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Blockchain es la tecnología que hizo posible la codificación de toda la información detrás del bitcoin, respaldando su estructura; sin embargo, actualmente va mucho más allá de las monedas virtuales.
Aunque nació para dar soporte al bitcoin, hoy en día la tecnología blockchain se emplea en todo tipo de transacciones, puesto que permite guardar datos de manera segura, ofreciendo en todo momento trazabilidad y accesibilidad. Así, el blockchain se utiliza en el sector de las finanzas y la banca, pero también en logística, salud o educación.
Para su implantación, además de profesionales con un posgrado especializado como el Máster en Industria 4.0 online de UNIR, se necesitan personas formadas con un Grado en Economía o un Máster en Asesoramiento Financiero, como los que ofrece UNIR en modalidad 100 % online.
¿Qué es blockchain?
Con la popularización de las criptomonedas y la industria 4.0 el término blockchain ya no es un total desconocido para buena parte de la sociedad, pero quizás si tuviesen que explicar en qué consiste no sabrían hacerlo. Entonces, ¿qué es blockchain? Blockchain o cadena de bloques se refiere a una tecnología de registro distribuido que posibilita el almacenaje y distribución de información de forma segura, transparente y descentralizada.
Es un sistema que funciona como una base de datos compartida entre múltiples participantes, donde cada transacción se agrupa en un bloque que se enlaza con los anteriores para formar una cadena inmutable. Los datos se validan de manera descentralizada por medio de un protocolo común. De esta forma, el almacenaje de información se produce de manera muy segura.
Blockchain se caracteriza, principalmente, por:
- Descentralización: no existe ninguna autoridad central que controle el conjunto de la información.
- Transparencia: todos los participantes pueden ver las transacciones.
- Inmutabilidad: una vez que la información se registra, ya no puede ser modificada.
- Seguridad: emplea un sistema criptográfico avanzado para proteger los datos.
Todas estas propiedades han sido las que han ligado blockchain con la criptoeconomía, aunque hoy en día sus aplicaciones trascienden del sector financiero y llegan a todo tipo de campos.
¿Cómo funciona el blockchain?
Una vez que ya sabemos qué es blockchain, vamos a conocer cómo funciona. La cadena de bloques opera de manera muy similar a un libro contable digital, pero con características únicas que convierten este sistema en un instrumento especialmente seguro y transparente.
Para comprender su funcionamiento es posible pensar en un registro global donde cada transacción se anota de forma permanente e inalterable.
El proceso de funcionamiento del blockchain se puede desglosar en las siguientes etapas:
- Inicio de la transacción
- Se genera una nueva operación en la red.
- Esta actividad se añade a un pool de transacciones temporales.
- Formación del bloque
- Cuando hay suficientes transacciones en el pool, se crea un bloque de datos.
- Cada bloque contiene información detallada sobre las operaciones, como su naturaleza y momento de ejecución.
- Encadenamiento
- El nuevo bloque se conecta al bloque anterior y al siguiente.
- Esta conexión crea una secuencia cronológica precisa de todas las transacciones.
- Verificación y consenso
- El sistema de nodos chequea la idoneidad del nuevo bloque.
- Se alcanza un consenso sobre la autenticidad de las operaciones.
- Adición a la cadena
- Una vez verificado, el bloque se añade permanentemente a la cadena.
- Cada nuevo bloque refuerza la integridad de los bloques anteriores.
- Inmutabilidad
- La información registrada se vuelve inmutable.
- Toda tentativa de cambiar los datos de un bloque causaría la invalidación de la siguiente cadena.
Este proceso crea una estructura de datos robusta y a prueba de manipulaciones, lo que lo convierte en un poderoso recurso para una amplia gama de sectores. En el ámbito legal, por ejemplo, esta característica es determinante para mantener la integridad de los registros y contratos.
Tipos de blockchain
El hecho de que la cadena de bloques se utilice en diferentes ámbitos ha propiciado que existan varios tipos de blockchain, cada uno con características propias que se adaptan a las necesidades específicas de cada ramo.
Estos son algunos de los tipos de blockchain más habituales:
- Públicos. Se encuentran abiertos a cualquier participante, como es el caso de bitcoin o ethereum.
- Privados. Están controlados por una organización, por lo tanto, tienen acceso restringido.
- Híbridos. Combinan elementos de las públicas y privadas.
- De consorcio. Se gestionan por medio de un grupo de organizaciones.
Cada categoría de blockchain cuenta con sus propias ventajas y desventajas, pero elegir uno u otro ha de hacerse en función de los requisitos y propósitos que tenga cada organización.
Ejemplos de uso de blockchain
La versatilidad y seguridad que ofrece esta tecnología ha favorecido su implementación en sectores muy diversos. Estos son algunos ejemplos de ámbitos en los que se aplica actualmente blockchain:
- Finanzas y banca. Este es uno de los sectores en los que más rápidamente ha irrumpido esta tecnología, dando el salto desde las criptomonedas a las operaciones más comunes, como transferencias internacionales o contratos inteligentes.
- Salud. La aplicación de blockchain, junto con inteligencia artificial (IA), permite, entre otras cosas, la gestión de historiales médicos o la trazabilidad de medicamentos de forma segura y eficaz.
- Logística. Es una de las esferas que más se benefician del blockchain, ya que permite el seguimiento completo de los productos, desde la cadena de producción hasta su entrega.
- Administración pública. Por medio de esta tecnología es posible facilitar las votaciones electrónicas o el registro de propiedades.
- Educación. En el campo educativo, blockchain permite la verificación de títulos académicos o la gestión de derechos de autor.
- Turismo. Las aplicaciones del blockchain en el sector turístico van desde la forma en que se gestionan las reservas o se verifican las identidades de los viajeros hasta cómo se realizan pagos internacionales, mejorando la eficiencia y la seguridad en toda la cadena de valor.
La adopción del blockchain en estos y otros campos demuestra su potencial para revolucionar la forma en que se gestiona y comparte información, apostando por un futuro más transparente y seguro en el mundo digital.
