UNIR Revista
María Alonso Fernández es doctora Cum Laude en Educación y Máster en Psicopedagogía. Hablamos con ella de las diferentes salidas profesionales que ofrece esta titulación y cuál es la situación del mercado actual.
Antes de su labor como profesora y directora de Trabajos Fin de Máster en nuestra universidad, María trabajó como becaria en la Unidad de Diversidad y la Unidad de Orientación y Difusión del Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid. Una labor donde descubrió el potencial de la titulación a la que ha dedicado su carrera.
“Durante este tiempo de formación aprendí que el psicopedagogo es un perfil absolutamente necesario en la etapa universitaria pues somos capaces, no sólo de saber detectar las dificultades por las que puede atravesar un estudiante, sino que también tenemos las estrategias necesarias para poner las soluciones adecuadas mediante la coordinación de todos los profesionales implicados y mediante el diseño del proceso de intervención óptimo para cubrir todas las necesidades del estudiantado”, recuerda esta profesional.
Docente en el Máster de Psicopedagogía de UNIR y directora de los Trabajos Fin de Máster de esta titulación, María considera “fundamental” el papel del docente universitario, “tiene una gran repercusión y, por eso, conlleva una enorme responsabilidad”. Para ella, ser docente, en cualquier nivel, va mucho más allá de enseñar los contenidos de una asignatura.
Estamos también formando personas y podemos ser el referente profesional de muchos estudiantes.
Así, recuerda a los profesores que le marcaron y guiaron su camino profesional. En su caso, “mujeres excepcionales”, a las que debe todo lo que es profesionalmente. Ellas son su profesora de Biología, quien le enseño a cultivar su esfera personal y una profesora universitaria – “el mayor referente en España sobre Atención Temprana y a quién debo ser Doctora en Educación”, con la que aprendió que en el ámbito educativo “nos quedan todavía muchos muros que derribar en pro de la inclusión”.
Esta doctora en Educación defiende que “como psicopedagogos podemos ser una pieza más en el tablero de la orientación, que debe moverse en consonancia con los intereses y capacidades del estudiantado”. Con ella analizamos la importante labor de estos profesionales y su futuro laboral en el contexto actual.
¿Qué opinas sobre la importancia de la formación y especialización en materia de educación?
Creo que la formación tiene una importancia fundamental en todo el desarrollo humano. Desde mi punto de vista, el peor error que podemos cometer como profesionales es acomodarnos en un puesto y no tener aspiraciones.
Hoy en día con la apertura al mundo desde la comodidad del hogar, tenemos a golpe de clic una gama infinita de posibilidades para seguir formándonos, incluso en nuestros hobbies. No podemos perder de vista que no podemos trabajar en todo lo que nos gustaría, por lo que, a la vez que nos formamos, debemos tener una línea de trabajo prioritaria que podemos complementar con otros conocimientos.
Creo que la formación y especialización son la base de unos cimientos fuertes para cualquier profesional de la educación.
¿Cómo valoras la metodología del Master en Psicopedagogía de UNIR?
Resulta evidente que su contenido y metodología son de lo más adecuados para la formación de los psicopedagogos y sus 15 ediciones son una buena prueba de ello.
Lo que como estudiantes pedimos a un máster es que nos ofrezca una gran cantidad de recursos que podamos aplicar en nuestra esfera profesional y esto es algo que los estudiantes de la UNIR tienen a su disposición si cursan este postgrado. Ponemos a su servicio todo un conjunto de herramientas, tanto en el itinerario educativo, como en el social.
Recordemos que la figura del psicopedagogo no se limita solo al contexto formal de la educación, para mejorar el perfil de los estudiantes. A los profesores les ayuda a adquirir las competencias necesarias para detectar los primeros signos de alarma y que sepan iniciar todo el trámite necesario para realizar un buen diagnóstico e intervención.
A los pedagogos y psicólogos también les beneficia cursar el Máster en Psicopedagogía de UNIR porque les aporta mayor profundidad en los temas que ya aprendieron en sus titulaciones universitarias de base y nuevas estrategias o recursos que también pueden aplicar en su contexto profesional.
Sí que es cierto que es un plan de estudios muy exigente porque tiene una elevada carga de contenidos, pero cada una de las asignaturas está pensada para que el profesional que esté trabajando pueda aplicar de forma simultánea sus aprendizajes en su rutina laboral y para que los que todavía no estén en el mercado laboral, puedan hacer acopio de una realidad muy práctica que cuando dependa de ellos, sepan reconocer y dar la respuesta adecuada.
¿Cómo debería ser un profesional de la psicopedagogía?
Tendría que representar el equilibrio perfecto de una balanza entre una buena formación académica y una buena formación personal.
Insisto en la importancia de mantener la rutina de formarnos durante toda la vida. El hecho de haber obtenido el máximo grado académico al que podemos optar, el doctorado, no te sitúa en la cima del conocimiento. Con el avance de la sociedad, avanza el conocimiento y, por tanto, debemos avanzar al unísono.
Tenemos una profesión maravillosa que necesita de todo lo bueno que tenemos como personas. Las alegrías y las penas se llevan mucho mejor si sabemos compartirlas. Con esto, no estoy queriendo decir que tomemos posesión de la vida de los demás, estoy diciendo que no sólo de la teoría vive el psicopedagogo.
¿Cuáles son las competencias más valoradas en un psicopedagogo?
Desde mi punto de vista, actualmente se valoran mucho las denominadas “hard skills”, lo que para mí es un completo error. De nada sirve tener en cuenta solo las “habilidades duras” si después cuando estoy trabajando no sé hacerlo en equipo, no sé resolver un problema, no tengo empatía para saber respetar a quien tengo enfrente.
Está muy bien saber muchos idiomas, haber cursado muchos cursos sobre ofimática o aplicaciones, pero toda esa formación no se sostiene si no la acompañamos de competencias sociales y personales.
Ante todo, somos personas y debemos aprender a valorarnos por lo que somos y por lo que podemos ofrecer.
Todos somos buenos en algo que podemos poner al servicio de los demás para mejorar la productividad en el trabajo.
¿Qué salidas profesionales existen en el ámbito de la psicopedagogía?
Esta pregunta es muy interesante para acabar con el falso mito que relaciona exclusivamente la psicopedagogía con la etapa escolar. Podemos establecer dos grupos de salidas profesionales que abarcan a su vez varios sectores.
Por un lado, es cierto e innegable, que existe todo un grupo de salidas profesionales dentro del ámbito educativo, entre las que encontramos: gabinetes psicopedagógicos, equipos de asesoramiento en lengua, interculturalidad y cohesión social, comisiones de Coordinación Pedagógica y de los Departamentos de Orientación, colegios de educación especial, centros de desarrollo infantil y atención temprana, centros de recursos educativos para personas con alteraciones sensoriales o problemas motrices, equipos especializados en trastornos o centros residenciales y de acción educativa.
Por otro lado, el otro gran grupo de salidas profesionales se dirige hacia el ámbito social donde encontramos: servicios públicos de ocupación, consultorías de formación o centros especiales de trabajo, servicios de información y orientación de las administraciones públicas, servicios de apoyo a la integración laboral, departamentos de recursos humanos, servicios para la dependencia o fundaciones de carácter educativo y social.
Otra de las posibilidades que ofrece este máster es seguir estudiando el doctorado que, a su vez, abre otra línea de salidas profesionales igual de interesantes que las anteriores.
¿Qué áreas de desarrollo profesional tiene actualmente este sector?
Las áreas de desarrollo profesional del sector de la psicopedagogía son complementarias a sus salidas profesionales. El egresado de esta titulación está muy vinculado con la adquisición de competencias que le permita responder a las necesidades formativas del desarrollo personal, académico y laboral durante toda la vida.
Estas competencias les van a permitir dar respuesta a las necesidades psicopedagógicas del estudiantado y de las organizaciones educativas.
Entre ellas encontramos a profesionales de otras áreas, a los que también podemos asesorar en el complejo proceso de enseñanza-aprendizaje. En el contexto puramente escolar de los centros educativos, podrán coordinar la orientación personal, académica y de futuro del estudiantado profundizando en el desarrollo de un completo plan de acción tutorial atendiendo a las necesidades de gestión vocacional y orientación profesional.
Para finalizar y centrando la respuesta en el ámbito empresarial, el psicopedagogo se puede desarrollar mediante la elaboración de los planes de formación propios del departamento de Recursos Humanos, poniendo en consonancia a las empresas con los centros de educación formal y no formal, incluso también poniendo en comunicación a organizaciones y recursos de una comunidad. Como ven, hay una infinidad de posibilidades que debemos aprovechar.
¿Qué factor de empleabilidad tiene la profesión de psicopedagogo?
Las oportunidades laborales para los psicopedagogos son muy amplias por lo que el factor de empleabilidad va en consonancia, sin obviar la situación mundial por la que estamos atravesando. La demanda del psicopedagogo tiene lugar tanto en sectores formales como no formales, quizá el factor de empleabilidad tenga más que ver con la iniciativa individual intrínseca que con el mercado.
Lo importante es no rechazar ninguna oportunidad, cuanta más experiencia, más habilidades podremos desarrollar y en más sectores podremos trabajar.
¿Cómo valoras los servicios de empleo que UNIR pone a disposición de sus estudiantes y egresados?
La Universidad Internacional de La Rioja tiene muchísimas características diferenciales respecto al resto de universidades online. Para mí, la mejor de todas es que sigue pendiente de sus estudiantes egresados. Quien termina sus estudios en UNIR, no pasa a ser un número más en las estadísticas, sigue siendo parte de la comunidad y puede seguir en contacto con todas las posibilidades de formación que ofrece la universidad.
Yo participé en una feria virtual de empleo y, mi opinión, es que su organización fue excepcional y que realmente se implican por ayudar en la búsqueda de empleo. Tanto es así que incluso pone a disposición de los emprendedores viveros de emprendimiento.
Sin duda, es una universidad muy completa que no solo ofrece una educación de calidad, sino que también se preocupa por la empleabilidad de sus estudiantes.