UNIR Revista
Con la intención de promover el máximo grado de autonomía en sus alumnos, se desarrollan desde hace años los cursos de transición a la vida adulta para personas con necesidades educativas especiales.
Alcanzar la inserción sociolaboral y fomentar la máxima independencia personal son los dos principales objetivos de los programas de transición a la vida adulta para alumnos usuarios de la educación especial.
Este tipo de formación sobre transición a la vida adulta tiene una duración de dos años, aunque puede ampliarse hasta tres en aquellos casos en los que el tránsito educativo del alumno así lo aconseje. Se trata de un momento crucial en la etapa educativa de los estudiantes, ya que seguirán buscando alternativas para acceder a un empleo, una vivienda o una vida social autónoma.
Para acceder a los programas de transición a la vida adulta, el alumno debe tener cumplidos los 16 años y no puede exceder de 20, aunque con carácter excepcional es posible autorizar la permanencia de los usuarios hasta los 21 años en determinadas circunstancias:
- En el caso de que un año más de permanencia en el centro signifique alcanzar los objetivos fijados en el programa de ese estudiante o un mayor grado de autonomía.
- Cuando el alumno esté en espera de su incorporación a un centro ocupacional de empleo y no sea factible el acceso.
Participar en programas de transición a la vida adulta resulta de vital importancia para las personas que han realizado su formación en centros de educación especial porque facilitan:
Impulsar y consolidar las facultades que poseen los alumnos
En conceptos tan variopintos como pueden ser los físicos y afectivos o los comunicativos, cognitivos, morales, cívicos y de reinserción social. Todo ello, promoviendo el mayor grado posible de autonomía personal y de integración social.
Potenciar que los estudiantes participen en todos aquellos escenarios que suceden en la vida adulta
Como pueden ser las tareas domésticas, la utilización de los servicios comunitarios o saber disfrutar del ocio y el tiempo libre.
Fomentar la implantación de comportamientos laborales seguros
En los entornos de trabajo, así como enfoques positivos ante las tareas y la normativa laboral.
Favorecer los conocimientos básicos
Que se han alcanzado en la educación básica y consolidar las competencias comunicativas y numéricas, así como la capacidad de razonamiento y resolución de problemas de la vida cotidiana.
Fomentar los hábitos de vida saludable
La seguridad personal y el equilibrio afectivo, poniendo siempre por delante el bienestar personal.
Los programas de formación para la transición a la vida adulta destinados a los alumnos con necesidades educativas especiales escolarizados en centros de educación especial están regulados en el BOE.
El proceso de transición a la vida adulta
La transición a la vida adulta de las personas con necesidades educativas especiales es un proceso que se lleva a cabo durante la juventud, una etapa muy concreta y significativa del desarrollo humano. Y en la que es preciso que cuenten con oportunidades estimulantes que sean capaces de promover su desarrollo personal.
El proceso de transición a la vida adulta se estructura en tres ámbitos de experiencia fundamentales:
Autonomía personal en la vida diaria
El objetivo en este ámbito es fomentar el aprendizaje sobre cuestiones relacionadas con el cuidado personal, la propia imagen o la autonomía en actividades de la vida cotidiana.
Integración social y comunitaria
En este caso, el propósito final es conseguir que los estudiantes sean capaces de identificar, conocer y utilizar todos los recursos y equipamientos a su alcance, así como los servicios comunitarios que pueden resultar de utilidad.
Orientación y formación laboral
Aquí se tratará de que los alumnos adquieran destrezas básicas en técnicas laborales sencillas y también en hábitos que redunden en la seguridad y la salud en el trabajo.
Los educadores juegan un papel crucial en todas las etapas formativas y, por ello, es imprescindible que cuenten con la formación necesaria para trabajar con personas que requieren de prestaciones educativas especiales. El Máster oficial en Educación Especial online de UNIR facilita toda la formación, habilidades y competencias que se requieren para poder afrontar eficientemente las demandas específicas que plantean las personas con diversidad funcional, ya sea intelectual, sensorial o física.