UNIR Revista
El coaching surge como una metodología centrada en ayudar a las personas a sacar su máximo potencial en todos los aspectos de su vida, tanto a nivel personal como profesional.
Alcanzar los objetivos profesionales, superar desafíos personales o desarrollar habilidades al máximo potencial son cuestiones que cada vez afectan a más personas. Así, el coaching surge como un proceso de desarrollo que ha ganado gran popularidad en los últimos años por su capacidad para empoderar a las personas y ayudarles a alcanzar sus metas.
Desde el ámbito laboral hasta el personal, el coaching puede ofrecer soluciones efectivas para el desarrollo de habilidades, la superación de obstáculos y el logro de objetivos significativos. Para aquellos interesados en desarrollar las capacidades de las personas en un entorno de trabajo, UNIR ofrece el Máster en Recursos Humanos online (RRHH).
¿Qué es el coaching?
El coaching es un proceso de acompañamiento personalizado que tiene como objetivo el desarrollo personal y profesional. Para ello, un profesional llamado coach brinda apoyo a un individuo o grupo para ayudarle a alcanzar sus objetivos, maximizar su potencial y mejorar su rendimiento en diferentes ámbitos.
El trabajo del coach no se centra en proporcionar soluciones explícitas o reglas de comportamiento, sino que trata de facilitar que el usuario explore sus propias habilidades, capacidades y recursos para encontrar por sí mismo las mejores opciones. En este sentido, el coach está entrenado para guiarle y apoyarle basándose en la creencia de que la persona ya tiene las respuestas en su interior.
Su método de trabajo se basa en hacer preguntas, escuchar activamente y ofrecer retroalimentación. De este modo, el coaching ayuda a aumentar el autoconocimiento y explotar todo el potencial de las personas.
Sus ámbitos de actuación son diversos, siendo los más habituales el personal, el ejecutivo o el deportivo, adaptándose a las necesidades concretas de cada persona mediante una relación de confianza y respeto.
Es importante no confundir mentoring y coaching, dos técnicas de acompañamiento diferenciadas.
Principios del coaching
Los principios del coaching establecen las bases de la relación entre el coach y el usuario (llamado en ocasiones coachee) para garantizar una práctica efectiva y beneficiosa basada en la confianza. Los más importantes son
- Confidencialidad: el coaching debe crear un ambiente seguro y de confianza, manteniendo el secreto sobre la información compartida por el usuario.
- Centrado en el usuario: el proceso gira en torno al usuario y sus objetivos. El coach actúa como un facilitador, ayudando al usuario a explorar sus propios recursos y potencial para encontrar sus soluciones.
- Autonomía: el coaching respeta la autonomía del usuario, reconociendo que es responsable de sus propias decisiones y acciones. El coach apoya al usuario en su proceso de toma de decisiones, pero no toma decisiones por él.
- Objetivos: el proceso se centra en establecer y lograr objetivos claros y alcanzables. El coach ayuda al usuario a definir sus metas, diseñar un plan de acción y establecer un marco de tiempo para alcanzarlas.
- Empoderamiento: el coaching está diseñado para empoderar al usuario y ayudarlo a encontrar sus propias respuestas y soluciones. El coach parte de la base de que el usuario es capaz de lograr sus objetivos y el proceso se enfoca en potenciar la confianza y la autoeficacia del usuario.
- Escucha activa: un coach debe ser un buen oyente y prestar atención no solo a lo que se dice, sino también a cómo se dice y a lo que se deja sin decir para comprender completamente las necesidades y aspiraciones del usuario.
- Retroalimentación: debe ser honesta y constructiva para ayudar al usuario a ver las situaciones desde diferentes perspectivas y hacer ajustes cuando sea necesario.
- Aprendizaje continuo: el proceso de descubrimiento y aprendizaje es continuo.
Además, deben tenerse en cuenta otras cuestiones, como que el coach no debe emitir juicios sobre el usuario o sus decisiones, la orientación se realiza pensando tanto en el presente como en el futuro, la comunicación debe ser abierta y honesta, y deben primar siempre los valores de la ética y el respeto entre ambas partes.
Además de estos principios básicos, algunos enfoques de coaching también se apoyan en pilares fundamentales como la toma de conciencia de la situación actual, pensamientos, emociones y patrones de conducta para impulsar el cambio; la autocreencia para fomentar la confianza del usuario en sí mismo y sus capacidades para lograr sus objetivos; o la acción para motivar al usuario a tomar acciones concretas para avanzar hacia sus metas.
¿Para qué sirve el coaching?
El coaching tiene multitud de aplicaciones, tanto en el ámbito profesional como en el personal. En general, los beneficios de esta metodología se centran en:
- Establecer y lograr metas claras y alcanzables.
- Potenciar la confianza en las capacidades y la toma de decisiones.
- Mejorar el desempeño en diferentes aspectos de la vida personal y laboral.
- Fomentar el autoconocimiento y el crecimiento tomando conciencia de fortalezas, debilidades, motivaciones y objetivos.
- Desarrollar una mayor capacidad de liderazgo, comunicación y toma de decisiones, especialmente con el coaching para liderar equipos.
- Encontrar un mejor equilibrio entre trabajo y vida personal o establecer límites claros.
- Potenciar habilidades de comunicación efectiva, tanto verbal como no verbal.
- Gestionar el estrés y las emociones mediante las técnicas de un coach emocional.
- Superar obstáculos y miedos.
- Optimizar la gestión del tiempo.
- Potenciar la adaptación al cambio.
¿A quién va dirigido?
Puesto que sus aplicaciones son variadas, también es diverso el público al que va dirigido el coaching. En él se incluyen desde personas que buscan mejorar aspectos específicos de su vida hasta quienes desean alcanzar objetivos laborales. Del mismo modo, tampoco existen límites de edad, género, profesión o condición social.
En general, el coaching se dirige a:
- Profesionales y líderes empresariales que quieren mejorar su rendimiento, una de las especialidades del coaching empresarial.
- Emprendedores que están iniciando un negocio para la toma de decisiones y el establecimiento de metas. En este caso, podría ser interesante contar con un coach financiero o con un servicio de sales coaching.
- Personas que buscan mejorar su autoconocimiento y potencial, así como avanzar en su desarrollo personal.
- Personas que desean establecer y alcanzar objetivos específicos tanto a nivel personal como profesional.
- Individuos o grupos que deben afrontar cambios y desafíos con resiliencia.
- Estudiantes y jóvenes profesionales para definir sus objetivos vitales y laborales.
- Deportistas que quieren rendir en su máximo potencial o aprender a manejar la presión.
El coaching se convierte para todos estos perfiles en una herramienta beneficiosa y efectiva a la hora de superar retos.
¿Cómo es una sesión de coaching?
Aunque cada sesión de coaching se adapta a las necesidades y circunstancias específicas de cada usuario, por lo general, los encuentros entre el coach y el coachee se centran en abordar metas, desafíos y planes de acción. Para conseguir estos objetivos, la estructura básica de una sesión de coaching sería:
- Inicio: revisión de los objetivos y temas de la sesión, y repaso a los avances desde el anterior encuentro, en caso de que lo haya habido.
- Exploración y descubrimiento: se plantean preguntas reflexivas y técnicas de escucha activa para guiar al usuario hacia el descubrimiento de sus pensamientos, emociones y desafíos. Este reflexiona sobre sus experiencias y adquiere una mayor comprensión de sí mismo.
- Definición de objetivos y estrategias: ambas partes trabajan para el establecimiento de objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo temporal). Para alcanzarlos, se desarrollan estrategias que el usuario se compromete a poner en práctica.
- Plan de acción: cuando se ha identificado una estrategia adecuada, coach y usuario trabajan juntos para crear un plan de acción con pasos concretos, plazos y responsabilidades.
- Cierre: la sesión concluye con un resumen que refuerza el compromiso del usuario con las decisiones adoptadas.
A partir de este punto, lo habitual es que el usuario lleve a cabo el plan de acción acordado. El coach puede proporcionar apoyo adicional a través de correos electrónicos o mensajes si es necesario, y en la siguiente sesión, se revisará el progreso y se ajustarán los planes.
Lo importante es que durante toda la sesión el coach mantenga una actitud de apoyo, empatía y no directividad, puesto que no se trata de una terapia, sino de ayudar al usuario a alcanzar sus objetivos y desarrollar su máximo potencial.
El origen del término coaching
Aunque el término coaching sea relativamente reciente, las raíces de esta metodología se basan en diferentes disciplinas clásicas como la psicología o la filosofía. Destaca en este último campo la filosofía griega, con autores como Sócrates y su método de trabajo basado en preguntas reflexivas. Estos serían los primeros indicios del coaching: el filósofo de la antigua Grecia ayudaba a sus discípulos a descubrir su propio conocimiento, lo que se considera un proceso precursor del coaching moderno.
Asimismo, destacan también diferentes estrategias de apoyo en el campo de los deportes —con los entrenadores tratando de aprovechar al máximo el potencial de sus jugadores—, la gestión empresarial o el desarrollo personal.
No obstante, la práctica moderna del coaching comenzó a tomar forma en las décadas de 1970 y 1980, cuando profesionales de diversos campos comenzaron a combinar enfoques de terapia, consultoría y entrenamiento para desarrollar estrategias más efectivas de apoyo personal y profesional.
Con el tiempo, se han creado organizaciones profesionales, como la International Coach Federation (ICF), que establecen estándares éticos y de competencia para la práctica del coaching y han surgido diversas disciplinas académicas.
