y, por otro lado, se planteó también cuál era la diferencia entre esta figura y el coordinador de convivencia e igualdad. Los ponentes aclararon en este aspecto que el coordinador de bienestar engloba todo lo que hacía el coordinador de convivencia, pero va más allá, ya que el concepto de bienestar no sólo se refiere a temas de convivencia, sino también a la salud mental, ansiedad, depresión…
Finalmente, la sesión concluyó con algunos consejos de los tres expertos. Además de una adecuada formación, hicieron hincapié en otros aspectos como la confianza entre los compañeros, la confidencialidad, la eficacia y la capacidad de crear buenos climas de trabajo.
Si quieres conocer más sobre esta nueva figura del coordinador de bienestar, puedes encontrar más información en el curso de Experto Universitario en Convivencia y Acoso Escolar, la nueva titulación que UNIR ha diseñado para responder a estas necesidades en la convivencia y en el acoso escolar.