UNIR Revista
¿Sabes en qué consiste la orientación pedagógica? En UNIR planteamos sus principales modelos, características y funciones.
La orientación psicopedagógica es un proceso de ayuda continuo, de carácter educativo, para potenciar el desarrollo intelectual, social, emocional, académico y profesional de un individuo o grupo.
En el contexto escolar, el orientador ayuda al alumno a mejorar su inclusión en la escuela, a solventar sus dificultades de aprendizaje, a mejorar sus capacidades para aprender o asesorarle a la hora de elegir sus itinerarios académicos. Esto implica un trabajo directo con las familias del alumnado, los tutores y los profesores de apoyo. Incluso, gran parte de sus funciones consisten en coordinar y asesorar al equipo docente para atender a la diversidad del alumnado y las necesidades especiales y personales de este.
La orientación psicopedagógica no se aplica exclusivamente al ámbito de la educación formal (colegios, institutos, universidades…). De este modo, el orientador psicopedagógico puede ejercer sus funciones en otros contextos, como el comunitario y el laboral. De acuerdo con esto, el orientador es un agente activo dentro del desarrollo integral de los individuos. Guía, asesora y, por supuesto, interviene de acuerdo con las bases teóricas y modelos de intervención en orientación psicopedagógica.
Principales modelos de orientación psicopedagógica
Modelo clínico o counselling
Consiste en la intervención y asesoramiento directo e individual del alumno (o cliente) a través de la entrevista, técnica principal de este modelo. El método counselling se fundamenta en los principios de Carl Rogers y su obra: Counselling and psychotherapy (1942).
De acuerdo con Rogers, el orientador debe actuar como guía y consejero para que el individuo se conozca a sí mismo y alcance su máximo crecimiento personal. Durante la intervención se presta especial atención a los factores emocionales del individuo —por encima de los intelectuales—, así como el entorno físico y psicológico que afecta a su maduración.
El objetivo de la intervención psicopedagógica a través de programas es grupal y tiene un carácter preventivo-educativo, es decir: potenciar las capacidades de aprendizaje y destrezas de los individuos, en lugar de centrarse solo en sus déficits.
El orientador es el encargado de diseñar estos programas con la finalidad de cubrir las necesidades de un grupo, una empresa, un centro educativo o comunidad. Por lo tanto, debe planificar los objetivos de dichos planes, definir las actividades, recursos y metodologías, indicar el personal profesional que se requiere para su implantación y, por último, una evaluación posterior de la efectividad de dicho programa.
Modelo de consulta
Para una completa e idónea orientación psicopedagógica, el orientador necesita la colaboración de las personas que rodean al alumno o cliente. En el contexto escolar serían los familiares, el tutor, profesores de apoyo o profesionales especializados que trabajan con el niño (psicólogo, logopeda…).
En este modelo, el cliente —la familia o los profesionales anteriormente mencionados— es el que interviene de manera directa con el sujeto siguiendo las pautas marcadas por el orientador. El caso de que el demandante sea el profesor, por ejemplo, el orientador le facilitará recursos para mejorar el rendimiento, la comprensión y participación de sus alumnos o cómo afrontar conductas disruptivas en el aula.
Formación y competencias del orientador
Ahora que ya sabes qué es la orientación psicopedagógica, quizá te preguntes qué estudios se requieren para ejercerla. En primer lugar, es necesario que el profesional cuente con una licenciatura o grado en Pedagogía, Psicología o Educación. Además, se recomienda completar esta formación con un Máster en Psicopedagogía.
Los cursos de postgrado preparan al profesional para que desarrolle todas las competencias que integra la orientación psicopedagógica: aprendizaje de las técnicas de evaluación psicopedagógicas y diagnóstico, del diseño e implantación de programas de intervención psicoeducativa, asesoramiento psicopedagógico a familias, empresas u organismos sociales y comunitarios.