Carles M. Canals
Con el Big Data puedes analizar y procesar una gran cantidad de datos. Ahora bien: ¿cómo puedo utilizar esa información para tomar decisiones acertadas?
Como Blockchain, Big Data es un término de aparición relativamente reciente. Refiere al proceso de recogida, almacenamiento y tratamiento de una enorme cantidad de información. El objetivo es mejorar la gestión en una organización, pública o privada. ¿Cómo? A través de herramientas informáticas específicas.
La información está presente en forma de correos electrónicos, consultas a la propia web, textos o mensajes de voz. También, a través de consumo de energía, datos proporcionados por GPS, vídeos y audios.
Esos accesos llegan también a través de contenidos de Internet, comentarios en Twitter, Facebook y otras redes sociales. Si se tiene claro qué se espera de estos datos, permitirán una mejor toma de decisiones. Esto aumentará la eficiencia y la rentabilidad, si la información está debidamente ordenada y combinada.
En idioma español se suele explicar el concepto y la utilidad del Big Data en torno a varias ‘v‘:
- Volumen: existe una ingente cantidad de datos.
- Velocidad: constantemente está generándose nueva información.
- Variedad: además de presentarse en diferentes formatos, muchos datos no están previamente estructurados.
- Veracidad: hay que discernir el grado de fiabilidad de la información. Sólo son útiles los datos de calidad contrastada.
- Valor: la información sólo es relevante en la medida en que, debidamente tratada y presentada, permite a los directivos tomar mejores decisiones que se traduzcan en aportaciones positivas al negocio.
Valor que aporta muchos datos
El valor que aporta el uso adecuado de Big Data puede abarcar muchos ámbitos. Por ejemplo, en la atención al cliente más personalizada. También en la mayor efectividad el marketing, y campañas dirigidas a segmentos de mercado muy precisos.
Hay otros escenarios en los que también incide. Es el caso del ahorro de costes, la prevención de posibles colapsos en la cadena de producción, y el hallazgo de fallos en tiempo real.
Esto permite reaccionar rápidamente para corregir esos problemas, analizar a la competencia, y detectar tendencias de mercado. Asimismo, facilita el lanzamiento de nuevos servicios o productos e impulsa la retirada de otros…
En cada sector de actividad se pueden obtener prestaciones específicas.
La primera decisión de la dirección general es estratégica: determinar qué objetivos se persiguen y establecer cuánto dinero se invertirá
Mejorar la eficacia y rentabilidad
El fin último del uso del Big Data es mejorar la eficacia y rentabilidad. La primera decisión que corresponde a la dirección general de la empresa es estratégica. Debe determinar qué objetivos se persiguen (si son varios, priorizarlos).
Asimismo, debe establecer cuánto dinero se va a invertir. En general, el interés se centra en el ámbito comercial.
Normalmente el responsables de informática y el de ventas o marketing trabajan en paralelo. En la explotación del Big Data, el proceso ha de liderarlo marketing, apoyado y respaldado por la tecnología. “Cuando ambos equipos trabajan alineados en la recopilación y el análisis de grandes volúmenes de datos (y ayudan a los comerciales a comprender los detalles concretos de la relación con el cliente) se genera una experiencia de marca más personalizada, mayores ventas y mejores márgenes”.
Situar al cliente en el centro del negocio
Esta es una de las enseñanzas del Programa de Desarrollo Profesional en Big Data for Business que imparte UNIR. Este programa explica cómo las empresas líderes sitúan al cliente en el centro de su negocio y aumentan sus resultados a través de las mejores estrategias.
Una vez decidido implantar el Big Data, habrá que averiguar si el sistema informático disponible tiene capacidad suficiente y, además, conocer cuáles de los programas de software existentes en el mercado son los más adecuados.
Bastantes programas de software están disponibles en código abierto (open source), aunque cada empresa ha de adaptarlos a sus propias características y requerimientos. Probablemente convendrá acudir a un consultor externo para obtener un buen asesoramiento antes de dar pasos de importancia.
Una posibilidad alternativa a la explotación del Big Data en el seno de la empresa es subcontratarla a compañías especializadas. Si se decide emprenderlo en solitario, habrá que potenciar las competencias y habilidades de alguno de los empleados, proporcionándole la formación adecuada. Si no existen trabajadores con ese perfil, habrá que contratar a técnicos expertos en Big Data, cuya demanda se ha incrementado de manera exponencial en los últimos años; también ha aumentado su retribución.
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