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La jubilación parcial puede ser con o sin contrato de relevo, es decir, conllevar o no la obligación de que la compañía contrate a una persona para cubrir las horas que el trabajador dejará de realizar con su reducción de jornada.
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El contrato de relevo es un acuerdo entre una empresa y un trabajador por el cual se vincula a ella con el fin de cubrir la reducción de jornada que ha solicitado un empleado de la compañía a través de su jubilación parcial.
Se trata de un tipo de contrato laboral que firma el nuevo trabajador de la compañía tras superar el proceso de selección. En la elección del candidato participa, por supuesto, el departamento de RR. HH., formado por profesionales que se han especializado a través de posgrados como el Máster en Recursos Humanos online de UNIR.
¿En qué consiste un contrato de relevo?
El objetivo del contrato de relevista es la contratación de un nuevo empleado con motivo de la jubilación de un miembro de la empresa.
Es decir, se acuerda la jubilación parcial con contrato relevo entre un trabajador y la compañía, lo que obliga a la misma a ampliar su plantilla con una persona que, al menos, cubra la reducción de jornada pactada por el empleado sénior.
Ahora bien, esto no implica que todas las jubilaciones parciales se deban realizar con contrato de relevo, existen ambas modalidades: con o sin él.
¿Cómo funciona un contrato de relevo?
El contrato de relevo, como funciona como una vía para que la empresa amplíe su plantilla con motivo de la jubilación parcial de uno de sus empleados, requiere de un acuerdo en el que se deben adecuar, al menos, tres voluntades: la compañía, el futuro jubilado parcial y el relevista.
El trabajador puede solicitar una reducción de entre un 25 % y un 50 % de la jornada. Esta rebaja en su nuevo contrato parcial podrá alcanzar el 75 % si el acuerdo del relevista es indefinido y a tiempo completo.
A cambio de la disminución del sueldo que se acuerda, el jubilado parcial recibirá un porcentaje de su pensión de jubilación retributiva similar a la rebaja de su jornada.
Además, el acuerdo con la empresa conlleva que se firme simultáneamente un contrato de relevista con un nuevo trabajador que se unirá a la compañía con un horario que, al menos, será similar a la reducción solicitada por la persona que ha pedido la jubilación parcial.
Requisitos del contrato de relevo
Las condiciones de la jubilación parcial con contrato de relevo, así como su funcionamiento y elementos que deben contener, están resumidos y explicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en su portal de información pública. En él se señala que un trabajador puede solicitar la jubilación por relevo si:
- Tiene, al menos, 60 años.
- Ha cotizado el mínimo de años requerido.
- Lleva trabajando en la compañía un mínimo de 6 años.
- Tiene contrato a jornada completa.
Regulación del contrato de relevo en España
El Estatuto de los Trabajadores regula el contrato de relevo en su artículo 12.6 al señalar que, para que se produzca una jubilación parcial, el trabajador que la solicita “deberá acordar con su empresa una reducción de jornada y de salario de entre un mínimo del veinticinco por ciento y un máximo del cincuenta por ciento y la empresa deberá concertar simultáneamente un contrato de relevo, de acuerdo con lo establecido en el apartado siguiente, con objeto de sustituir la jornada de trabajo dejada vacante por el trabajador que se jubila parcialmente”. Una situación que también será de aplicación para “los trabajadores que se jubilen parcialmente después de haber cumplido la edad de jubilación ordinaria”.
Condiciones del contrato de relevo
Las condiciones del contrato de relevo aparecen recogidas en el artículo 12.7 del Estatuto de Trabajadores. En el mismo se detalla que:
- La nueva persona contratada estará en situación de desempleo.
- Como mínimo, el contrato de relevo tendrá una duración que deberá ser de, al menos, el tiempo que el empleado en situación de jubilación parcial mantenga su condición hasta alcanzar la jubilación ordinaria.
- Podrá ser a jornada completa o parcial, aunque como mínimo cubrirá el mismo número de horas de la reducción del trabajador que solicitó la jubilación parcial.
- No será necesario que realice las mismas funciones de la persona que está relevando, aunque sí debe existir adecuación entre las bases de cotización.
A la hora de redactar el contrato de relevo, será necesario especificar la reducción de jornada del futuro jubilado parcial, la disminución salarial que conlleva la nueva situación y el nombre de la persona que lo releva con las condiciones contractuales acordadas con el mismo.
En el contrato del relevista, es necesario incluir si es contrato indefinido o temporal, a jornada completa o parcial y, de ser este último, siempre adecuada como mínimo a la reducción pactada en el acuerdo de jubilación parcial. También deberá quedar patente la persona a la que releva, y las funciones y responsabilidades que adquirirá una vez se incorpore a la compañía que, como se ha indicado antes, no es necesario que sean las mismas.
Pros y contras del contrato de relevo
La modalidad de jubilación con contrato de relevo es una tipología que presenta importantes ventajas, entre las que destacan:
- Facilita la realización de una transición suave y progresiva de las funciones del jubilado parcial al relevista, cuando este último asume las mismas responsabilidades y no solo su base de cotización.
- Un profesional abandona su situación de desempleo y vuelve a tener trabajo en su ámbito de especialización laboral.
Sin embargo, el contrato de relevo también conlleva una desventaja y es que finaliza en el instante en el que la jubilación parcial pasa a ser ordinaria, sin que exista obligación por parte de la empresa de contratar a jornada completa e indefinida al relevista.
Este elemento de inseguridad no es algo que afecte a todas las personas que tienen firmada esta modalidad de contrato, solo a aquellos que su acuerdo sea temporal y parcial.
Con todo, el contrato de relevo es un elemento indispensable de la jubilación parcial en el que un empleado asume una reducción de su jornada y sueldo a cambio de percibir un porcentaje de su pensión de jubilación contributiva, así como la contratación de una persona que cubra, al menos, esas horas que dejará de trabajar.
Sin duda, una herramienta clave para facilitar el retiro gradual, mantener el dinamismo en las empresas y promover el empleo juvenil.