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Descubre en qué consiste el trabajo por ambientes en infantil, sus principales características y claves de este modelo de trabajo en el aula.
Dicen que las cosas no solo han de ser, también tienen que parecer. Este dicho tiene su aplicación de forma directa en el mundo educativo y, sobre todo, en la etapa de Infantil, más concretamente en el trabajo por ambientes. Descubre en qué consiste el trabajo por ambientes en Infantil, sus principales características y claves de este modelo de trabajo en el aula.
¿Qué es el trabajo por ambientes?
Se puede considerar al ambiente como un agente “activo” y una guía para el desarrollo. El trabajo por ambientes en Educación Infantil es la generación de espacios y lugares que van más allá de lo meramente físico y de lo estándar, son puntos de encuentro donde los alumnos se pueden relacionar y en los que fluye más comunicación de lo que se puede intuir a simple vista.
Este modo de trabajo seduce, provoca, llama la atención e integra a todos y cada uno de los alumnos. Además, les hace aumentar la autoestima sin tener miedo al error o al fracaso. Los ambientes son paisajes pedagógicos relacionales que mantienen activos y creativos a los escolares en un entorno lúdico. El fin es el bienestar afectivo y emocional.
A la hora de crear el trabajo por ambientes en Educación Infantil no hay reglas escritas: básicamente consiste en idear espacios que dependen de las necesidades y peculiaridades de cada grupo de escolares. El trabajo por ambientes ha de ser flexible y dinámico teniendo en cuenta que los alumnos de Infantil cambian y evolucionan constantemente.
¿Para qué sirve el trabajo por ambientes en Infantil?
El punto de partida del trabajo por ambientes es que el maestro guía y acompaña al alumno, le deja ser y hacer. Básicamente, está pensado para despertar en los niños la relación de ideas, el interés y la curiosidad bajo la supervisión del docente, que debe documentar las acciones e interactuar con el alumno, pero de forma no intrusiva.
Loris Malaguzzi fue uno de los grandes impulsores del trabajo por ambientes en Educación Infantil. Ideó una escuela para ser vivida en la que el protagonista fundamental es la confianza en la capacidad de los niños. Y todo en un entorno donde los ambientes tienen mucha importancia, ya que se convierten en un instrumento “líquido” que acelera el aprendizaje a base de despertar la curiosidad natural del escolar.
El objetivo es conseguir un entorno inclusivo donde el niño o la niña estén siempre presentes. Estos deben conseguir un equilibrio de bienestar que asegure una plenitud en el aprendizaje. Se requiere, además, la colaboración de las familias, que no solo han de participar esporádicamente, sino que son un eje fundamental y su presencia aporta más poder y seguridad al alumno. Este se convierte en un niño con capacidades y, lo más importante de todo, tendrá el deseo de jugar y descubrir.
Los ambientes en la escuela favorecen, entre otras cosas:
– La acción y la quietud
– El juego y el pensamiento
– El recorrido y el descubrimiento
– La intimidad y la relación
– La construcción y la reconstrucción
– El caos y el orden
– Lo real e imaginario
– Lo que permanece y lo transitorio
– La identidad y la alteridad
– La presencia y el ocultamiento
– La mirada y la escucha
– El placer y la transformación
Ejemplos de organización por ambientes en Infantil
Los ambientes se pueden organizar de forma muy variada y dependerá de las necesidades concretas del grupo de escolares. Pueden escogerse distintos lugares del aula, el patio o las zonas de paso. Pero antes de nada, habrá que diferenciar bien las diferentes áreas.
Se deben crear espacios adecuados para cada edad y estos deben ser auténticos generadores de relaciones sociales, lugares dinámicos que inviten a hacer y a interactuar, facilitando la construcción conjunta del conocimiento.
Dentro del aula
Algunas posibilidades de trabajo por ambientes dentro del aula son:
– el artístico (mesas de libertad creativa con diversidad de materiales como ceras, arcillas o plastilina)
– el de grafismo (resaques con letras, letras de lija, alfabetos móviles…)
– el de construcción (bloques de madera, coches de pequeño tamaño, legos…)
– vida práctica (bastidores para abrochar botones, subir cremalleras, escobas para barrer…)
– lógica-matemática (figuras con números, balanzas, vasos medidores, cintas métricas…)
– las profesiones
– la biblioteca (cuentos de diferentes temáticas)
– la naturaleza (con conchas, piedras, plantas naturales…)
Para ambientes exteriores
En el exterior las opciones incluyen juegos en columpios, árboles para escalar, una escalera o soga para trepar, balancines, troncos para hacer equilibrios, elementos donde poder colgarse… También se puede jugar con agua y envases de diferentes formas o en areneros con palas, rastrillos y elementos para hacer construcciones. Al igual que en el interior, el juego simbólico debe ser prioritario en la etapa de Infantil. Para ello se pueden habilitar rincones con disfraces, casas de muñecas, cunas de juguete, puestos de venta de comida, etc.
Está más que comprobado que el trabajo por ambientes en Educación Infantil da sus frutos y es altamente efectivo para el rendimiento de los alumnos. Por esta razón, se ha convertido en materia curricular de los planes de estudio para ser maestro de Infantil.