Inés González, profesora de la Facultad de Empresa y Comunicación de UNIR y experta en Control de Gestión, analiza a fondo un tema que está impactando de lleno en la economía y en el nivel de vida de los ciudadanos.
‘Inflación’… El término ha vuelto a apoderarse de las vidas de los españoles, y también de millones de habitantes de otros países. El mundo se enfrenta a una etapa de aceleración de la inflación con precios que están alcanzando máximos históricos. Y todo apunta a que la tendencia seguirá así durante todo 2022, desde la óptica de Inés González, profesora de la Facultad de Empresa y Comunicación de UNIR, y experta en Control de Gestión.
A continuación, en la siguiente entrevista desgrana conceptos que permitirán esclarecer algunos de los puntos principales en torno a este tema:
Pregunta: -La inflación bate récords en EE.UU. y otros países desarrollados. En España, no sucedía algo así desde hace 40 años. ¿Por qué ocurre esto?
Respuesta: -La crisis del coronavirus causó una ralentización de la economía que, al ir relajándose las diferentes restricciones, provocó una reapertura rápida, desde el punto de vista económico. Los consumidores comenzaron a demandar bienes y servicios por encima de la estimación prevista por las empresas. Esto derivó en cuellos de botella en el comercio y en la fatal crisis de suministros. Si a esto le añadimos la subida de los precios en la energía y el transporte, se traduce en un aumento del coste del producto/servicio que, lógicamente, acaba repercutiendo en el consumidor con una subida de precios.
Sin recetas mágicas
P: -Los principales países han impulsado diversas ‘medidas’ para intentar frenar la inflación. Pero esos ‘antídotos’ ´-de momento- en España no están funcionando. ¿Por qué es tan difícil bajar la inflación?
R: -Resulta complicado frenar la inflación. En este sentido, no hay una receta “mágica” que consiga frenar su crecimiento. Es cierto que las políticas monetarias, que tanto desde USA como desde el Banco Central Europeo ya se están estudiando con la subida de intereses, persiguen reducir el consumo para que los precios caigan pero, a su vez, esta medida puede repercutir negativamente en la recuperación económica del país.
P: -¿Podría hacer una comparativa de España con otro país (Francia o Alemania, por ejemplo) donde la inflación esté más controlada, o hablar sobre las diferencias y semejanzas entre España y alguna de esas naciones?
R: -Es cierto que si nos comparamos con los países vecinos (como Francia y Portugal) así como Italia y Alemania, el IPC ha aumentado más en España. Uno de los motivos reside en que nuestro país ha crecido menos, pero con más empleo. Es decir, ha caído la productividad de las empresas y, por ende, las ha hecho menos competitivas. Además, España cuenta con el componente energético, donde el precio de la electricidad ha subido casi un 50% más que en el resto de Europa y los carburantes un 10% más que la Eurozona.
P: -¿Qué están haciendo determinados países para frenar la inflación, con estrategias que le parezcan originales o certeras (si es que existen)?
R: -Países como Francia y Portugal están subvencionando los carburantes, mientras que Alemania y Polonia han optado por la bajada de impuestos, aunque la crisis de Ucrania hace más complicado hacer previsiones de los resultados de las diferentes medidas.
Medidas especiales adoptadas en España
P: -¿Qué recetas económicas pueden aplicarse y quedan por probar para bajar la inflación en España?
R: -Hasta ahora las medidas especiales tomadas por España, como la reducción del IVA de la luz, la eliminación del impuesto sobre la producción eléctrica o la subvención del carburante perseguían paliar ese crecimiento, pero la crisis de Ucrania complica el escenario. Así, España podría reducir impuestos al consumo como el IVA en los alimentos, mejorar las cadenas de producción y distribución reduciendo las trabas administrativas o controlar precios, pero son medidas muy delicadas que no garantizan el éxito.
P: -Usted hablaba en un artículo reciente que escribió para UNIR Revista que muchas medidas para reducir la ralentización económica, “no han sido capaces de paliar los cuellos de botella en la cadena de suministros o el incremento de los precios de las materias primas”. ¿Podría desarrollar más este aspecto?
R: -A medida que las restricciones de la pandemia se iban reduciendo la dificultad de la oferta para cubrir la demanda de ciertos sectores se hizo plausible produciendo los cuellos de botella. Estos se han ido extendiendo a las cadenas de suministros. Precisamente el FMI propuso medidas regulatorias y fiscales para aliviar los cuellos de botella, pero aún así estima que estos cuellos de botella pueden durar hasta el 2023.
P: -A la pandemia se le ha sumado una guerra… Todo ello genera incertidumbre. ¿Es precisamente la incertidumbre sinónimo de inflación? O, mejor dicho, ¿un disparador de la inflación y el aumento de precios?
R: -La inflación no deja de ser una secuela de la COVID-19. La acumulación del ahorro “obligatorio o forzoso” en la época de la pandemia ha creado un desajuste entre la oferta y la demanda, dando lugar a una inflación desde el lado de la oferta. La inflación crea incertidumbre, pero en este caso, la inflación ha estado condicionada por diferentes eventos derivados de la pandemia.
P: -¿Qué es la denominada ‘inflación de oferta’?
R: -Se trata de una inflación de oferta porque se debe a aspectos como la subida de los precios de la energía, los cuellos de botella, los cierres de las actividades por la pandemia y su posterior apertura de la economía. Este tipo de inflación tiene su lado positivo, ya que una vez que estos aspectos desaparecen los precios tienden a estabilizarse. El problema radica en que es difícil estimar el tiempo de duración y la guerra de Ucrania (ligada al crecimiento de los precios de la energía) no lo pone nada fácil.
Ayuda de los bancos centrales
P: -¿Qué escenarios vislumbra en los próximos meses, o para 2023, respecto a la inflación (en España y a nivel mundial)?
R: -Hay que ser optimistas con las medidas que se están tomado y la ayuda de los bancos centrales, así como con la finalización de la guerra de Ucrania lo antes posible. Veo plausible la estabilidad inflacionista en el 2023.
P: -¿Considera que es muy importante lo que pase en Estados Unidos en los próximos meses en materia inflacionaria, para marcar una tendencia a nivel mundial?
R: -Las decisiones tomadas por Estados Unidos repercuten en los mercados financieros. De hecho, la inflación en USA ha empujado la cotización del dólar frente al euro.
P: -¿Qué rol deben tener los bancos centrales de los países a la hora de reconducir la inflación?
R: -Un rol complejo, ya que la aplicación de políticas monetarias restrictivas no es sencilla, pudiendo poner en riesgo la recuperación de la economía.
Como bien destacan los contenidos académicos de titulaciones como el Grado en Economía o el Máster Universitario en Economía Internacional de UNIR, la inflación, sus alcances y perspectivas responden a determinadas variables. En el futuro cercano, los hechos y el contexto internacional (con una guerra que se prolonga en el tiempo, entre otros escenarios) tendrán la última palabra…