Carles M. Canals
El arte de la guerra de Sun Tzu no es un solo un libro de estrategia militar, sino un manual muy útil para dirigir hoy en las empresas. ¿Sabes por qué? Este artículo explica los motivos.
¿Nos sirven los consejos de un militar de hace 2.500 para dirigir hoy? Indudablemente sí: muchos de ellos siguen vigentes siglos después de haberse escrito. Se trata de “El arte de la guerra”, libro de estrategia militar escrito por Sun Tzu (Maestro Sun), general, estratega militar y filósofo de la antigua China.
Esta obra ha ejercido una gran influencia no sólo en el ámbito bélico, sino también en el político, diplomático y empresarial. Inspiró a Maquiavelo en su libro ‘El príncipe’, al emperador francés Napoleón y al fundador de la República Popular China, Mao Zedong.
Agrupadas en torno a 13 capítulos, se recogen breves sentencias o máximas, unas muy prácticas, otras filosóficas: por eso admiten diversas interpretaciones. Según Sun Tzu, lo mejor es vencer sin necesidad de entrar en guerra. Pero cuando hay que emprenderla hay que tener una buena estrategia.
Aplicado al mundo empresarial, “El arte de la guerra”, aporta ideas de estrategia, logística, liderazgo, recursos humanos, organización, conocimiento del entorno… todos conocimientos muy útiles para el directivo de hoy. Estos breves comentarios deben ocupar su lugar en una biblioteca con libros para directivos, o entre los libros para empresarios que quieren triunfar.
Cinco factores fundamentales
“La guerra hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales: doctrina, clima, terreno, mando y disciplina”
La equivalencia de esta sentencia al ámbito empresarial tiene que ver con varias dimensiones:
- Doctrina. Según Sun, es “lo que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro”. Valores, espíritu de misión, influencia moral.
- Clima. Entorno exterior: competidores, marco regulatorio (leyes fiscales y medioambientales), tecnología…
- Terreno: Conocer el mercado, producto, precio, promoción…
- Mando: Para el Maestro Sun, sus cualidades son: “sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina”. Hablamos de liderazgo, ética, cuidado de los empleados, enfoque a resultados.
- Disciplina. Aspectos organizativos de la empresa, desde la obtención de la materia prima hasta la entrega del producto final. Incluye un organigrama y reglas internas de funcionamiento bien definidos.
- Cuida de tus soldados
Cuida de tus soldados como cuidas de tus queridos hijos, y morirán gustosamente contigo. Pero si eres tan amable con ellos que no los puedes utilizar, tan informal que no puedes disciplinarlos, tus soldados serán como niños mimados y, por lo tanto, inservibles.
En la empresa hay que combinar exigencia y empatía. Los líderes han de demandar a sus empleados dedicación, eficiencia, interés, enfoque a resultados… A la vez, los jefes han de valorar a los colaboradores no sólo por lo que aportan económicamente a la empresa, sino por su dignidad humana. Hay que practicar la empatía. Además de retribuir adecuadamente a los colaboradores, hay que comprenderles y apreciarles personalmente. Vale la pena fomentar el espíritu de equipo. Pero no ha de haber tanta familiaridad que elimine la jerarquía y el trabajo bien hecho: la empresa no es una ONG.
No actuar por ira
“Un gobierno no debe movilizar un ejército por ira, y los jefes militares no deben provocar la guerra por cólera. Actúa cuando sea beneficioso; en caso contrario, desiste. (…) Un pueblo destruido no puede hacérsele renacer”
Las decisiones empresariales no pueden responder a impulsos o estados de ánimo. Antes de adoptar cualquier resolución, hay que buscar toda la información necesaria y valorarla. Es preciso dedicar tiempo a pensar, planificar, diseñar posibles alternativas, pedir consejo a expertos y profesionales experimentados.
Además, los directivos de empresa han de ser íntegros, transparentes, responsables, prudentes, éticos. etc.
Triunfan aquellos que…
Según Sun Tzu, triunfan aquellos que:
- Saben cuándo luchar y cuándo no.
- Saben discernir cuándo utilizar muchas o pocas tropas.
- Tienen tropas cuyos rangos superiores e inferiores tienen el mismo objetivo.
- Se enfrentan con preparativos a enemigos desprevenidos.
- Tienen generales competentes y no limitados por sus gobiernos civiles.
La traslación al ámbito empresarial es nítida: Hay que valorar con prudencia si compensa o no lanzar un nuevo producto, hacer una promoción u ofrecer un descuento, entrar en un nuevo país. Además, se debe utilizar siempre el número de profesionales adecuados. Además, hay que cuidar la cultura corporativa y la alineación de todos los departamentos con un objetivo común, fomentar el espíritu de equipo. Por último, conviene que la empresa innove constantemente y tenga una estructura ágil. De este modo, estará preparad para aprovechar cualquier oportunidad. Todos los mandos han de tener el suficiente grado de formación y experiencia.
Conocer a uno mismo y al enemigo
“Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; y si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla”
En “El arte de la guerra” la principal arma de ataque es acumular información. Hay que conocer las ventajas y limitaciones de uno mismo (el propio directivo y su empresa) y de los competidores más directos, actuales y potenciales.
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