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Las dinámicas de trabajo en equipo son claves para mejorar la coordinación entre compañeros. Descubre en este artículo cuatro técnicas para impulsar tu equipo de trabajo. Pueden ponerse en práctica para lograr objetivos concretos.
El trabajo en equipo es una capacidad muy valorada en el entorno laboral. El éxito de los proyectos que desarrolla cada empresa depende tanto de la marcha del negocio como del trabajo y compromiso de sus colaboradores. Por eso es importante conocer las capacidades y talentos de los miembros de un equipo y potenciarlas para que su trabajo coordinado impulse los resultados de la organización.
Tanto si lideras un equipo como si te interesa conocer las dinámicas de trabajo que ayudarán a potenciar vuestra labor en grupo, te explicamos los diferentes tipos de dinámicas de trabajo en equipo que puedes poner en práctica y su utilidad.
Las dinámicas de trabajo en equipo o en grupo son métodos, procedimientos o medios sistematizados de organizar y desarrollar la actividad de un equipo que persiguen unos objetivos concretos. La finalidad principal de estas herramientas será potenciar la comunicación, la confianza y el rendimiento de los grupos de trabajo. Este tipo de procedimientos son importantes porque sirven para definir modelos de gestión, normas y dinámicas necesarias para que un grupo de personas funcione coordinado y en sintonía, situación que favorece la productividad y los buenos resultados.
Objetivos de las dinámicas de trabajo en equipo
En general, las dinámicas de trabajo en grupo se pueden clasificar según los objetivos que se pretenden lograr con ellas:
Consolidación grupal
Son las dinámicas que permitirán a los integrantes de un equipo conocerse, crear buen clima y relaciones de confianza, establecer roles que faciliten el trabajo en equipo, entender las responsabilidades individuales y grupales en el proyecto que comparten y en el seno de la organización.
Comunicación y creatividad
Son los métodos que favorecen la comunicación, y muestran herramientas para la expresión de ideas y opiniones y su desarrollo. Permiten exponer situaciones en las que cada miembro del equipo aprenda a reconocer y potenciar cambios que impacten de forma positiva en el grupo, etc.
Resolución de conflictos
Son las dinámicas que permiten a todos los miembros del equipo expresar sus puntos de vista sobre una situación, sentirse en igualdad respecto a sus compañeros, y trabajar para encontrar una solución que acomode a todos.
4 ejemplos prácticos de dinámicas de trabajo en equipo
Estos son cuatro ejemplos de dinámicas de trabajo en equipo que se pueden poner en práctica para lograr alguno de los objetivos anteriores:
‘Ice-breakers’ o dinámicas para romper el hielo
Sirven para que los distintos miembros de un grupo se conozcan y se sientan cómodos trabajando juntos. Puede realizarse a través de preguntas básicas cruzadas entre ellos (nombre, posición que ocupa en la empresa, etc.) o mediante breves entrevistas entre dos miembros en las que uno desempeña el papel de periodista y otro el de entrevistado. Después, el compañero que ha hecho de periodista debe presentar al entrevistado al resto del grupo. Este tipo de ejercicios fomentan la confianza y ponen de relevancia la importancia de escuchar al compañero.
Técnica 5.3.5
Este método consiste en que un grupo de cinco personas planteen tres ideas creativas en un plazo de cinco minutos. Su objetivo es fomentar el diálogo y la creatividad para resolver situaciones o plantear iniciativas beneficiosas para el flujo de trabajo, con el añadido de tener que realizarlo bajo presión en un tiempo determinado. Se puede adaptar al número de personas que compongan el equipo.
Estudio de casos
El grupo de trabajo debe analizar una situación desde distintos puntos de vista y ofrecer una o varias soluciones consensuadas al problema planteado. Todos los miembros deben participar y aportar ideas, debatir de forma ordenada y respetuosa, fomentando los lazos de confianza. Servirá para detectar a los miembros del equipo con capacidad de liderazgo y coordinación, así como a aquellos más resistentes a colaborar para lograr una meta común.
Juegos de roles
A través de dinámicas en las que cada miembro asume un rol y debe argumentar y defender su posición ante el resto de compañeros, el grupo aprenderá a escuchar y poner en valor tanto su aporte como el de los demás. Algunos ejemplos de esta dinámica son el juego del globo aerostático o la isla desierta (en el que para que el grupo sobreviva el equipo debe ‘sacrificar’ a uno de sus miembros) y que servirán para determinar las dotes de liderazgo de los miembros del equipo.
Es importante tener en cuenta que no se trata de juegos para llenar el tiempo o hacer amena una reunión, sino que persiguen objetivos concretos para mejorar las dinámicas de trabajo de un equipo. Este tipo de dinámicas sirven para comprender la relevancia del rol individual en un entorno de grupo, la responsabilidad compartida y la necesidad de comunicación y coordinación para que un proyecto se desarrolle con éxito.
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