UNIR Revista
El crowdlending es una modalidad de crowdfunding en la que muchos inversores particulares financian proyectos, a través de un préstamo colectivo, utilizando una plataforma digital como intermediaria.
El crowdlending es un sistema de financiación en el que un conjunto de inversores —en vez de un banco— prestan el dinero a un proyecto o empresa, con la intención de que les sea devuelto después junto al interés acordado. De ahí su nombre (crowd: multitud, y lending: prestar dinero). También se le conoce como P2P (peer to peer) lending.
Así, en el crowdlending quien presta el capital no es una entidad bancaria, sino muchas personas particulares (u otras empresas). Este préstamo deberá devolverse en el plazo establecido por las partes y junto al pago de los intereses pactados.
Se trata de un modelo de financiación novedoso que, por una parte, facilita a ahorradores particulares otra forma de rentabilizar sus ahorros y, por otra, permite a una empresa o proyecto empresarial financiarse sin tener que acudir a un préstamo tradicional de un banco.
Habitualmente —y a diferencia de los préstamos bancarios— los prestamistas de crowdlending aportan pequeñas cantidades de dinero que juntas suman la totalidad del préstamo. Luego, el prestatario deberá pagar periódicamente a cada inversor la parte de capital e intereses que le corresponda.
En el crowdlending los costes de los préstamos suelen ser más bajos que los de un préstamo bancario y no se requieren avales, mientras que los tipos de interés que se abonan son más elevados que con el modelo tradicional.
El punto de conexión entre prestamistas y prestatarios es una plataforma de crowdlending, en donde se publican las necesidades de financiación de diferentes proyectos y desde donde los prestamistas deciden en cuáles invertir y qué cantidades. En ocasiones, estas plataformas también se encargan de emitir el préstamo y dar mayor seguridad a las inversiones ofreciendo, por ejemplo, una garantía de recompra ante impago o estableciendo evaluaciones de solvencia para minimizar riesgos de impago.
Contexto de uso del crowdlending
Aunque se podría decir que el crowdlending o peer to peer lending siempre ha existido (acudir a amigos, familiares o prestamistas particulares para obtener financiación para un proyecto era lo habitual antes de que existieran los bancos), esta fórmula empezó a destacar en los años 90 del siglo XX como una alternativa a la financiación bancaria de proyectos.
Sin embargo, ha sido tras la crisis financiera del 2008 cuando el crowdlending ha despuntado. Los motivos son dos, principalmente: por una parte la escasez de crédito bancario, que estaba dificultando el acceso al capital a pymes, startups y emprendedores, y por otra, el desarrollo de plataformas digitales, que han venido a facilitar estas transacciones.
La fórmula ya está muy extendida en otros países como Estados Unidos y Reino Unido, mientras que en España han empezado a introducirse en los últimos años. En nuestro país operan ya al menos una quincena de plataformas de crowdlending, siendo MytripleA, Grow.ly, Mintos, Comunitae, Colectual, Excelend, LoanBook Capital, EthicHub o Ecrowd, algunas de las más conocidas. La mayoría se orientan a los préstamos comerciales, pero en algunos casos (como las dos últimas citadas) se centran en préstamos para proyectos con impacto social.
Todas ellas están registradas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores como plataformas de financiación participativa, reguladas en la Ley 5/2015 de fomento de la financiación empresarial.
Crowdlending vs. crowdfunding
El crowdlending tiene similitudes con el crowdfunding o micromecenazgo. En ambos casos estamos hablando de formas de financiación participativa; sin embargo, presentan algunas diferencias:
- Si en un crowdfunding el beneficio para quien aporta el capital depende del éxito del proyecto en que invierta (recibe a cambio una recompensa o acciones de la empresa, según la modalidad), en el crowdlending estamos hablando de un préstamo en el que se abona un tipo de interés, conocido ya de partida en el momento de establecer el contrato.
- En cuanto al riesgo, es mayor en el crowdfunding que en el crowdlending: en el primer caso los inversores solo recuperan lo invertido en caso de éxito del proyecto, mientras que en el segundo está establecido el pago periódico de unos intereses por el capital prestado.
El crowdlending es una fórmula de financiación alternativa a la que pueden recurrir las empresas cuando necesitan capital para sus proyectos. Cualquier director financiero de una compañía debe contemplarlo como una posibilidad más y para estar capacitado para ejercer este rol, una de las mejores opciones es cursar el Máster en Finanzas online de UNIR. Este máster capacita a sus estudiantes para determinar el impacto económico-financiero de las decisiones empresariales y combina conocimientos generales de gestión empresarial con el fortalecimiento de habilidades directivas. Otro posgrado interesante en esta línea, donde se estudian en profundidad tanto el crowdlending como el crowdfunding, es el Máster en Asesoramiento Financiero online.