UNIR Revista
Las inversiones que priorizan los parámetros medioambientales, éticos y sociales ante los tradicionales de liquidez, rentabilidad y riesgo, son las conocidas como inversiones socialmente responsables.
La creciente preocupación ciudadana por temas como el cambio climático, el cuidado del medio ambiente o la ética empresarial, se traduce en el sector financiero en la proliferación de la denominada inversión socialmente responsable (ISR o RSI en inglés), que tiene en cuenta criterios diferentes más allá de los puramente económicos. Si quieres adquirir conocimientos sobre inversiones, UNIR ofrece el Máster en Asesoramiento Financiero online, con el que además conseguirás la acreditación necesaria para ejercer como asesor financiero.
Así, las inversiones socialmente responsables, además de tener en cuenta el habitual enfoque sobre liquidez, rentabilidad y riesgo, incorporan criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo en la toma de decisiones.
Las inversiones responsables se basan en que las decisiones financieras pueden y deben tener en cuenta criterios diferentes a los que se refieren únicamente a rendimientos económicos. De esta manera, en lugar de centrarse exclusivamente en los beneficios monetarios, los fondos sostenibles tienen por objetivo generar un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente. Esto implica considerar no solo el desempeño financiero de una empresa, sino también su comportamiento ético, social y ambiental.
En España, los fondos ISR han ganado terreno en los últimos años, ya que los inversores buscan alinear sus carteras con sus valores personales, contribuyendo así a promover un cambio positivo en la sociedad.
Los fondos de inversión sostenibles no tratan solo de evitar inversiones en sectores controvertidos, como el tabaco o las armas, sino también de respaldar empresas que adoptan prácticas sostenibles y éticas en su operación diaria.
Por supuesto, los fondos socialmente responsables no son incompatibles con una buena rentabilidad, con lo que están reñidos es con actuaciones que ocasionen algún tipo de daño social, como pueden ser la generación de contaminación o problemas para la salud de los trabajadores.
El uso de criterios ESG para evaluar las inversiones
La aplicación de criterios ESG (Environmental, Social y Governance) resulta clave en el mundo de la inversión socialmente responsable. Se trata de elementos que ofrecen una guía global para evaluar el impacto de una compañía en diferentes ámbitos, que son los que forman las siglas ESG:
- Medio Ambiente (E). Este aspecto tiene en cuenta cómo es de ecológica la empresa en la que se hace la inversión, examinando criterios como la gestión del agua, el ahorro energético, el cuidado de la calidad del aire o la biodiversidad. Se estudia el nivel de compromiso de la empresa con prácticas sostenibles como la reducción de emisiones de carbono y la eficiencia energética.
- Social (S). Evalúa cómo una empresa trata a sus empleados, clientes y comunidades. Se analizan los propios asuntos internos de las compañías, como las condiciones laborales, el respeto a los derechos humanos, la diversidad cultural, el respeto por la igualdad o la seguridad de los trabajadores.
- Gobierno Corporativo (G). Inspecciona la estructura de gobierno de una empresa para determinar si la alta dirección y los consejos de administración siguen prácticas éticas y transparentes. En este criterio se trata de investigar cómo es la gestión de la organización en cuanto a remuneración de sus directivos, independencia del consejo de administración, existencia de casos de corrupción, política fiscal o la manera de gestionar el riesgo.
Estos criterios ESG proporcionan un marco sólido para los inversores que buscan empresas comprometidas con la sostenibilidad y la responsabilidad social. En España, cada vez más compañías están adoptando estos planteamientos como parte integral de su plan de viabilidad, reconociendo la importancia de la sostenibilidad a largo plazo e invirtiendo en fondos ESG.
De hecho, gracias a la norma europea SGE 21 es posible implantar, auditar y certificar un sistema de gestión ética y socialmente responsable, lo que hace más fácil la identificación de empresas en las que hacer este tipo de inversiones.
Fondos de inversión sostenibles
Los fondos de inversión sostenibles son aquellos que cumplen con los criterios ESG y ofrecen la posibilidad de apoyar causas sociales y ambientales, sin que por ello se vea comprometida la rentabilidad financiera. Precisamente, el plan de viabilidad de una empresa es un documento que debe determinar la viabilidad de una idea de negocio o inversión, por lo que resulta muy conveniente consultarlo antes de invertir.
En el panorama español, la demanda de fondos sostenibles ha experimentado un aumento significativo. Según datos obtenidos de la III Encuesta del Observatorio Inverco, el 95 % de las gestoras de fondos que operan en España cuentan ya con fondos de inversión sostenibles.
Invertir en estos productos no solo implica buscar rendimientos financieros sólidos, sino también respaldar empresas comprometidas con prácticas empresariales sostenibles y socialmente responsables. Configurar fondos de inversión socialmente sostenibles significa que pueden excluirse inversiones contrarias a los principios ESG, como fabricantes de armas, juego online, sustancias adictivas y, en general, todo lo que no se considere ético o ecológico.
Fondos socialmente responsables
Los fondos socialmente responsables, también conocidos como fondos ISR, se centran específicamente en empresas que demuestran un compromiso sólido con la responsabilidad social. Por lo tanto, buscan inversiones en organizaciones que impactan positivamente en la sociedad y el medio ambiente.
Los fondos de inversión socialmente sostenibles emplean los denominados KPIs financieros con un enfoque ético y sostenible. Los KPI posibilitan la labor de medir, a partir de analíticas de datos económicas, si una empresa alcanza sus objetivos o sigue el camino erróneo para lograrlo.
En este caso, estos indicadores van más allá de simplemente medir el rendimiento económico y consideran aspectos como la huella de carbono, la igualdad salarial y la inversión en comunidades locales.
A medida que se conoce qué es la inversión socialmente responsable, esta gana terreno en el escenario financiero español, porque los inversores buscan un enfoque más ético y sostenible para hacer crecer su patrimonio. La aplicación de criterios ESG, la proliferación de fondos sostenibles y la aparición de fondos ISR destacan el cambio hacia un paradigma de inversión más consciente.
La inversión socialmente responsable no solo es una opción ética, sino también una estrategia inteligente que puede generar beneficios tanto financieros como sociales a largo plazo. El apoyo a compañías comprometidas con la responsabilidad social y el cuidado medioambiental, facilita que los inversores aporten su grano de arena a la construcción de un futuro más equitativo y sostenible.