Ingrid Mosquera Gende
Aunque no seamos conscientes de ello, todos tenemos un PLE y lo hemos ido construyendo año tras año. Debemos intentar ser conscientes de ello y, así, podremos desarrollarlo y organizarlo para sacarle el mayor partido posible. Pero, ¿qué es un PLE? y ¿cómo puedo tenerlo sin saberlo?
Un PLE es un entorno personal de aprendizaje, exactamente las siglas hacen referencia a su nombre en inglés, Personal Learning Environment, acuñado en 2004, que en castellano tendría su equivalencia en el acrónimo EPA. Todos tenemos un PLE: la mayoría de forma inconsciente, y otros de forma consciente.
Ahora bien, en primer lugar habría que ver cómo se entiende ese entorno. Algunos autores definen el PLE como “el conjunto de fuentes de información, herramientas, conexiones y actividades que cada persona utiliza para aprender” (Adell y Castañeda, 2010). Pero, mientras que algunos expertos lo definen en ese sentido, relacionado con entorno tecnológico del estudiante, para otros, se trata de una tendencia pedagógica asociada a las nuevas tecnologías.
En todo caso, el PLE es personal por definición. Cada uno lo gestiona y organiza a su manera, dependiendo de su modo de aprender, de sus necesidades, de su campo de estudio o de su relación con la tecnología.
Cada uno gestiona y organiza su PLE a su manera, dependiendo de su modo de aprender, de sus necesidades, de su campo de estudio o de su relación con la tecnología.
En palabras del propio Jordi Adell, el PLE es nuestro entorno global de aprendizaje, en el que no solo somos consumidores, sino también productores y creadores.
Componentes del PLE
Suelen nombrarse tres pilares fundamentales:
– Las herramientas. Directamente relacionadas con el desarrollo de la competencia digital. Las acciones que definen este componente son las de crear, desarrollar y adquirir.
– Los recursos o fuentes de información. Se relacionan con el desarrollo del pensamiento crítico. Implica los procesos de leer, investigar y reflexionar.
– El PLN (Personal Learning Network o red personal de aprendizaje). Está relacionado con el aprendizaje informal y el aprendizaje en abierto. Incluye redes sociales, conexiones y relaciones. El proceso cognitivo básico asociado sería compartir. Supone comunicación, emoción y cooperación.
Los componentes del PLE son las herramientas para crear, los recursos para aprender y las conexiones para compartir”.
Desarrollo del PLE
Para construir nuestro PLE, o más bien desarrollarlo, pues ya lo tenemos ahí de un modo u otro, debemos intentar organizar nuestro conocimiento y nuestras herramientas. En gran medida, se trata de intentar sacar el mayor partido a unos recursos que ya estamos empleando y, en caso que lo necesitemos o nos apetezca, incorporar nuevas herramientas que nos puedan facilitar la gestión de nuestro conocimiento.
Como decíamos, lo primero es ser consciente de que todos tenemos un PLE. Podemos analizar nuestro entorno de aprendizaje respondiendo a algunas preguntas:
– ¿Qué herramientas digitales conozco y con qué frecuencia las empleo? Un PLE puede basarse en una única herramienta, por ejemplo Symbaloo, que nos servirá para tener en un solo espacio web todos nuestros enlaces, personales y profesionales, y poder acceder a ellos desde cualquier dispositivo. En sus diferentes pestañas, o en una sola, tendremos acceso a nuestro PLE. Es una herramienta de organización, aunque no es la única.
– ¿Qué hago cuando encuentro alguna información interesante en internet y deseo guardarla para leerla más tarde? Descubre la denominada curación de contenidos y todas sus posibilidades.
– ¿Qué redes sociales tengo y para que las uso? Te recomendamos crear un perfil en Twitter, por su potencial educativo. Sigue cuentas educativas, comunícate, reflexiona, debate y comparte.
Recuerda que tu PLE siempre estará en construcción y que se crea poco a poco.
Un PLE siempre está en construcción y se crea poco a poco”
El PLE en el aula
Los PLE son fáciles de construir y desarrollarse, son adaptables a cada persona y sirven al docente para conocer cómo trabajan los estudiantes y poder aconsejarles, si lo estima oportuno, ofreciéndoles un abanico más amplio de posibilidades digitales y estratégicas.
En relación a los alumnos, les sirve para organizar la caótica sobreexposición informativa a la que se ven sometidos, gestionando su aprendizaje y su contenido. Además, impulsa la reflexión cooperativa en entornos educativos.
Metodológicamente, esta tendencia defiende la autonomía del estudiante, la construcción de su propio aprendizaje y conocimiento, favoreciendo el aprendizaje autorregulado y el metaaprendizaje, haciéndolo consciente de sus propias estrategias, posibilidades y carencias. En definitiva, contribuye a un mayor autoconocimiento. Supone una metodología activa, basada en la cooperación, y relacionada con el conectivismo, con el aprendizaje en abierto, con la formación continua y con el aprendizaje informal.
Ahora dime, ¿cómo es tu PLE? ¿eras consciente de que lo tenías? ¿cómo puedes mejorarlo?
Para más información, puedes descargarte la versión online de este completo libro: Castañeda, L. y Adell, J. (eds.). (2013). Entornos personales de aprendizaje: claves para el ecosistema educativo en red. Alcoy: Marfil.
- Doble Grado en Maestro en Educación Primaria e Infantil
- Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria