Jorge Arana Varona
La enseñanza STEM ofrece un marco ideal para desarrollar este modelo de razonamiento, preparando a los estudiantes para enfrentar los desafíos de una sociedad basada en la ciencia y la tecnología.
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El pensamiento crítico es una de las competencias fundamentales para el aprendizaje en el siglo XXI. Desde las aulas, los docentes deben capacitar a sus estudiantes para analizar, argumentar y elaborar juicios propios ante cualquier información o noticia que reciben. Esta capacidad se puede desarrollar a través del razonamiento científico desde las aulas de ciencias, por lo que el papel del profesorado STEM en esta cuestión se torna imprescindible.
Según un estudio de la Universidad de Zaragoza, la implementación del aprendizaje basado en problemas en un entorno STEAM mejora significativamente las habilidades de pensamiento crítico de los estudiantes de secundaria. Los estudiantes demostraron una mayor capacidad para sintetizar información y construir argumentos sólidos, aunque encontraron desafíos al evaluar la relevancia y fiabilidad de las fuentes de información.
Ismael Mauricio Duque, coordinador científico del programa STEM-Academia de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, subraya que la educación STEM no solo busca formar profesionales en áreas científicas y tecnológicas, sino también ciudadanos capaces de tomar decisiones informadas. “Para el ciudadano, la toma de decisiones implica tener una buena formación en STEM. Sin esta formación, es imposible ejercer el pensamiento crítico en una sociedad basada en la ciencia y la tecnología”, afirma Duque.
El pensamiento crítico permite a los estudiantes evaluar la información de manera objetiva, identificar sesgos y tomar decisiones basadas en evidencia. En un mundo donde la información es abundante y a menudo contradictoria, estas habilidades son más importantes que nunca.
Cómo desarrollar el pensamiento crítico
- Integración de la ingeniería y el pensamiento computacional: Duque destaca la importancia de incluir contenidos de ingeniería en la educación básica. “La ingeniería es el contexto más apropiado para introducir a los estudiantes en la resolución de problemas usando conocimientos de las áreas de STEM”, explica. Además, el pensamiento computacional, que implica descomponer problemas complejos en partes más manejables, es una habilidad crucial que se puede desarrollar desde temprana edad.
- Aprendizaje basado en proyectos: Este enfoque permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos en situaciones reales, fomentando la colaboración y la creatividad. “Es fundamental trabajar en didácticas apropiadas para la enseñanza de las ciencias y las matemáticas, pilares de las áreas de STEM”, señala el docente de UNIR. El aprendizaje por proyectos no solo motiva a los estudiantes, sino que también les enseña a investigar, experimentar y reflexionar sobre sus resultados.
- Alfabetización en datos: En la era de la información, es crucial que los estudiantes sepan interpretar datos presentados en tablas, gráficas y estadísticas. “Desarrollar una buena alfabetización en datos es esencial para comprender información y detectar presentaciones tendenciosas”, comenta.
- Evaluación crítica de fuentes: Enseñar a los estudiantes a calibrar la confianza que se puede atribuir a diferentes fuentes de información es otra estrategia clave. “Es importante identificar organizaciones y publicaciones más confiables, así como aquellas que tienden a ser menos válidas”, añade Duque. Esta práctica ayuda a los estudiantes a discernir entre información fiable y engañosa.
STEM-Academia para la formación de docentes
En Colombia, el programa STEM-Academia ha propuesto espacios de desarrollo profesional docente, así como el desarrollo de materiales educativos orientados a la educación en las áreas de STEM. De esta forma, los profesores colombianos reciben una formación en ciencias que luego pueden extrapolar a sus estudiantes.
Ejemplo de ellos es “el material para enseñar ciencias por indagación en primaria, la propuesta para educar en el cambio climático orientada a estudiantes de secundaria, el desarrollo de material para la enseñanza del pensamiento computación desde prescolar hasta el fin de la secundaria y material educativos relacionado con el desarrollo sostenible”, comenta Duque.
Igualmente, en colaboración con una organización de Canadá denominada PREST, se ha trabajado tanto en material educativo como en formación de docentes para la enseñanza de las matemáticas desde el preescolar hasta el final de la primaria.
El papel de los docentes en la promoción del pensamiento crítico
Para mejorar la formación docente en enseñanza STEM, Duque sugiere trabajar en tres direcciones: didácticas apropiadas para la enseñanza de las ciencias y las matemáticas, aprendizaje por proyectos y prácticas efectivas de enseñanza basadas en evidencia. “Informar a los profesores sobre prácticas efectivas de enseñanza basadas en evidencia es crucial”, afirma.
Judit Sisternes, estudiante del Máster en Didáctica de Física y Química en Educación Secundaria y Bachillerato en UNIR, destaca la importancia de la colaboración entre profesionales. “La colaboración entre profesionales, compartiendo experiencias y conocimiento, es fundamental para enfocar nuestro trabajo de manera conjunta y consensuada”, comenta Sisternes. En su experiencia, los talleres y seminarios sobre pensamiento crítico han sido una oportunidad valiosa para aprender nuevas estrategias y recursos didácticos.
A través de la integración de la ingeniería, el pensamiento computacional, el aprendizaje basado en proyectos, la alfabetización en datos y la evaluación crítica de fuentes, los docentes pueden fomentar estas habilidades en sus estudiantes. Como señala Duque, “solo si las personas tienen los mínimos para acceder a la información pueden evaluarla críticamente“. Por lo tanto, es fundamental mejorar la educación básica en lectura, matemáticas y ciencias para desarrollar ciudadanos críticos y bien informados.
(*) Ismael Mauricio Duque es el coordinador científico del programa STEM-Academia en la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Con una sólida formación en educación STEM, Duque ha dedicado su carrera a promover la enseñanza de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en Colombia y América Latina.
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