David Ortega Ibáñez
¿Sientes que te has quedado fuera del mercado? ¿O temes que te pase algo así? Si quieres reinventarte profesionalmente, empieza por leer estos pasos.
¿Has pensado alguna vez que aquellas cualidades que te llevaron a triunfar profesionalmente a tus 25 o 30 años pueden llevarte al fracaso a los 40 ó 50? Así es: los tiempos cambian, y las necesidades también. ¿Qué vas a hacer para adaptarte a esas variaciones y reinventarte profesionalmente?
Seguro que has oído hablar de brillantes carreras que se ven interrumpidas a veces de modo súbito. Quizás tú mismo te encuentras en esta situación y estás desconcertado. ¿Por qué no me contratan? ¿Por qué no me ascienden? ¿Por qué sigo cobrando lo mismo, a pesar de que cada día soy mejor y trabajo más? Son preguntas que pueden asaltarnos en algún momento de nuestra vida.
Hay algo que te conviene conocer. Déjame que te hable de la “teoría del descarrilamiento”.
La imagen del “descarrilamiento” nos sirve para comparar un accidente ferroviario con una interrupción abrupta del propio desarrollo profesional. Asumimos entonces que el tren es el propio trabajador y la vía, su trayectoria. Las consecuencias de salirse de la vía pueden ser dramáticas.
Aclarar las causas del fracaso profesional
Siguiendo con el símil ferroviario, después del accidente viene un tiempo de investigación que aclara las causas del siniestro. Quizá haya que cambiar de línea, de tipo de tracción, y hasta de ancho de vía. Pero también habrá que encontrar la manera de seguir circulando con el mismo tren. Sobre todo, si aún le quedan por rodar muchos miles de kilómetros hasta su retirada del servicio.
Entonces, ¿qué puedo hacer para seguir con mi carrera profesional sin descarrilar? La respuesta es clara:
- Trabaja tu propia empleabilidad: date cuenta de que tú eres responsable de tu trayectoria profesional
- Considera que en el entorno actual no solo es importante el “Qué hacemos” sino el “Cómo lo hacemos”
- Cuida la reputación de tu marca personal. En el mundo de hoy no es importante solo lo que hemos hecho sino también lo que la gente dice de nosotros.
- Preocúpate no solo por los resultados numéricos, sino por el impacto que generas en las personas.
Empieza por estas preguntas
Para enfrentarnos al cambio y no descarrilar hace falta, ante todo, mucha reflexión personal. Hace falta levantarse cada día y pensar: ¿qué es lo que puedo hacer hoy? ¿Qué es lo que sí puedo cambiar?
Como dice Nekane Rodríguez, Managing Director Southern Europe & Benelux de Lee Hecht Harrison, “hay que dejar de luchar contra los imposibles pero luchar a muerte contra los improbables y conseguir aquellas cosas que queremos”.
Hay que dejar de luchar contra los imposibles, pero luchar a muerte contra los improbables
Llegados a este punto, hay buenas noticias para ti, porque no es necesario que enfrentes este reto de cambio en solitario. Existen profesionales que pueden ayudarte para que las decisiones que tomes sean las mas adecuadas y afrontes el futuro con mayores garantías.
El coaching
En este tiempo, las figuras del Coach y la del Mentor están adquiriendo una gran relevancia.
El Coaching es un proceso de acompañamiento basado en una metodología, técnicas y herramientas para que las personas logren resultados para su beneficio, el de su familia, el de su organización o el de su comunidad.
En un proceso de coaching se escucha expande la habilidad de una persona para que realice importantes cambios, avance en nuevas áreas y saque más provecho de su propia vida para ajustarse a lo que realmente quiere de ella.
El coaching nace de la idea de que las personas tienen lo necesario –habilidades, destrezas, conocimientos…- para lograr los resultados propuestos, aunque no hayan logrado alcanzar los resultados deseados. Por medio del coaching se logra estructurar, emerger y dirigir estos recursos para lograr en un menor tiempo los objetivos.
El mentoring
El Mentoring es una relación de desarrollo personal en la cual una persona mas experimentada o con mayor conocimiento ayuda a otra menos experimentada o con menor conocimiento.
Las metodologías y algunas herramientas del Coaching y el Mentoring se asemejan mucho. Pero la gran diferencia es que en el Coaching el conocimiento, habilidades o destrezas radican en el Coachee (cliente que recibe una acción de Coaching) y en el Mentoring el conocimiento radica en el Mentor, el cual debe trasmitirlo a su Mentee o aprendiz.
Es tranquilizador pensar que el descarrilamiento es evitable y que hay profesionales que me pueden ayudar a superar estos miedos y retos, haciendo que tome conciencia de mi situación actual y ayudándome a descubrir formulas para sacarle partido a mi bagaje de habilidades y experiencias.
Ahora que conocemos la diferencia entre Mentoring y Coaching quizá te puedes plantear contratar los servicios de un Coach que te ayude a definir los objetivos de tu vida. O quizá lo que necesitas es acudir a un mentor que sea experto en el área que no dominas para que te ayude a desarrollar tu proyecto. ¿Quieres saber cómo decidirte entre una opción u otra, y a quién acudir? Esa es la cuestión que abordaré en el siguiente post.
- Liderazgo