UNIR Revista
Quien aspire a desarrollar su carrera profesional en una empresa, debe saber que lo difícil no es llegar ni mantenerse, sino crecer. Para ello, debe dominar 7 competencias directivas basadas en el 'Future Job Report del World Economic Forum'.
Una buena formación académica ayuda a encontrar trabajo, pero… ¿y después? ¿Cómo puedo seguir creciendo y evitar el estancamiento profesional?
Quien aspire a desarrollar su carrera profesional en una empresa, debe saber que lo difícil no es llegar ni mantenerse, sino crecer. Hay que romper los sucesivos techos de cristal (o de cemento) que jalonan la vida laboral.
Para lograr esto, un ingeniero, licenciado en Administración, economista o financiero que desee generar más valor en su organización, debe adquirir competencias profesionales propias de un directivo. Hablamos de aptitudes generales que tienen que ver con la gestión de personas, la visión global, la creatividad… más que con las finanzas, las ventas o los RRHH.
Las peculiaridades de nuestra época exigen además que estas habilidades prácticas tengan muy en cuenta el entorno digital en que vivimos. “El mundo real es, actualmente, el mundo virtual”, advierte Pablo Cardona, decano de la Facultad de Empresa y director del MBA online de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
“En una economía crecientemente robotizada son más necesarias que nunca las cualidades esencialmente humanas del líder, es decir, aquellas que los robots nunca van a suplir”, añadió Cardona. El Máster MBA online de UNIR ha diseñado su propio programa de competencias profesionales adaptadas al sistema 100% online de esta universidad y a la realidad que viven hoy en día cada vez más empresas.
Las siete competencias profesionales y digitales del MBA online de UNIR, que impregnan todos y cada uno de los módulos formativos del máster, están inspiradas en el último informe publicado en el Future Job Report del World Economic Forum, y son las siguientes:
1. Gestión de personas y equipos
Consiste en alinear personas en pos de una misión y un objetivo empresarial común. Esta competencia es inherente al liderazgo en cualquier contexto, pero hoy en día el directivo debe aprender a ejercitarla en entornos virtuales y globales. No se puede desarrollar en un entorno de aprendizaje tradicional. El MBA de UNIR, por ejemplo, desarrolla la comunicación y colaboración virtual a través de la resolución de casos en equipos virtuales. Además de mejorar la competencia, la posibilidad de interactuar virtualmente con personas de distintos perfiles y procedencias produce un gran enriquecimiento profesional y personal.
2. Resolución de problemas complejos
Esta competencia se adquiere al aprender un modelo de toma decisión frente a situaciones inesperadas o indeseadas. Por lo general, encontrar la solución a problemas complejos requiere de la participación de varias partes de la organización. En estos contextos complejos, el correcto análisis de grandes cantidades de datos se ha convertido en una herramienta imprescindible para la toma de decisiones. De ahí que el Big Data y la analítica formen parte de la enseñanza imprescindibles en los mejores MBA.
3. Visión de negocio
“No hay viento favorable para quien no sabe a dónde va”, decía Séneca hace más de 2.000 años. Por eso, resulta imprescindible que el estudiante de un MBA aprenda a observar el entorno y a detectar y prevenir los cambios del mercado. Además, debe saber cómo enfrentar a la competencia con un planteamiento realista y alcanzable a corto, medio y largo plazo. A diferencia de lo que sucedía en el pasado, estos cambios suceden cada vez con menos diferencia de tiempo. Para la toma de decisiones de negocio, tampoco basta con interpretar correctamente los datos que arrojan los estados contables fundamentales en una empresa, como el balance o la cuenta de pérdidas; además, hay que saber hacia dónde dirigirnos con toda esa información.
4. Experiencia de cliente
Un directivo del siglo XXI debe conocer cómo gestionar las percepciones que los clientes adoptan sobre los productos o servicios que provee una empresa. A diferencia de lo que ocurría en el siglo pasado, hoy las percepciones de los clientes permanecen en el tiempo y se propagan a increíbles velocidades por internet, para fortuna o desgracia del negocio. Por eso, un buen Máster MBA forma al directivo para comprender el verdadero objetivo del marketing en su organización. Además, incide especialmente en el impacto de las TIC, la gestión de comunidades virtuales y la vinculación del cliente en la innovación.
5. Creatividad e innovación
En una economía donde se impone la automatización, hay cualidades inalcanzables para las máquinas: la capacidad de crear y de inventar nuevas soluciones y procesos. Por eso el MBA debe tratar de que sus estudiantes aprendan a descubrir ventajas competitivas. El objetivo es claro: mejorar los modelos de negocio de una empresa (organizativos, tecnológicos, financieros, etc.) para satisfacer a los clientes de manera constante. Una metodología didáctica online, con grupos virtuales para discutir casos prácticos, favorece la creatividad y el espíritu de innovación.
6. Inteligencia emocional
Se trata de una de las competencias más demandadas hoy en día en todos los sectores. Aunque se basa en la empatía, la Inteligencia Emocional se proyecta especialmente sobre la autenticidad y la ejemplaridad del líder. Estas dos características influyen de manera decisiva en las emociones y los sentimientos de las personas que operan en entornos empresariales. E impacta también en los procesos, la comunicación y la toma de decisiones de la organización.
7. Generación de acuerdos de valor
La negociación es un arte en donde distintas partes con intereses contrapuestos se comunican e interrelacionan para generar un valor compartido. Pero en un mundo virtual, la negociación tal y como la hemos conocido hasta ahora se queda corta. Hay que pasar a otra etapa: la del compromiso entre las partes implicadas. Aprender técnicas de comunicación y negociación para llegar a esos acuerdos que beneficien a todas las partes y que cumplan los objetivos previstos es otra de las competencias esenciales que se aprenden en un buen MBA. Por ello, en UNIR el alumno se forma en las habilidades necesarias para desempeñarse profesionalmente en un contexto de diversidad nacional y cultural.
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