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Cualquier empresa debería perseguir el cambio y la innovación, pues es la única manera de ir adaptándose a las demandas del mercado. Sin embargo, no todo vale y hay que saber cómo hacerlo.
Del garaje de una casa a convertirse en una gran multinacional. De líder en su sector durante una década a la quiebra. El ciclo de vida de un negocio puede parecer un misterio, pero en realidad está íntimamente ligado a la capacidad de innovación de la empresa y de sus líderes y equipos.
¿Por qué la innovación es clave para el crecimiento de una empresa? Porque la forma en que se gestionan el talento, las oportunidades y los riesgos determina el rumbo del negocio y este es determinante para el éxito o el fracaso de un emprendimiento. La innovación es un concepto amplio en este contexto. Puede ser, simplemente, un ajuste en un producto ya existente que permita atraer nuevos públicos o una serie de procesos que introducen cambios a distintos niveles de la organización.
¿Qué busca la innovación? Crear valor. Los cambios que se introduzcan tanto en la producción o desarrollo de bienes y servicios como en la forma de organizar una compañía persiguen eficiencia y el incremento de la productividad. Por eso, cualquier proceso movido por la búsqueda de innovación requiere análisis y planificación para su ejecución. Tanto si lo que se busca es una mejora en lo existente como dar un salto hacia algo nuevo que abra vías de ingresos alternativas, el proceso de innovación debe perseguir un objetivo claro que se materialice a través de una mejora en los resultados.
Claves para impulsar la innovación en la empresa
La metáfora del océano azul frente al océano rojo, recogida en la obra La estrategia del Océano azul, expone a los emprendedores y directivos de una compañía dos maneras de mirar el mercado y tomar decisiones en consecuencia. Este libro, elaborado por los profesores de la Escuela de Negocios INSEAD W Chan Kim y Renée Mauborgne, sintetiza una idea clave para la innovación en el seno de una compañía: no todo es competir, hay caminos alternativos, inexplorados, que pueden llevar hacia grandes negocios. Si estuviese en tus manos liderar el cambio en una compañía, ¿hacia dónde querrías que navegara el barco? El océano azul parece la respuesta obvia, ¿verdad? La duda ahora es cómo girar el timón para adentrarse en esas aguas llenas de oportunidades.
Generar una cultura de innovación en el seno de las compañías que no han nacido con esta mirada en su ADN requiere compromiso y motivación en todos los niveles. En firmas decanas, donde puede haber resistencia a los cambios, puede ser complicado, pero no imposible. La clave estará en construir una visión estratégica del negocio que impulse a pensar distinto para lograr cambios.
Para lograrlo, los expertos proponen varias estrategias que ayudan a que las compañías logren un cambio que genere valor tanto en los procesos de la organización como en el diseño e implementación de proyectos que cristalicen en productos y servicios nuevos:
- Estudiar el mercado en el que se desarrolla el negocio, siguiendo de cerca los avances tecnológicos o los cambios de tendencias sociales que puedan afectarle. También detectar oportunidades que se pueden aprovechar con la estructura existente o aquellas que, suponiendo un salto hacia una línea de negocio totalmente nueva, merecen la pena porque aún no hay competencia en el sector.
- Hablar con sus clientes. En muchas ocasiones, la mejor manera de mejorar un producto es preguntar a aquellos que lo utilizan. ¿Ha dejado de cumplir bien su función? ¿Algún aspecto que podría mejorarse para generar más valor? Escuchar a la comunidad ayuda a detectar debilidades, diferencias que están restando potencial frente a la competencia y puede ser una fuente de ideas que implementar aprovechando la infraestructura existente en la compañía.
- Mirar más allá del sector o industria al que pertenece la empresa. Lo que hacen otros, aunque sea en otro sector que nada tiene que ver con el nuestro, puede servir de inspiración para dar un giro clave al negocio. Una conocida anécdota que ejemplifica esto es la disrupción para la industria del automóvil que realizó Henry Ford implementando una línea de montaje inspirada por la manera en que se procesaba la carne en las fábricas.
- Incentivar un entorno innovador en la compañía. Una persona puede tener grandes ideas, un equipo puede lograr que sean brillantes y que lleguen a puerto. Retroalimentar círculos virtuosos de creatividad entre los colaboradores de una compañía es una clara fuente de riqueza y valor que no hay que desaprovechar.
Algunas técnicas para innovar
Para aterrizar estas estrategias hay técnicas o mecanismos concretos que pueden ponerse en práctica en los equipos de trabajo y a distintos niveles para potenciar la innovación:
- Brainstorming: la técnica grupal de la “lluvia de ideas” que persigue generar el mayor número de ideas o soluciones ante un escenario concreto. Permite tener una batería de propuestas como punto de partida y, tras su análisis y concreción, elegir aquellas que mejor encajan con la necesidad y los objetivos que se persiguen.
- Scamper: es una técnica similar a la anterior que se orienta a desarrollar o mejorar productos o servicios. El término scamper es el acrónimo en inglés de las palabras: sustituir, combinar, adaptar, modificar, propósito, eliminar y reorganizar/revertir. Para seguir esta técnica, primero se identifica un problema o una oportunidad y, a partir de ahí, se realiza una lluvia de ideas para ir respondiendo en orden a cada uno de los términos que componen el acrónimo.
- Design Thinking: el pensamiento creativo supone abrir una vía de trabajo distinta de la habitual en busca de soluciones ante un problema o desafío. Se trata también de una técnica grupal combinable con las anteriores. Esta manera de abordar los problemas invita además a involucrar a los potenciales clientes con el objetivo de minimizar los riesgos de ese cambio.
Si observamos estas técnicas y el ecosistema empresarial actual, podemos ver que algunas de las firmas que hoy en día marcan tendencia por sus productos o servicios supieron detectar a tiempo oportunidades de negocio, escuchar a sus clientes o dar un giro a aquellos productos con los que su competencia brillaba. ¿Cómo lograron Google o Amazon pasar de ofrecer un servicio concreto a ser una multinacional presente en el día a día de las personas? Ensayo, error, aprendizaje y, está claro, no perder nunca de vista la necesidad de innovar.
Ahora bien, conocer en profundidad el funcionamiento de un negocio y desarrollar las habilidades necesarias para liderarlo es siempre de gran utilidad. Además de la experiencia laboral, un programa de postgrado como el Master en Business Administration o MBA permite a los profesionales dar un paso adelante en sus carreras y ser el motor de innovación y cambio que necesite la compañía.
Otro programa interesante para aquellos profesionales interesados en desarrollar negocios en entornos digitales es el título de Máster Universitario en Negocios Digitales / Digital Business. El entorno de cambio continuo alimentado tanto por los avances tecnológicos como socioeconómicos requiere de perfiles con capacidad estratégica para anticiparse al cambio y gestionar los riesgos. El éxito estará en la capacidad de tomar decisiones y generar valor ante cualquier situación.
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