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El agente de empleo y desarrollo local es un perfil asociado a la administración que busca mejorar la inserción laboral, promover el asociacionismo empresarial o prestar asesoramiento a emprendedores.
El empleo es una cuestión básica en el desarrollo de un país. Su situación depende de diferentes variables (la situación de estabilidad o guerra, el precio de los carburantes, la demanda de un determinado producto…), así como de los profesionales que intervienen en la gestión y promoción del mismo. Uno de ellos es el agente de empleo y desarrollo local.
La figura del agente de empleo y desarrollo local surge en España en los años 80 por parte de la administración con el objetivo de disponer de una herramienta más para mejorar la inserción laboral, fomentar la colaboración entre empresas e instituciones para la creación de trabajo y contribuir a la dinamización económica. Los técnicos de desarrollo local dependen de los ayuntamientos o entidades vinculadas a los mismos, como los centros comarcales. Las diputaciones provinciales también pueden contar con este tipo de profesionales.
El 15 de julio de 1999 entró en vigor la Orden de 15 de julio por la que se establecen las bases de concesión de subvenciones públicas para el fomento del desarrollo local. Entre otras cuestiones, en su artículo ocho se recogen las funciones de un agente de desarrollo local, las cuales se fueron ampliando durante las últimas dos décadas en función de los cambios del mercado laboral y las exigencias del mismo. Entre ellas, destacan:
- Realizar estudios de mercado para identificar nuevas oportunidades económicas e iniciativas que fomenten el empleo desde el ámbito local.
- Poner en conocimiento de desempleados, emprendedores y empresas nuevas oportunidades de empleo.
- Elaborar planes de desarrollo que tengan en cuenta los recursos propios de un territorio (turismo, patrimonio, naturaleza, etc.).
- Asesorar a nivel técnico, financiero y económico a nuevos proyectos empresariales.
- Apoyo a nuevas empresas desde el punto de vista de la formación y la consultoría.
- Asesoramiento, formación y apoyo a la cultura del emprendimiento.
- Diseño e implementación de programas que busquen la inserción laboral de desempleados y colectivos en situación de riesgo social.
- Diseño de cursos formativos para trabajadores en activo.
- Asesoramiento y tramitación de ayudas públicas.
- Colaboración con las empresas del entorno para mejorar su competitividad y crecimiento.
- Fomentar el asociacionismo y la colaboración empresarial.
- Promocionar el trabajo en red.
- Organizar intercambios con asociaciones empresariales de otros países.
Las funciones de los agentes de empleo y desarrollo local pueden variar en función de cada comunidad autónoma. Así, por ejemplo, en Galicia se recoge el servicio de apoyo a la tramitación o el de alojamiento (ofrecer espacios en viveros de empresas o la domiciliación social), mientras que en Murcia el seguimiento de legislación y documentación de interés para la creación de empleo (como diarios oficiales) o campañas de sensibilización entre asociaciones.
Formación del agente de empleo y desarrollo local
Para ser agente de empleo y desarrollo local la formación de base es una titulación del área económica-empresarial, como el Grado en ADE, el Grado en Economía, el Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, el Grado en Finanzas y Contabilidad o el Grado en Ciencias del Trabajo. Es decir, estudios que aporten una visión multidisciplinar del mercado laboral teniendo en cuenta aspectos jurídicos, sociológicos, organizativos… De todas maneras, también puede ser una profesión de interés para quienes hayan cursado estudios más vinculados al ámbito social, como el Grado en Trabajo Social, el Grado en Psicología, el Grado en Sociología o el Grado en Turismo.
La especialización es una de las claves del técnico de desarrollo local. La misma puede venir de la mano de posgrados como el Máster en Recursos Humanos o Máster en Gestión y Promoción del Desarrollo Local.