Román Rodríguez Curbelo
¿Qué nos hace caminar de pie o juntar instintivamente los labios para absorber? Eva Rodríguez, docente en el Curso de Experto Universitario en Psicomotricidad y Neuromotricidad de UNIR, profundiza en la influencia de estos reflejos primitivos en niños con dificultades o trastornos de aprendizaje.
Hay ciertos movimientos y acciones que nacen con nosotros, que llevamos dentro desde siempre y que resultan vitales para nuestra supervivencia ante las primeras influencias del mundo exterior. Porque el ser humano nace muy inmaduro con respecto a otras especies.
Ciertos mecanismos físicos nos permiten poco a poco andar sobre las piernas. Colocamos por instinto los labios de tal forma que luego, con el paso del tiempo, somos capaces de articular palabras. Incluso los bebés saben de algún modo, nada más nacer, que deben reptar desde el vientre hasta el pecho de sus madres.
Eva Rodríguez, docente en el Curso de Experto Universitario en Psicomotricidad y Neuromotricidad de UNIR, explica estos reflejos y subraya también lo perjudicial que resulta no perderlos gradualmente, un fenómeno que puede alterar el desarrollo y la capacidad de aprendizaje de los niños, y afectar en general a sus vidas cotidianas.
Pregunta: ¿Qué son, grosso modo, los reflejos primitivos? ¿Para qué sirven?
Respuesta: Los reflejos primitivos son patrones automáticos de movimiento, dirigidos desde el tronco encefálico, que surgen durante la gestación y que ayudan al bebé a que se coloque en la posición adecuada para salir a través del canal del parto. También le asisten en los primeros momentos tras el parto, en la primera supervivencia.
Por ejemplo, si un bebé no respira espontáneamente, podemos activar su reflejo de moro para que inicie la respiración (los bebés se sobresaltan con este reflejo, extienden sus brazos, estiran las piernas y, de pronto, vuelven a juntar sus extremidades y rompen a llorar). Si dejamos a un bebe encima del vientre de su madre, será capaz de hacer movimientos de arrastre hasta el pecho de la madre, y al alcanzar el pecho comenzará a succionar. Todos estos movimientos, gestos y patrones se hacen gracias a los reflejos primitivos.
Estos reflejos primitivos se van integrando con el paso del tiempo en patrones de movimiento superiores, desarrollándose así los reflejos posturales. Es posible comprobar la presencia de estos reflejos primitivos en adultos sanos.
Distintos fenómenos pueden hacer que estos patrones vuelvan a estar de nuevo activos, como situaciones de inmadurez, daños neurológicos, accidentes… En el caso de las demencias o de enfermedades como el Alzheimer, vemos cómo se pierden los reflejos posturales y los reflejos primitivos aparecen de nuevo. Vemos cómo la persona deja de agarrar bien los cubiertos, por ejemplo, o se cae sin protegerse con las manos. Se vuelven como niños.
P: ¿Cuáles son los reflejos primitivos más importantes?
R: Todos son importantes, aunque unos sean más conocidos que otros. El reflejo de moro nos ayuda a tomar la primera inspiración, el reflejo de succión nos ayuda a alimentarnos, el espinal galant nos ayuda a descender a través del canal del parto…
P: El hecho de que los reflejos primitivos no desaparezcan es un problema. ¿Por qué motivos pueden no desaparecer? ¿Hay alguna predisposición genética?
R: La permanencia o no integración de un reflejo primitivos se ha asociado tradicionalmente a un daño neurológico, pero actualmente se sabe que podemos tener alguno de estos reflejos primitivos activo o no totalmente integrado.
Aquella situación que produce una privación sensorial o de movimiento puede ser la causa de que estos reflejos primitivos permanezcan activos, como bebes prematuros o ciertas condiciones de privación de la movilidad.
El ser humano nace muy inmaduro si lo comparamos con otras especies, y tiene que pasar por diferentes etapas en el inicio de la vida para conseguir la bipedestación, para hablar y pensar. A veces, sin embargo, nos saltamos alguna de estas etapas o no la practicamos lo suficiente. Se ha relacionado la no integración completa del RTAC (Reflejo Tónico Asimétrico Cervical) con no poder gatear y es frecuente ver este reflejo en los niños con dislexia.
Podemos desarrollar un lenguaje hablado, pero antes necesitamos de mucha maduración bucal para ello. Al bebé humano le cuesta mucho trabajo mamar de primeras el seno materno. Pero eso es precisamente lo que luego nos permite desarrollar la musculatura de la boca y coordinar la respiración y la deglución.
A veces podemos ver a bebés que no han tenido una lactancia materna idónea. Presentan entonces hipotonías orofaciales que le llevarán a mantener la boca abierta en posición de reposo, o a dejar a la lengua en una mala posición cuando está igualmente en reposo, o desarrollarán dificultades para pronunciar correctamente, para la respiración oral…
P: ¿Se puede prevenir este problema?
R: La madre gestante debe estar en las mejores condiciones de salud para que pueda aportarle al bebé todo lo necesario para su desarrollo.
Los tóxicos de la madre pasarán al bebé, y las situaciones estresantes de la madre también serán vividas por el bebé. De hecho, sabemos que un gran impacto de la madre a nivel emocional puede provocar un aborto espontáneo.
Influye también no abusar de partos instrumentalizados si no son estrictamente necesarios para la vida del bebe y de la madre. Hay que fomentar el tummy time, juegos del recién nacido sobre su propio vientre, y favorecer en general al bebé un medio adecuado para que pueda realizar su desarrollo motor, principalmente en el suelo. No debemos abusar de sillas u otros artilugios que nos propone el mercado.
Es imprescindible asimismo formar a profesionales que puedan evaluar el desarrollo del bebé y alertar lo antes posible. También mostrar la importancia del desarrollo motor para un buen desarrollo integral del niño.
P: ¿Qué síntomas pueden servir de alerta?
R: Los síntomas de alerta funcionan como banderas rojas. Los hay al inicio de la vida:
- Retraso en la adquisición de algunos de los hitos del desarrollo motor, emocional, o cognitivo.
- Falta de interés por el medio.
- Desinterés y falta de conexión con los progenitores o cuidadores.
- Insensibilidad al dolor.
- Hipersensibilidad de cualquiera de los sentidos.
- Bebé que esta con mucha frecuencia enfermo.
- Bebés poco demandantes o altamente dependientes.
O durante la etapa infantil:
- Problemas de coordinación, equilibrio, falta de habilidad.
- Bajo tono muscular.
- Caminar de puntillas.
- Hipermovilidad articular.
- Dificultad para relacionarse con iguales.
- Infecciones de repetición, déficit del sistema inmunitario.
- Posturas inadecuadas.
- Falta de curiosidad en el juego y escasa energía.
- Retraso o no consecución de las habilidades o hitos, según la edad.
- Retraso en la adquisición del lenguaje.
- Problemas de aprendizaje, de atención y de memoria…
- Dificultad en la gestión emocional.
Eso sí: cada uno de estos síntomas por sí solo puede no ser relevante.
P: Una vez detectados, ¿cómo pueden afrontarse y resolverse?
R: Hay diferentes programas para la integración de estos reflejos.
Podemos usar los movimientos rítmicos propuestos por el psiquiatra sueco Harald Blomberg: movimientos suaves y rítmicos, ejecutados en diferentes posiciones para integrar los diferentes reflejos, que proporcionan estimulación sensorial.
Siempre podemos hacer más de lo que hace el bebé en condiciones normales para favorecer su desarrollo. Pero serán actividades que deberemos de modificar, puesto que el cuerpo del bebé no es tan grande como el del infante o el adulto. Se debe modificar los movimientos o ejercicios porque las proporciones corporales de un niño con respecto a un adulto son diferentes.
A un bebé le resulta fácil asumir patrones de arrastre porque su tronco y su cabeza son grandes, mientras que las extremidades son cortas.
Además, será necesario proponer actividades para favorecer el desarrollo de cierta musculatura o para enseñar a el cuerpo a disociar diferentes partes del cuerpo. También podemos hacer ejercicios de presiones isométricas en diferentes puntos relacionados con el patrón del reflejo.
¿Qué dificultades en el aprendizaje son más frecuentes en niños y niñas?
- Dificultades para aprender colores y nombres de cosas habituales.
- Problemas para aprender días de la semana y palabras que designan temporalidad, como “ayer”, “mañana”, “desayuno” o “comida”, por ejemplo.
- Dificultad en la lectura y la escritura.
- Obstáculos para comprender conceptos matemáticos, como “decenas” y unidades”.
- Problemas de memoria.
- Inversiones de letras o números al leer o al escribir.
- Incapacidad para mantener la postura, de pie o sentado, o de coger un lápiz correctamente.
El Curso de Experto Universitario en Psicomotricidad y Neuromotricidad de UNIR ofrece toda la formación necesaria en esta materia. Docentes que además son profesionales en activo como Eva Rodríguez profundizan junto al estudiante en la prevención, la detección y los tratamientos posibles para tratar estas dificultades entre los niños.
Enseñan a ejercitar sus funciones psicomotrices y su desarrollo psicomotor global, o a plantear estrategias de intervención factibles y eficientes en el campo educativo y terapéutico, entre otras muchas competencias. Conocimientos cuyo fin último consiste en garantizar una correcta integración de todos los niños en esta situación.