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Este modelo estudia las cinco fuerzas que influyen en la capacidad de una empresa para ser competitiva y rentable. Su análisis permite fijar el atractivo de un sector en términos de rentabilidad.
Las cinco fuerzas de Porter es un modelo que analiza la competitividad de un sector y ayuda a las empresas a desarrollar estrategias para afrontarla. Se trata de una contribución del economista Michael Porter, profesor de la Universidad de Harvard, reconocido por sus trabajos en estrategia empresarial.
Este modelo, desarrollado en 1979, sigue siendo válido para analizar el equilibrio de fuerzas en un determinado sector. En él se contemplan cinco fuerzas que operan en el entorno inmediato de una empresa y que afectan a su capacidad para ser rentable. Son las siguientes:
- Rivalidad entre competidores actuales. Esta fuerza se refiere al grado de competencia por el mercado entre los competidores ya existentes en ese sector o industria.
- Amenaza de competidores potenciales. Indica la facilidad por parte de nuevos competidores para entrar en un mercado y competir con los actuales.
- Amenaza de los productos sustitutivos. Se refiere a la posibilidad de que los clientes reemplacen los productos o servicios por otros de empresas competidoras.
- Poder de negociación de los proveedores. Corresponde a la capacidad que tienen los proveedores para influir en el precio y la calidad de los productos y servicios de las empresas.
- Poder de negociación de los clientes. Es la capacidad que tienen los clientes para negociar precios y condiciones a sus proveedores.
Las tres primeras fuerzas (rivalidad entre competidores, amenaza de competidores potenciales y amenaza de productos sustitutivos) son fuerzas de competencia horizontal, mientras que las dos últimas (poder de negociación de proveedores y clientes) lo son de competencia vertical.
Las cinco fuerzas de Porter permiten estimar cómo de atractivo es un sector en cuanto a oportunidades de inversión y rentabilidad.
Los 4 factores del diamante de Porter
Las cinco fuerzas de Porter no es el único modelo desarrollado por Michael Porter para estudiar la competitividad de una empresa o de un sector. El académico también es el creador del diamante de Porter, que señala cuatro factores que interactúan entre sí y que generan ventajas competitivas para una empresa, influyendo en su capacidad para competir eficazmente en el mercado.
Así, los cuatro factores del diamante de Porter son:
- Condiciones de los factores. Tiene que ver con condiciones internas de la organización, como los recursos humanos y naturales, el capital, la tecnología e infraestructura de que dispone. Estos factores influyen en su capacidad para producir bienes y servicios competitivos.
- Condiciones de la demanda. Son las características del mercado en que opera la empresa; por ejemplo, su tamaño, la evolución de su crecimiento o el nivel adquisitivo de los clientes. La empresa ha de tener en cuenta estos factores para adaptar sus productos o servicios a las necesidades de los consumidores.
- Sectores afines y auxiliares. Son las empresas que forman parte del mismo sector o que están vinculadas a la misma, como proveedores de insumos, tecnologías y servicios. Este factor es importante ya que influye en la capacidad que tiene la compañía de acceder a materias primas y servicios de calidad y a un precio competitivo.
- Estrategia, estructura y rivalidad de la empresa. Este factor indica la competencia que existe en un sector y también la forma en que las empresas dentro de este compiten entre sí. Influye en la capacidad de la empresa para innovar y ser más eficiente.
Lo destacado del modelo del diamante de Porter es la relación que se establece entre estos cuatro factores para explicar por qué una empresa, un sector o una región o país son más competitivos que otros.
Ejemplo de aplicación del diamante de Porter
Para ver cómo se aplica el diamante de Porter en una empresa, podemos poner el ejemplo de una compañía española dedicada a la producción de exportación de aceite de oliva, la cual nos permitirá identificar los factores externos e internos que influyen en su competitividad.
- Condiciones de los factores: España, por sus condiciones climáticas y geográficas, es uno de los principales productores de olivo del mundo. Además, cuenta con una infraestructura desarrollada para la producción, almacenamiento y transporte de aceite de oliva.
- Condiciones de la demanda: el aceite de oliva es un producto muy demandado tanto en el mercado interno español como en otros mercados, como por ejemplo el de Estados Unidos.
- Sectores afines y auxiliares: España tiene una industria muy desarrollada de apoyo a la producción de aceite de oliva, desde empresas de maquinaria a fábricas de envasado y etiquetado, empresas distribuidoras y exportadoras, etc.
- Estrategia, estructura y rivalidad de la empresa: hay que considerar tanto la competencia de empresas españolas muy relevantes en el sector como de las de otros países competidores, como Italia.
Todos estos factores deben servirle a la empresa de aceite de oliva para desarrollar una estrategia con la que poder competir con éxito en el mercado global del aceite de oliva.
Tanto las cinco fuerzas de Porter como el diamante de Porter han sido aportaciones relevantes a las teorías de estrategia empresarial, indispensables en la dirección de una empresa. Analizando estos modelos, la empresa puede conocerse mejor a sí misma y al entorno, y establecer a partir de ahí la estrategia más conveniente.
Quien se encarga de recabar y analizar la información disponible para ayudar a la dirección a tomar decisiones informadas es el controller. Para trabajar en este puesto es recomendable una formación académica sólida como la que proporciona el Máster en Control de Gestión online de UNIR.