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La taxonomía de Bloom se basa en jerarquías de conocimiento que los alumnos y alumnas deberían alcanzar a lo largo de su vida escolar, lo cual ayuda al docente a preparar sus clases.
Una parte fundamental e importante del proceso de enseñanza es el planteamiento que deben hacer los docentes sobre qué conocimientos tienen que adquirir los alumnos. Es en este aspecto donde reside la importancia de la taxonomía de Bloom, ya que facilita a los profesores parte del trabajo a realizar en el ámbito educativo.
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¿Qué es la taxonomía de Bloom?
La taxonomía de Bloom es una teoría pedagógica que incluye un compendio de objetivos que aparecen redactados como verbos y están recogidos en una tabla. Estos infinitivos se encuentran divididos en diferentes ámbitos del conocimiento. A su vez, estos objetivos también se hallan establecidos a lo largo de la tabla en varios niveles de complejidad de manera que, cuando un alumno haya alcanzado un nivel, pasará al superior, superando de forma progresiva los distintos estadios planteados en la tabla.
La taxonomía tiene su origen en las investigaciones del pedagogo Benjamin Bloom, que determinó diferentes jerarquías de conocimientos que los alumnos y alumnas deberían alcanzar a lo largo de su vida escolar, logrando así superar las distintas materias o áreas del conocimiento.
Los objetivos aparecen diferenciados en tres ámbitos y en distintos niveles que deben trabajar los docentes con los estudiantes. Serían:
- Cognitivo: refiriéndose a la capacidad de obtener conocimientos y resolver problemas.
- Afectivo: incidiendo en la importancia que tiene la educación emocional para el desarrollo evolutivo de las personas.
- Psicomotor: esta área es fundamental, ya que de muchas de las habilidades motrices nacen otras destrezas del desarrollo como la escritura.
Por otro lado, los niveles establecidos son: conocer, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
El planteamiento que hizo Bloom de la taxonomía ha ido cambiando a lo largo del tiempo, enriqueciéndose por las aportaciones que los distintos profesionales han realizado sobre la misma. La tabla se ha ido adaptando a los diferentes cambios que ha experimentado la educación, nutriéndose de las metodologías y técnicas más actuales y trabajando campos que se han incorporado más recientemente, como son las nuevas tecnologías. De este modo, se ha adecuado al propio proceso educativo teniendo en cuenta las necesidades y motivaciones del alumnado.
Ventajas de aplicar la taxonomía de Bloom en la enseñanza
La taxonomía de Bloom es importante en el ámbito educativo, ya que facilita una de las tareas que deben llevar a cabo los docentes: programar. A partir de los objetivos que dicha teoría plantea es más sencillo reflejar las capacidades que los profesores quieren que el alumnado alcance, permitiendo diseñar las actividades que van a realizar diariamente.
Además, estos términos que aparecen recogidos en la tabla posibilitan llevar la taxonomía al ámbito de la evaluación, pudiendo ser empleados para redactar los ítems y criterios de evaluación. Estos criterios permitirán saber si los estudiantes están logrando los objetivos programados y, en caso de no ser así, el profesor podrá adaptar la enseñanza a las necesidades, ritmos y al propio alumno.
Por otro lado, esta metodología faculta aplicar en el aula enseñanzas versadas en el pensamiento, la búsqueda y la autonomía; partiendo de los intereses y de las motivaciones de los alumnos, pero, sobre todo, propiciando que adquieran lo que se conoce como aprendizajes significativos, tan importantes en la asimilación de contenidos.
La taxonomía inculca en los estudiantes un método de enseñanza activo que les permite desarrollar no solo la parte cognitiva, sino también les ayuda a potenciar todas las inteligencias múltiples que plantea en dicha teoría Howard Gadner, procurando así, una enseñanza en los centros educativos que les permita a los estudiantes transferir dichos conocimientos a la vida cotidiana.