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La orientación educativa pretende ayudar al correcto desarrollo del alumnado mediante la personalización del proceso de enseñanza-aprendizaje adaptado a las características de cada individuo y asesorando a estudiantes y familias.
Desde los centros escolares se fomenta la educación, pero también el desarrollo a nivel personal y social. Por eso, las escuelas no solo trabajan los contenidos de las diferentes materias, sino también ayudan al correcto desenvolvimiento de los niños, a mantener una comunicación y relación constante con las familias, a desarrollar habilidades y competencias en los estudiantes, etc. En este contexto, es importante el papel de los docentes y del equipo de trabajo del centro, donde destaca la función de orientación educativa, la cual tiene lugar desde las aulas y también mediante el apoyo del departamento de orientación de un centro educativo.
La orientación educativa es un proceso por el cual se apoya a la familia y al alumnado para conseguir un correcto desarrollo a nivel personal y educativo. La orientación pretende ofrecer las herramientas necesarias para que los niños puedan conseguir sus objetivos, ayudando a los estudiantes en la toma de decisiones educativas. Esta se da desde las aulas, ya que una de las funciones del profesorado es la de orientar tanto a las familias como al alumnado, viéndose apoyado en caso de ser necesario por los departamentos o servicios de orientación y los profesionales necesarios.
Así pues, la orientación académica se lleva a cabo en los centros para ayudar a alumnado y familias en el proceso educativo, tratando aspectos del desarrollo, puntos fuertes de los estudiantes, necesidades a las que se enfrentan… Esta orientación aparece reflejada en la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, en los principios de la educación recogidos en la normativa vigente y como uno de los derechos que posee el alumnado.
Ventajas de la orientación educativa
Mediante el trabajo que se realiza entre el docente, las familias, el alumnado y el orientador, se pueden conseguir varios beneficios:
- Amplio conocimiento del alumnado: mediante el trabajo de la orientación educativa, el profesorado obtiene información de las familias y viceversa, permitiendo una atención más personalizada del alumnado y ofreciendo los elementos necesarios para su desarrollo. Así mismo, los estudiantes también aumentan el conocimiento de sí mismos, sobre sus posibilidades y sus cualidades.
- Identificación de dificultades de aprendizaje: mediante la obtención de información y el trabajo en el centro y la familia, se consigue identificar las dificultades, detectar las necesidades educativas especiales, en el caso de haberlas, pudiendo establecer las adaptaciones curriculares necesarias. Este trabajo también contribuye a la prevención del fracaso escolar.
- Asesoramiento: desde la orientación se ayuda a las familias a saber cómo trabajar desde casa con sus hijos para colaborar en su educación y desarrollo.
- Toma de decisiones: favorece la elección del alumnado en cuanto a su futuro educativo y profesional.
- Resolución de problemas: la orientación escolar permite trabajar con los estudiantes para que desarrollen las habilidades necesarias para resolver los conflictos que puedan surgir, consiguiendo un ambiente adecuado en el aula y en el hogar.
- Adaptación de la enseñanza: mediante el conocimiento del alumnado se consigue adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje con el objetivo de favorecer el desarrollo educativo y personal. A través de la comunicación con las familias y el trabajo con el menor se consigue información importante que permite conocer las necesidades y cualidades de cada uno para personalizar la educación.
El orientador, una figura clave
Los docentes encuentran en sus aulas un número de alumnos con necesidades y características diferentes, así como situaciones familiares diversas que influyen en el ámbito educativo. Por ello, algunas de las funciones del profesorado son la orientación educativa y la comunicación con las familias. Para llevar a cabo estos cometidos de la forma más eficaz posible, los docentes pueden completar su formación con el Máster Universitario en Orientación Educativa Familiar que aporta conocimientos sobre asesoramiento, saber comunicar a las familias y otros aspectos que van a mejorar la labor de orientación escolar en el aula y en la familia.
De todas maneras, no solo es el docente el que realiza esta función. En los centros educativos también se encuentra la figura del orientador, que colabora con el equipo docente. Además del trabajo del profesorado y el departamento de orientación, los centros escolares también cuentan, de ser necesario, con el apoyo externo de los Equipos de Orientación Específicos.